El estudio cifra en más de 4.318 millones de euros la aportación total del sector al PIB murciano, lo que representa el 11% del total, y estima en 92.840 los empleos directos e indirectos generados, equivalentes al 14% del empleo regional. Con una facturación superior a 8.800 millones de euros, que supone el 32% del total manufacturero, la industria alimentaria se mantiene como el principal motor industrial de la Región y un referente nacional en innovación, competitividad y exportación.
Presentado en Murcia, el informe resalta que la industria alimentaria regional ha creado uno de los ecosistemas más dinámicos y variados de Europa, con compañías líderes en sectores como la carne, las conservas, los zumos, los dulces, los productos infantiles o las bebidas. Murcia ocupa la sexta posición nacional en peso del sector alimentario dentro de la manufactura y la quinta en exportaciones, con 3.165 millones de euros en 2023. Sus productos llegan a más de un centenar de países —principalmente Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Alemania—, con una expansión creciente hacia Asia y Oriente Medio. Además, por cada euro de PIB generado directamente por la industria alimentaria murciana, se producen 2,58 euros adicionales en el conjunto de la economía regional, reflejando su fuerte efecto tractor.
El informe también identifica las principales tendencias que marcarán el futuro del sector: el auge de los alimentos plant-based y las proteínas alternativas, la personalización de la nutrición, la digitalización de procesos industriales, el avance del comercio electrónico y la aparición de nuevos canales de venta directa. A estas oportunidades se suman desafíos estructurales como la falta de relevo generacional, la escasez de perfiles técnicos, el absentismo laboral, la fragmentación empresarial, la burocracia, el impacto del cambio climático y la necesidad de aprovechar mejor los subproductos para avanzar hacia modelos más sostenibles.
Para Javier Celdrán, director de PwC en la Región de Murcia, “la industria alimentaria murciana es mucho más que un sector económico: es una historia de innovación, identidad y excelencia. Este estudio demuestra con datos su enorme potencial y su capacidad para generar empleo, cohesión social y proyección internacional. El futuro pasa por seguir innovando, digitalizándose y reforzando su posición global”.
Por su parte, José García Gómez, presidente de Agrupal, destacó que “miles de familias murcianas dependen de esta industria, que ha sabido conjugar tradición e innovación. El informe confirma su fortaleza y potencial, pero también los retos que debemos afrontar juntos: sostenibilidad, internacionalización y atracción de talento joven y cualificado”.
También José Víctor Guillén, director general de Caja Rural Central, subrayó que “el sector alimentario es uno de los pilares más sólidos y estratégicos de la Región, con gran capacidad de adaptación y liderazgo. En CRC llevamos más de un siglo apoyando a estas empresas, y estudios como este son esenciales para tomar decisiones con visión de futuro y basadas en datos”.
El trabajo de PwC pone cifras y contexto a una realidad evidente: la industria alimentaria murciana no solo alimenta a millones de personas, sino que impulsa el desarrollo económico, la innovación y el futuro de toda la Región.
En la presentación, la consejera de Agricultura, Sara Rubira, aseguró que “la industria alimentaria es un orgullo para la Región de Murcia. Representa empleo, riqueza y futuro. Este informe servirá para orientar las políticas públicas y reforzar el apoyo a un sector que da identidad a la Región y a España”.
Rubira hizo hincapié en la importancia estratégica del agua como elemento clave para la competitividad y sostenibilidad del sector agroalimentario murciano. Subrayó que el informe refleja “con datos” el peso real de la industria y su estrecha vinculación con el sector agrario, recordando que el Gobierno regional mantiene un “firme compromiso” con una actividad que considera uno de los motores económicos de la Región.
Sin embargo, advirtió que el estudio también pone de relieve un problema crucial: la escasez de agua en cantidad y calidad suficientes. “Sin agua no hay agricultura, pero tampoco industria alimentaria, ni empleo ni desarrollo”, afirmó la consejera, que lamentó que “la comunidad que mejor gestiona el agua sea la más perjudicada”.
Rubira alertó sobre “dos grandes amenazas: el recorte del Trasvase Tajo-Segura y la reducción de la extracción en los acuíferos”, y recordó que Murcia es la región que más agua regenera, mejor la aprovecha y más ha invertido en tecnologías para reducir consumos.
“Garantizar el agua es garantizar industria, empleo e inversión, porque este informe demuestra que cada litro de agua en la Región se transforma en crecimiento económico y futuro para miles de familias”, concluyó.
