TRIBUNA

La diversidad está de moda

Redacción

ENVERA

El deporte español ha brillado en París 2024 por la actuación de nuestros paralímpicos. Gracias a hitos como éste la sociedad en general es cada vez más consciente de que la diversidad es enriquecedora no solo desde el punto de vista social, sino también competitivo y estratégico, consiguiendo éxitos que no serían posibles sin ella.

Lo que los deportistas con discapacidad han sabido trasladar durante años desde los principales podios a nivel mundial también lo están haciendo fuera de los estadios y circuitos deportivos, provocando que sectores tan importantes como el de la moda o la industria en general pongan el foco en las personas con discapacidad como apuesta por llegar más alto y más lejos.

Es el caso del atleta Álex Roca que, con parálisis cerebral y una discapacidad del 76 %, ha sido uno de los grandes protagonistas de la Mercedes-Benz Fashion Week, la gran pasarela de la moda en España que acaba de clausurar su última edición en IFEMA Madrid.

Roca, que ostenta un récord Guinness y suma varios maratones, cinco triatlones, un maratón acuático y seis medias maratones, ha desfilado en la MBFW para la firma MAL Studio Custom Project, cuya diseñadora, Michelle Lima, ha sido la ganadora del premio Allianz EGO Confidence in Fashion.

Pese a la gran repercusión que ha tenido su participación, el deportista no ha sido la primera persona con discapacidad en desfilar en una gran pasarela. Si hablamos de personas con discapacidad intelectual nos encontramos con Ellie Goldstein, la primera mujer con síndrome de Down en aparecer en la portada de Vogue, o Sofía Jirau, que se convirtió en la primera modelo con síndrome de Down de Victoria’s Secret en su ‘Love Cloud Collection’.

La pregunta que surge es irremediable: ¿Es rentable para las grandes marcas de industrias tan importantes como el lujo, la moda y la belleza “utilizar” la discapacidad para vender más desde los grandes escaparates del mundo rindiendo tributo al valor del que se sale de los cánones, del diferente, del que se esfuerza, del que ha hecho de la superación frente a la adversidad la bandera de su vida y destacando la creatividad de su pensamiento divergente?

Cuando el pasado domingo Roca culminó su recorrido por la pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week declaró: “La belleza está en la actitud”. Un cambio en la percepción de la discapacidad que está dispuesto a promover con o sin zapatillas de deporte en homenaje a su abuelo que fue quien a sus tres años de vida le enseñó a andar después de que con seis días y un herpes de nacimiento en el cerebro todos aguardaran el fatídico diagnóstico de muerte o supervivencia vegetativa que le habían pronosticado. Pero caminó, corrió y hasta aprendió a montar en bicicleta y, pese al rechazo de las autoescuelas, venció su determinación para conseguir también el carné de conducir y un coche, con el que le premió su abuelo-ídolo. Un coraje de vivir que se contagia encima de la pasarela, desde la portada de una revista, un spot o es el mensaje que impacta en el mismo corazón de la empresa.    

Actitudes valientes y sin complejos como la de otra de las modelos más cotizadas en la actualidad, Winnie Harlow, que padece vitíligo, una enfermedad que no le ha impedido estar en el ‘top model’ pese a las visibles manchas en su piel y que, hace unos años, le habría vetado subirse a cualquier pasarela.

Y que es ya no basta con lucir el palmito: las marcas quieren que sus prendas, sus complementos o productos estén empapados de experiencias que puedan recordarse por el público al que van dirigidos. La diversidad está de moda y las grandes empresas apuestan por el valor que no tiene precio de las personas con discapacidad, una población que, por otro lado, aumenta cada año y que demanda su espacio en todos los ámbitos de la sociedad.

También los consumidores celebran esta incorporación de la diversidad a la estrategia de las compañías, lo que mejora su reputación y la atracción de clientes.

Así no es casual que uno de los grandes sectores de la economía española como es el de la moda, con un peso en nuestro PIB del 2,8% y una de las principales vías de acceso al empleo para mujeres y jóvenes, haya decidido postularse como uno de los mejores ejemplos de que la inclusión no sólo es posible, sino que es imprescindible y rentable.

Esta misma semana, Álex Roca, junto a su esposa, Mari Carme Maza, que también es traductora del lenguaje de signos con que el atleta y modelo se comunica, explicó ante los empresarios de la Cámara Business Club de Alicante que “las personas somos lo que somos gracias a la competencia” y que “el poder está en nuestras manos”, una doble lección para el camino del “éxito relativo” en la vida y la empresa que siempre debe estar guiado, como él ha comprobado a lo largo de su vida plagada de obstáculos, con estrategia común y trabajo en equipo. Pues tomemos nota de todo un campeón que ha demostrado que es capaz de sortear cualquier adversidad y llegar hasta el objetivo.

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