A esto se suma el sorprendente aumento de imitaciones, la aceleración del cambio climático y la continua reorganización del comercio mundial. Las diferencias regionales, que se hicieron evidentes en 2024, se harán aún más marcadas este año.
En resumen, el entorno negativo que muchos en la industria de la moda predijeron hace un año se ha materializado. Aún queda crecimiento por encontrar, pero la incertidumbre económica, las disparidades geográficas y los cambios en el comportamiento y las preferencias de los clientes implican que para aprovecharlo será necesario sortear un laberinto de desafíos que se van acumulando a cada paso. En consecuencia, es probable que 2025 sea un momento de ajuste de cuentas para muchas marcas.
Los líderes de la moda encuestados en la encuesta anual State of Fashion Executive Survey realizada por McKinsey & Company y The Business of Fashion fueron tan pesimistas como el año pasado. Solo el 20% espera mejoras en la confianza de los consumidores en 2025, mientras que el 39% cree que las condiciones de la industria empeorarán. La encuesta forma parte del informe The State of Fashion 2025
Los factores geográficos que impulsan los ingresos y las ganancias económicas también están experimentando cambios históricos. En particular, según el informe, la industria se beneficiará de la caída de la inflación y el aumento del turismo en Europa, la resiliencia de las personas con un alto poder adquisitivo en los Estados Unidos y los nuevos motores de crecimiento en Asia (para contrarrestar la incertidumbre en torno al gasto de los consumidores en China, que todavía se está recuperando de la pandemia). China seguirá siendo el centro de gravedad de la región, pero, a medida que el país se vea afectado por vientos macroeconómicos en contra, las marcas centrarán su atención en otros mercados asiáticos, en particular Japón, Corea e India.
Para llegar a estos consumidores, los ejecutivos entrevistados dijeron a The Business of Fashion y MCKinsey & Company que localizarán sus modelos de salida al mercado, ampliarán sus rangos de precios y se concentrarán en el posicionamiento de la marca para captar la atención de los compradores que priorizan cada vez más el valor. Este impulso también está impulsando la expansión de los segmentos de reventa y de precios reducidos. Las marcas que no desean participar en estas categorías deben demostrar a los clientes por qué sus productos valen el precio premium.
«Una forma de lograrlo es mejorar la experiencia de compra. Los consumidores están volviendo a comprar en tiendas físicas a niveles prepandémicos en gran parte del mundo, pero los minoristas deben recordarles lo que les encanta de la experiencia en la tienda. Eso comienza con un personal bien capacitado que esté capacitado para ayudar e inspirar a los clientes», explica el dossier de 154 páginas.
En el regreso a las tiendas físicas, los mercados de lujo puros han tenido dificultades. En 2025, los mercados masivos en línea pueden experimentar una disrupción similar; la mayoría ha visto caer en picado el precio de sus acciones desde los máximos alcanzados durante la pandemia y ha tenido dificultades para encontrar una respuesta a la caída de la demanda y al aumento de los costes de adquisición de clientes, considera la publicación.
«Los actores inteligentes del comercio electrónico se están centrando en nuevas formas de descubrir productos. Los compradores que antes se quedaban deslumbrados por la selección aparentemente interminable disponible en muchos minoristas en línea ahora se lamentan de la dificultad de encontrar lo que quieren. La selección, el contenido y la búsqueda impulsados por IA pueden ayudar a los clientes a descubrir marcas y productos de manera más eficaz y a sentirse más inclinados a realizar una compra», declaran los autores del documento.
Las marcas también están reevaluando qué cohortes de consumidores perseguir. Si bien la industria de la moda históricamente ha priorizado a los compradores más jóvenes, la “generación plateada” de clientes mayores de 50 años está creciendo como proporción de la población general y del gasto en moda. En 2025, las marcas se beneficiarán de cortejar a estos clientes a menudo ignorados, pronostica el informe.
