El sector cementero recuperó, material y energéticamente, solo en 2020, más de 2 Mt de residuos, procedentes de 88 sectores de actividad. Este proceso enlaza con el plan RePowerEU, que tiene como objetivo poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles rusos y hacer frente a la crisis climática.
Asimismo, a pesar del valor material y energético para procesos industriales que podrían tener estos desechos, España continúa enviando a vertedero un 52% de sus residuos municipales, una cifra muy alejada del 23% en el que se sitúa la media de la UE en 2020, último año con datos recogidos para el estudio.
Además, los bajos costes de vertido, que en el mejor de los casos se sitúan en España en poco más de 14€ por tonelada, frente a los más de 75€ que se alcanzan en muchas zonas del norte de Europa, son una de las principales causas para los altos índices de vertido que se observan en nuestro país.
En cuanto a la valorización material, la industria cementera ha reutilizado casi 49 millones de toneladas de residuos desde 2004, primer año con datos en el Observatorio. Por lo que respecta a la valorización energética, desde 2004 la industria cementera ha recuperado por esta vía 10,7 millones de toneladas de residuos, de las que casi un millón lo fueron en 2020, último año según los datos del Observatorio.
De cara al periodo total analizado, esta práctica evitó la emisión a la atmósfera de 9,9 millones de toneladas de CO2. Y solo en 2020, supuso un ahorro de más de un millón de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones que produciría la electricidad consumida anualmente por 112 millones de smartphones, o por los hogares de 14 ciudades del tamaño de Toledo.
En la actualidad, la tasa de sustitución en la utilización de combustibles alternativos frente a los fósiles alcanza ya un 36%, una cifra más relevante si tenemos en cuenta que al inicio del Observatorio, en 2004, solo representaban un 2,4% del total.