Esta evolución, en un sector históricamente masculinizado, contrasta con el 28,6% de mujeres que registró el conjunto de la industria manufacturera de media en 2024, que en 2019 se situaba en un 27,6%. De esta forma, el sector químico se perfila como una de las industrias más avanzada en paridad en este periodo.
El sector químico alcanzó el pasado año los 240.040 empleos directos totales, un 4% más que en 2023, de los cuales 112.425 puestos son desempeñados por mujeres, cuya contratación ha crecido en el último año un 10,5%, mientras que la masculina ha caído un 1,2%.
El sector farmaquímico (CNAE 21) aglutina una mayor presencia femenina, constituyendo ya el 59% de su fuerza laboral y, aunque en menor medida, la Química (CNAE 20) también sigue manteniendo su trayectoria al alza.
La cifra se corresponde con una mayor concentración de mujeres en un área de especial valor añadido para el sector químico: la I+D+i, ya que esta industria lidera la inversión privada en innovación, hasta los 2.000 millones de euros (excluidas compras), lo que supone una cuarta parte del total de la inversión industrial. En este sentido, una de cada cinco personas investigadoras del sector privado es contratada por la industria química y, de ellas, las mujeres representan el 56% del personal investigador, frente al 31% de la media industrial.
El sector químico es, además, un motor de generación de empleo estable, de calidad y alta cualificación de nuestro país, con una tasa de contratación indefinida del 94%, un salario anual medio que supera los 42.000 euros y un convenio colectivo de los más avanzados en materia de igualdad, superando incluso a la ley vigente.