«No todas las marcas son igualmente hábiles para hacer estos cambios. A menudo, son las marcas más nuevas, que no están lastradas por concepciones históricas sobre productos, tiendas y clientes, las que están triunfando. Esto es especialmente cierto en la categoría de ropa deportiva, donde las marcas tradicionales compiten con una ola de actores más pequeños, pero más innovadores, que están captando rápidamente participación de mercado», añade el informe.
Este año también habrá que seguir de cerca los cambios que se están produciendo en el comercio mundial y anticiparse a su impacto en el abastecimiento. Los minoristas acelerarán la reconfiguración de sus cadenas de suministro para priorizar la deslocalización y la fabricación en países alineados geopolíticamente.
Estas cadenas de suministro tendrán que volverse más ágiles y las empresas deberán esforzarse por reducir el exceso de inventario y minimizar el riesgo de faltantes. Las presiones sobre los márgenes, así como las presiones de los gobiernos de todo el mundo para reducir las emisiones y los desechos de la moda, impulsarán avances en la gestión de inventarios. Las nuevas tecnologías contribuirán a estos esfuerzos.
Por último, la crisis climática seguirá siendo una fuerza potente en las cadenas de suministro de la moda y en el comportamiento de los consumidores. Aunque los compradores se han mostrado menos dispuestos de lo esperado a pagar más por productos respetuosos con el medio ambiente, lo que hace que la justificación comercial de la sostenibilidad sea menos obvia para los ejecutivos entre otras prioridades en pugna, el creciente costo del cambio climático y las medidas gubernamentales para combatirlo significan que la sostenibilidad debe seguir siendo un tema prioritario. Quienes opten por abordar la sostenibilidad con una mentalidad de largo plazo, incluso mientras luchan contra los problemas de corto plazo, se verán recompensados con operaciones comerciales más eficientes y una ventaja competitiva.
Los líderes que se muevan rápidamente para identificar los puntos brillantes, ya sean geográficos, demográficos o tecnológicos, estarán preparados para el éxito, pero solo si son capaces de evolucionar. El viejo manual de estrategias ahora está obsoleto; la industria necesitará una nueva fórmula para la diferenciación y el crecimiento.
The State of Fashion 2025 presenta un análisis detallado de las tendencias que moldearán la industria de la moda en 2025. El documento identifica 10 tendencias clave:
1. Reconfiguración del comercio global
El comercio global está cambiando, con una diversificación de las cadenas de suministro hacia países con mayor alineación política. La industria de la moda acelerará la diversificación de su huella de abastecimiento, especialmente en Asia, y sentará las bases para el «nearshoring», es decir, laproducción cercana al mercado de consumo).
- Claves:
- Aumento de las barreras comerciales y costos de envío.
- Mayor inversión en mercados emergentes como India, Vietnam y Bangladesh.
- Creciente interés en la producción local en América Latina y Turquía.
- Prioridades ejecutivas: Evaluar la huella de abastecimiento, colaborar con proveedores y establecer relaciones estratégicas con fabricantes.
2. Nuevos motores de crecimiento en Asia
China enfrenta una desaceleración económica, lo que lleva a las marcas a buscar crecimiento en otros mercados asiáticos como India, Japón y Corea del Sur.
- Claves:
- India se perfila como un mercado clave, especialmente en el segmento de lujo.
- Japón experimenta un auge en el gasto en lujo, impulsado por el turismo y la debilidad del yen.
- Prioridades ejecutivas: Localizar modelos de mercado, desarrollar capacidades omnicanal y adaptarse a las preferencias locales.
3. Descubrimiento reinventado
Los compradores de moda se ven abrumados por la variedad de opciones, lo que afecta negativamente a sus tasas de interacción y conversión con las marcas. Sin embargo, se avecina una nueva era de descubrimiento de marcas y productos, respaldada por la curación impulsada por IA en todo el contenido y la búsqueda.
- Claves:
- El 50% de los ejecutivos ve el descubrimiento de productos como el principal caso de uso de la IA generativa.
