Esta facturación supone 37.668 millones de euros lo que consideran que se debe, entre otros, al “impacto del incremento generalizado de los costes: materias primas, energéticos, logísticos, laborales” así como a la inflación. Aseguran que “los volúmenes de producción del sector han bajado” y esto provoca que los márgenes sean “muy ajustados”.
En cuanto a la capacidad productiva, se ha incrementado “casi un 12% su inversión”, lo que supone un total de 1.520 millones de euros para “seguir siendo una industria competitiva, innovadora y adaptada a las necesidades de sus clientes”.
Respecto a los proveedores, informan que “aumentaron un 5,8% su inversión” en Investigación, Desarrollo e Innovación con un total de 1.231,5 millones de euros, lo que supone un 3,3% de la facturación total. En cuanto a los últimos cinco años, el sector “ha invertido un total de 6.500 millones de euros en I+D+i”.
De manera directa e indirecta en 2022, el sector dio empleo a 329.950 personas, de manera directa supusieron 203.000 personas, el cual califican de “estable, de calidad” y repartido por “toda la geografía”.
Las exportaciones se sitúan en 22.669 millones de euros, “un récord de facturación” con un 15,3% más que en 2021, de carácter general estas suponen el 60,1% de la facturación de este sector.
Centrado en el mercado nacional, la facturación es de 9.110 millones de euros correspondientes al “suministro de equipos y componentes a los fabricantes”, así como 5.889 millones de euros que proceden del “mercado de recambios”.
En cuanto a previsiones de cara a 2023, SERNAUTO estima que la facturación “se incrementará en torno a un 6% respecto a 2022”, manteniendo los niveles de empleo, con un aumento del 1%.