Este cambio se debe a la convergencia de tres tendencias principales:
El desafío humano
Los sistemas OT (Operational Technologies) y los sensores son cada vez más precisos y fiables, por lo que el verdadero límite ya no está en la tecnología. Ahora, la principal dificultad reside en la capacidad de los operadores para interpretar y reaccionar ante la información disponible.
Con el aumento constante de datos y fuentes de información, los operadores desempeñan un papel mucho más analítico. Su función ya no se limita a pulsar botones, sino a tomar decisiones basadas en información crítica proveniente de múltiples sistemas y sensores.
La norma ISO 11064, y en particular su capítulo 5, proporciona pautas esenciales para organizar los flujos de información y diseñar salas de control ergonómicas:
-Asegurar que los datos correctos lleguen a la persona adecuada, en el momento
y lugar oportunos.
-Presentar la información de manera coherente con los modelos mentales de los operadores, facilitando decisiones rápidas y fiables en situaciones críticas.
De la datavisualización al control de eventos
La visualización de datos ha dejado de ser un simple despliegue de información
estática. Antes, la prioridad era organizar pantallas, alarmas y sistemas SCADA; hoy, el foco
está en la gestión de eventos: convertir cada dato relevante en una acción concreta
y anticipada.
Herramientas como Node-RED permiten automatizar flujos de eventos, activando acciones predeterminadas cuando se superan ciertos umbrales.
Por su parte, Grafana facilita la creación de paneles dinámicos y contextualizados, ofreciendo al operador información clara y útil.
Este enfoque evita la saturación de alertas y permite que la atención del operador se centre en la información más relevante, presentada en el momento y formato adecuados.
Inteligencia artificial: optimizando la toma de decisiones
La inteligencia artificial (IA) potencia al operador en lugar de sustituirlo. Permite correlacionar datos heterogéneos y ofrecer análisis en tiempo real. Entre sus principales aplicaciones destacan:
-Procesamiento instantáneo de la información
-Reducción de la carga cognitiva
-Mejora en la anticipación y prevención de incidentes
Su implementación requiere una adecuada gobernanza de los datos, calidad en los flujos de información y modelos bien estructurados.
Cuando se cumplen estos requisitos, la IA convierte la sala de control en un auténtico centro de pilotaje estratégico, capaz de priorizar decisiones y optimizar el valor de la experiencia humana.
Hacia un control industrial proactivo
La combinación de métodos organizativos, visualización avanzada y análisis inteligente permite reorganizar procesos críticos, jerarquizar flujos de información y centrar la experiencia humana allí donde aporta mayor valor.
El resultado es una supervisión industrial verdaderamente proactiva: decisiones más rápidas, menos errores, menor sobrecarga cognitiva y una mayor capacidad para anticipar problemas antes de que surjan.
Las salas de control dejan de ser espacios reactivos para convertirse en auténticos centros de inteligencia operacional, transformando la manera en que la industria planifica y gestiona su futuro.