- Plataformas como Zalando y Alibaba están liderando la personalización del contenido
- Prioridades ejecutivas: Construir bases de IA, priorizar casos de uso de alto valor y gestionar riesgos éticos.
4. Consumidores maduros (‘Silver Spenders’)
La generación de mayores de 50 años representa una proporción creciente del gasto global en moda, pero ha sido tradicionalmente ignorada por las marcas.
- Claves:
- En 2025, los mayores de 50 años impulsarán el 48% del crecimiento incremental del gasto global.
- Este grupo prefiere funcionalidad, comodidad y valor sobre las tendencias.
- Prioridades ejecutivas: Replantear la segmentación de clientes, diversificar el portafolio de productos y adaptar estrategias de marketing.
5. Cambio en el valor percibido
Los consumidores están adoptando comportamientos más conscientes a propósito de los costes de producción, lo que impulsa el crecimiento de segmentos como la reventa, las tiendas de descuento y las imitaciones («dupes»).
- Claves:
- El 70% de los consumidores planea comprar en tiendas de descuento incluso si tienen más dinero.
- El mercado de segunda mano crece 15 veces más rápido que el sector de la moda en general.
- Prioridades ejecutivas: Identificar propuestas de valor, comunicar el valor de los productos y explorar canales alternativos.
6. El lado humano de las ventas
La experiencia en tienda física es fundamental para diferenciarse, y el personal de ventas bien capacitado juega un papel central en la conexión con los clientes.
- Claves:
- El 75% de los compradores gasta más después de recibir un servicio de alta calidad.
- La rotación de empleados en retail es alta, con costos significativos para las empresas.
- Prioridades ejecutivas: Capacitar al personal, optimizar los procesos con tecnología y mejorar la experiencia del empleado.
7. Mercados disruptivos
Los marketplaces de moda online se enfrentan a desafíos existenciales, con caídas en los precios de las acciones y cambios en las preferencias de los consumidores.
- Claves:
- Amazon lidera el segmento en EEUU, mientras que Shein y Temu ganan terreno.
- En China, el comercio social y las plataformas de bajo costo están transformando el mercado.
- Prioridades ejecutivas: Ofrecer ofertas diferenciadas, maximizar el valor del cliente y mejorar la rentabilidad.
8. Competencia en ropa deportiva
Las marcas desafiantes están superando a las tradicionales en el segmento de sportswear, capturando más de la mitad del beneficio económico gracias a productos innovadores y narrativas únicas.
- Claves:
- Marcas como Hoka y On están creciendo más rápido que Nike y Adidas.
- La innovación visible y el marketing cultural son claves para el éxito.
- Prioridades ejecutivas: Invertir en innovación, construir asociaciones auténticas y desarrollar estrategias de distribución claras.
9. Excelencia en los inventarios
La gestión de inventarios sigue siendo un desafío, con exceso de stock y desabastecimientos afectando a las marcas.
- Claves:
- Se estima que la industria produjo entre 2.500 y 5.000 millones de artículos en exceso en 2023.
- La tecnología y la planificación ágil son esenciales para mejorar la gestión de inventarios.
- Prioridades ejecutivas: Adoptar herramientas tecnológicas, ajustar los modelos operativos y optimizar la cadena de suministro.
10. El colectivo de la sostenibilidad
La sostenibilidad sigue siendo un tema crítico, pero la fragmentación en la cadena de valor y la renuencia de los consumidores a pagar más por productos sostenibles representan claras barreras.
- Claves:
- El 40% de la energía en Bangladesh, una potencia en la industria textil, provendrá de fuentes renovables para 2041.
- Los esfuerzos en favor de la descarbonización están por debajo de los objetivos.
- Prioridades ejecutivas: Actuar colectivamente, establecer objetivos alineados y colaborar con stakeholders.
El informe destaca, en definitiva, que 2025 será un año de incertidumbre y desafíos para la industria textil y de la moda, pero también de oportunidades para las marcas que puedan adaptarse rápidamente a los cambios geográficos, demográficos y tecnológicos. La clave para el éxito será la diferenciación, la innovación y la sostenibilidad, junto con una mayor atención a las necesidades de los consumidores y la eficiencia operativa.
