El Clúster cuya sede se encuentra en la localidad madrileña de Tres Cantos CANTOS tiene un programa de trabajo basado en cuatro pilares que busca reforzar las actividades del espacio y mejorar la comprensión que tiene la ciudadanía al respecto. En el Panel vamos a compartir con la audiencia los ejes principales de sus actividades, especialmente relacionados con la transferencia del conocimiento.
Marina Villegas, directora general de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid, y el vicepresidente del Foro de Empresas Innovadoras, han presentado en Transfiere este clúster.
En palabras de Marín, el CITT trabaja en cuatro líneas estratégicas de trabajo:
- Proyectos tractores e integradores con retos tecnológicos; por ejemplo, la misión sobre el impacto de meteoritos en la Luna.
- Talento, a escala global; por ejemplo, creando cursos de formación de soldadores eléctrónicos para personas discapacitadas
- Reutilización de las infraestructuras; por ejemplo, naves industriales en desuso podrían ser empleadas por los agentes como salas blancas
- Política de comunicación; Marín es consciente de que subyace un deficit de información por parte del ciudadano.
El CITT aglutina el empuje del sector espacial español, que hace 30 años era meramente anecdótico y que ahora es un player que tiene toda la cadena de valor, incluso con firmas nacionales que han hecho pruebas suborbitales existosas y han desplegado planes ambiciosos de cohetes propulsores. Y esto ha ocurrido no por suerte, ha subrayado Marín, que fue director general del CDTI, sino porque se ha aplicado una política pública permanente con la complicidad del sector privado.
Con el cluster espacial de telón de fondo, también se ha abordado el New Space y la Agencia Espacial Española (AEE). Cecilia Hernández, directora de Programas e Industria de la AEE, ha contado que la entidad es eminentemente gestora y se ocupa de la representación internacional. Sara Correyero, COO de Ienai Space ha opinado que el New Space es un cambio de paradigma y como buena ingeniera ha ofrecido datos para sustentar esa estimación. En 2015 el negocio de los satélites era de 2.000 millones de euros y en 2024 ha pasado a los 20.000 millones, con 3.500 lanzamientos.
«El acceso al espacio es más barato -ha declarado Correyero- entre otras razones por la miniaturización de la tecnología». La COO de Ienai Space también ha hablado del problema de la basura espacial y de que los nuevos satélites que se ponen en órbita sean capaces de maniobrar para autodestruirse en la reentrada a la atmósfera y poder de esa forma contribuir a un espacio más sostenible.