En conjunto, la actividad productiva del metal valenciano acumula un crecimiento anual del 17% frente al 13,5% en el ámbito nacional, cuya producción, además, se estancó con un aumento mínimo del 0,2% en este tercer trimestre.
Por ramas de actividad, todos los subsectores crecieron en positivo. Una senda, sin embargo, que no siguió el material de transporte y automoción. La caída del 29,5% en este trimestre se une al preocupante continuo descenso de su actividad, con caídas acumuladas desde 2018.
En lo que va de 2021 se crearon 8.207 empleos nuevos en el metal, lo que supone una ocupación total de 198.846 puestos de trabajo y que se hayan alcanzado cifras anteriores a la pandemia. En este tercer trimestre se mantuvo el crecimiento de este indicador, al crearse 7.533 puestos de trabajo nuevos (+3,9%) respecto al trimestre anterior.
El subsector más dinámico fue la industria del metal con 9.107 empleos (+9,3%) con lo que asciende a 106.246 personas trabajadoras, seguido del comercio del metal con 2.000 puestos más (un total de 26.500 empleos) y 770 en la venta y reparación de vehículos que alcanza los 33.000 puestos. Por el contrario, se perdieron 3.000 empleos en el subsector de instalaciones.
Las exportaciones aumentaron un 5,13% hasta agosto, con ascensos en todas las actividades excepto en los vehículos automóviles y sus componentes que descienden un 19,15%. Como dato positivo figura el significativo aumento del 206% de los productos exportados de material ferroviario. Sobre los destinos, crecieron en su conjunto, excepto al Reino Unido (-5,19%), a EE.UU. (-18,57%) y se produce una novedosa caída del 13,13% de las exportaciones a Alemania.
Ante este escenario, las empresas del metal otorgan una nota media de 6,2 a la situación frente a los 6,5 del trimestre anterior. Por subsectores, esa puntuación se mantiene en la industria, pero baja a 5,9 en las empresas de instalaciones y a 5,8 en la venta y reparación de automóviles. La más elevada es la del comercio del metal con un 7.
Según destacó el presidente de FEMEVAL, Vicente Lafuente, “a los problemas de abastecimiento y precio de la energía, se suman los descensos de los márgenes comerciales y unos elevados costes laborales. Así estamos a pocas semanas de finalizar un año, ante un escenario de incertidumbre perenne, de inseguridad jurídica y de pérdida continua de competitividad, en el que las empresas del metal estamos haciendo lo imposible para recuperarnos. Pero sólo encontramos obstáculos para no avanzar, porque además dependemos de decisiones políticas certeras y presupuestos justos que nunca llegan”.
Las expectativas de negocio se tornan negativas al valorarse la situación a corto y medio plazo con 46 puntos, indicador que se aleja de los 60 puntos otorgados el pasado trimestre. El clima empresarial para un futuro próximo tampoco es optimista en materia de empleo con 47 puntos y en inversiones con 40,10 puntos.
