La propiedad intelectual/industrial sirve para proteger a los creadores e inversores que llevan a cabo inversiones significativas para desarrollar nuevos productos de competidores que ofrecen productos similares a un precio menor pues no han invertido tantos recursos en su desarrollo.
Alonso detalló los diferentes tipos de propiedad intelectual/industrial:
- Patentes, que conllevan una solicitud a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), donde existe un repositorio de informaciones técnicas
- Modelos de utilidad o pequeñas patentes.
- Derechos de autor, para artistas que protegen desde el momento de la creación.
- Marcas, que implican una identificación distintiva con un periodo de cinco años y un uso.
- Dibujos y modelos, susceptibles de registro.
- Secretos comerciales.
En materia de propiedad industrial, señaló, “primero hay que revisar las opciones de protección disponibles”: patentes, modelos de utilidad…
El segundo paso es elegir el tipo de protección. A continuación, es preciso comprobar la viabilidad como marca: ¿es distintiva? ¿es engañosa? ¿tiene connotaciones negativas? ¿es funcional? Y la viabilidad como diseño: ¿es nuevo? ¿tiene carácter singular? ¿está dictado por consideraciones técnicas?
Otro aspecto muy importante considerado por la representante de Hoyng Rokh Monegier es divulgar pues la divulgación sin protección representa una pérdida de derechos. El ámbito territorial (nacional, internacional o europeo) y la valoración de los costes también son fundamentales, indicó al acabar su ponencia.
