Fernando Silva, presidente de Siemens España, Javier Pérez Sáenz de Burguaga, CEO de Empresarios Agrupados, Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, Loreto Ordóñez, CEO de ENGIE España y Rafael García Meiro, CEO de AENOR han abordado, desde diversas perspectivas, los desafíos estructurales y las oportunidades que enfrenta la industria en España, incidiendo en cuestiones como la competitividad internacional, la regulación, el papel del talento, la innovación tecnológica y la resiliencia del sistema energético.
Fernando Silva ha subrayado que “la innovación es el pilar fundamental” y que Europa debe “apostar por ella de manera más fuerte, trabajando cada vez más unidos en ecosistema”. Ha elogiado la nueva Ley de Industria por actualizar conceptos fundamentales como la industria moderna, digital y sostenible, aunque ha criticado el exceso de regulaciones superpuestas que pueden frenar la innovación. También ha hecho un llamado a adaptar los planes de formación universitaria para incorporar competencias digitales: “Hay que revisar las carreras porque muchas siguen enfocadas en las ingenierías tradicionales”.
Javier Pérez Sáenz de Burguaga ha insistido en la importancia de un marco fiscal y regulatorio claro para atraer inversión industrial. “No necesitamos subvenciones, necesitamos que los inversores se interesen por la industria”, ha declarado, apuntando que países como Francia, Alemania o Italia ofrecen incentivos fiscales mucho más atractivos que España. Ha criticado la complejidad normativa nacional y ha propuesto simplificar el entorno regulatorio: “Tenemos una tarea de simplificación importante; hay más de 200.000 normas aplicadas en distintos sectores”.
Beatriz Corredor ha centrado su intervención en la gestión de la crisis del reciente cero eléctrico peninsular, considerado el más grave de la historia en el sistema eléctrico español. Ha defendido la profesionalidad del equipo técnico de Redeia: “A las 12:33 se produjo el cero eléctrico peninsular, y a las 12:43 ya había tensión en Hernani gracias a la interconexión con Francia”. Ha detallado que el proceso de reposición ha sido “la mejor reposición que se ha hecho nunca en ninguna parte del mundo”, reconociendo a los ingenieros eléctricos como actores fundamentales del éxito.
Loreto Ordóñez ha destacado que “la transformación energética y la digital son los grandes vectores de cambio en la industria”, y ha insistido en que la energía debe ser entendida como parte esencial del tejido industrial. Ha puesto en valor el precio competitivo de la electricidad en España, con un “spread del 30% respecto a otros países europeos”, lo que ha fomentado la llegada de industrias intensivas en energía como centros de datos. No obstante, ha advertido que “tenemos cuellos de botella que impiden materializar toda esta inversión”.
Rafael García Meiro, CEO de AENOR, ha ofrecido una perspectiva histórica y estructural del papel de la certificación en el progreso industrial. Ha afirmado que “la certificación ha sido catalizadora de la transformación industrial”, desde la creación de AENOR en 1986, y ha defendido su rol en la promoción de prácticas sostenibles y en la defensa técnica frente a la competencia internacional. En este sentido, ha valorado positivamente mecanismos como el CBAM europeo, que exige que las importaciones cumplan con los mismos criterios de sostenibilidad exigidos en la UE.
A pesar de la diversidad de enfoques y sectores representados, todos los ponentes han coincidido en un punto crucial: la necesidad de una colaboración estructurada y transversal entre el sector público, el privado y el ámbito académico para asegurar un modelo industrial competitivo, sostenible e innovador. La apuesta conjunta por la innovación, el talento, la simplificación normativa y la resiliencia energética ha sido presentada como el camino imprescindible para consolidar el liderazgo industrial de España en un mundo cada vez más interdependiente y exigente. Como expresó Fernando Silva, “trabajar en ecosistema es fundamental”, una idea que ha encontrado eco en cada una de las intervenciones.