Según las previsiones del Servicio de Estudios de la Cámara de España, el momento de mayor atonía podría registrarse en el segundo trimestre de 2023 cuando la evolución del PIB podría tener signo negativo para recuperarse en los trimestres siguientes.
Desde la perspectiva de la demanda interna, el menor dinamismo en 2023 se deberá a la ralentización de la inversión empresarial. La formación bruta de capital fijo crecerá el próximo año un 3,3%, la mitad de lo esperado para este ejercicio, sobre todo por la menor pujanza de la inversión en bienes de equipo y el menor pulso en la construcción.
En cuanto al sector exterior, se estima un menor crecimiento interanual tanto de las exportaciones (del 11,7% en 2022 al 4,4% en 2023) como de las importaciones (un 8,4% este año y un 4,2% el próximo).
En lo relativo al mercado laboral, el ritmo en la creación de empleo será inferior al estimado en julio (un 2,8% en 2022 y un 1,4% en 2023), pero no impedirá que la tasa de paro continúe descendiendo hasta situarse en el 13,2% de media el próximo año.
En relación con la evolución de la inflación, la Cámara de España ha revisado al alza su estimación tanto para 2022 como para 2023. En el actual ejercicio el IPC total se situará en el 8,4% de media, 0,8 puntos porcentuales por encima de la anterior previsión; en 2023 la inflación media descenderá hasta el 3,9%, 6 décimas porcentuales más que en la estimación realizada en julio.
Finalmente, según las nuevas previsiones de la Cámara de España, la senda de reducción del déficit público se acelerará hasta quedar por debajo del 5% en 2023.