En concreto, según el último informe económico del Observatorio Textil y Moda (OTYM), el sector en España enfrenta retos significativos, como la caída en la producción y las exportaciones, pero también vislumbra oportunidades en la sostenibilidad y el comercio electrónico. Para OTYM, la transición hacia modelos más circulares y la adopción de tecnologías innovadoras son esenciales para mantener la competitividad en un mercado global cada vez más exigente.
Dentro del informe cinco expertos ofrecen su valoración personal. El presidente de OTYM, Juan Parés Boj, sostiene que el sector es «un ecosistema de enorme importancia económica para el país», al contribuir significativamente al PIB, el empleo y las exportaciones.
Parés señala que esta industria es un motor clave de la economía española y un escaparate internacional. También habla de la competencia global y la necesidad de adaptarse a normas de sostenibilidad y circularidad. Y sugiere reflexionar sobre cómo el sector puede contribuir a resolver problemas globales como el cambio climático y la contaminación.
José Monzonís, director del citado Observatorio, creado en noviembre de 2021 por iniciativa de la Confederación ModaEspaña y el Consejo Intertextil Expañol (CIE), aborda en su tribuna la transformación del sector hacia la circularidad y la sostenibilidad. Explica cómo el OTYM tiene como misión acompañar a las empresas del ramo en esta delicada transición. Describe los cambios históricos en la industria, como la deslocalización y la digitalización, y cómo estos han llevado a una mayor especialización y eficiencia. Y destaca el rol de la innovación y la adopción de nuevas tecnologías para lograr una moda más sostenible y ecoeficiente.
«Un sector obligado a entenderse y a reivindicarse», sostiene Pilar Riaño, fundadora de Modaes, y actualemente dircom de Mango. Riaño critica la falta de unión y la imagen negativa que persigue al mundo textil y de la moda en España. A pesar de ser fuerte, dinámico y creativo, Riaño señala que la percepción pública y política sigue siendo la de una industria en crisis. Argumenta que el colectivo necesita unirse y reivindicarse más para afrontar los desafíos futuros y proyectar una imagen más acorde con su realidad. Finalmente aboga por tener una voz unificada para mejorar la visibilidad y el reconocimiento.
María Hidalgo, Softlines Business Development en SGS Iberia, la empresa líder mundial en ensayos, inspección y certificación, se detiene en la trazabilidad y la transparencia en la cadena de suministro, así como en la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles. Hidalgo enfatiza que las empresas, especialmente las pymes, necesitan apoyo y herramientas para adaptarse a las nuevas normativas y demandas del mercado. También subraya que la colaboración y la innovación sirven para lograr una transición exitosa hacia la sostenibilidad.
Bajo el título «La tintorería, entre la sostenibilidad y el servicio», Silvia Díaz, directora general del Grupo Pressto, escribe sobre este popular ámbito productivo tradicionalmente asociado a un alto impacto ambiental. Díaz describe cómo las empresas están adoptando prácticas más sostenibles, como la reducción del uso de químicos, la gestión eficiente del agua y la eliminación de plásticos. También incide en la innovación y en la responsabilidad social como palancas para la transformación de la industria textil hacia un modelo más circular y sostenible.
Finalmente, Arancha Pérez-Navarro, jefa de Retail, Consumo y Farma en Minsait, del Grupo Indra,
pone sobre la mesa el concepto de «recommercer» (recomercio) como estrategia para la sostenibilidad en la moda. Explica cómo este enfoque permite extender la vida útil de los productos a través de la reparación, la reventa y el alquiler, contribuyendo a la economía circular. Asímismo remarca el papel de la tecnología en la implementación de estas buenas prácticas y en cómo las empresas textiles y de moda pueden beneficiarse de nuevos modelos de negocio que responden a las demandas de los consumidores conscientes del medio ambiente.