Dicho informe señala que los datos de 2019 no son comparables a los de años anteriores, puesto que a partir del 1 de enero de 2019 la cobertura específica de accidentes de trabajo por la Seguridad Social para los afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos pasó a ser obligatoria con carácter general.
Con todo, la evolución en los últimos años refleja que el índice de incidencia de ATJT de la industria de la alimentación sufrió una ligera subida en 2016, manteniéndose constante durante los dos años siguientes. Del mismo modo el total nacional de ATJT tuvo un ligero aumento en 2016 y se mantuvo constante en 2017 y 2018. Durante el periodo 2015-2018, el II de ATJT de la industria de referencia fue 1,6 veces superior al II de ATJT total nacional.
A través del informe se va desglosando la tasa de incidencia mediante diversos parámetros. En la tasa de incidencia de ATJT totales y graves más mortales según grupo de actividad en 2019, se observa que la fabricación de productos de molinería, almidones y productos amiláceos tiene una tasa de 93,3, siendo 3,4 veces superior a la tasa de incidencia de graves y mortales del conjunto de la industria de la alimentación. En último lugar con una tasa del 12,4 se encuentra la fabricación de productos lácteos.
Por otra parte, dichos accidentes según la situación profesional, destacando que la gran mayoría de los accidentados con un 96,2% eran las personas asalariadas del sector privado y con un 0,4% se posicionan los asalariados/as del sector público, colocándose en la más baja posición.
En cuanto al sexo y grupo de actividad, se observa que los varones reflejan una tasa superior en todos los grupos de actividad, destacando el procesado y conservación de carne y elaboración de productos cárnicos siendo 1,4 veces superior a la que se dio en mujeres. En caso contrario, el procesado y conservación de pescados, crustáceos y moluscos es la única actividad de la industria de la alimentación en la que las mujeres presentaron una incidencia mayor que los hombres.
La ocupación que sufrió mayor porcentaje de accidentes fue el personal cualificado de las industrias manufacturas con 55 años o más. Si se analiza la incidencia de los accidentes con mayor gravedad, se encuentra la fabricación de productos de molinería, almidones y productos amiláceos y la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales los grupos de actividad que destacaron. En la industria de la alimentación se constata que la tasa de incidencia disminuye con la edad.
Además, se observa en el informe que el 80% de los accidentes tuvieron lugar en las fábricas o lugares de producción, y el 8,7% pertenece a las zonas de almacenamiento y de carga y descarga. Los sucesos que desencadenan estos accidentes son los sobresfuerzos físicos con un 29,4%, la pérdida de control de los equipos de trabajo o de los materiales con un 22,8% y el movimiento del cuerpo sin esfuerzo físico añadido con un 22,2%.
Asimismo, observamos una tasa del 28,6% de los accidentes graves o mortales, de los cuales aparecen quedar atrapado, ser aplastado, sufrir una amputación y un 19,0% en choques o golpes contra objetos inmóviles.
