En Badajoz se han instalado en los últimos años 18 plantas con una potencia de 474 MW en las que se han invertido casi 300 millones de euros, con la creación de más de 1.400 empleos, y a través del cual el consistorio ha podido recaudar “varios millones de euros”, lo explican que se traduce en “dinamismo económico y recursos para financiar proyectos que mejoran el bienestar de capital”.
En el acto de colocación de la primera piedra, la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, ha puesto de manifiesto que “entre todos, empresas, administraciones y ciudadanía estamos impulsando de una manera eficiente y sostenible una verdadera revolución energética verde en Extremadura”, destacando los beneficios que afirman “estamos pudiendo ya comprobar”.
Asimismo, ha defendido “el carácter transversal del despliegue fotovoltaico que permite que empresas e industrias que se instalen en Badajoz se surtan de energía limpia que se produce en otros lugares de la región”.