¿Cuáles son los proyectos industriales más importantes de Andalucía y cómo están evolucionando?
Estamos en un momento clave en lo geopolítico, en lo macroeconómico y en lo climático y, a pesar de la incertidumbre del contexto actual, la economía andaluza continúa mostrando dinamismo. Se trata de un escenario incierto pero que vemos repleto de oportunidades, sobre todo en sectores estratégicos de enorme futuro como las energías renovables, los biocombustibles, la industria extractiva, la aeroespacial, la industria metal-metálica, naval, defensa o el sector químico.
La decisión de crear, por primera vez, una Consejería dedicada al desarrollo de la política industrial, minera y energética muestra una clara voluntad del presidente andaluz Juanma Moreno de situar estos tres factores como elementos clave en la transformación económica de Andalucía. Queremos que la energía sea una palanca estratégica para la industria, y la industria el mejor campo de experimentación para la energía, porque una energía asequible y barata, basada en recursos naturales autóctonos, ayudará a hacer más competitiva la industria y se convertirá en un factor de localización de inversiones. Y en Andalucía queremos avanzar no solo en el despliegue de las renovables, sino que la industria asociada a sus tecnologías se desarrolle en Andalucía, que se quede aquí el valor añadido.
Nuestro objetivo en esta legislatura es alcanzar un Valor Añadido Bruto (VAB) industrial de 20.000 millones de euros en 2026, que nos situaría en el mayor crecimiento alcanzado en una legislatura en los últimos 20 años. El segundo gran objetivo es captar una inversión industrial superior a 20.000 millones de euros. La política industrial que impulsa este Gobierno es ambiciosa y busca crear un entorno de confianza para la inversión y el desarrollo de las actividades industriales.
Actualmente estamos ejecutando el Plan de Acción CRECE Industria, que aspira a movilizar una inversión de 5.100 millones de euros y en el que se han identificado 32 cadenas de valor de bienes y servicios industriales sobre las que se va a actuar con planes sectoriales. ¿Con qué finalidad? El propósito es fijar el valor añadido a los territorios con la generación de ecosistemas industriales. Ya hemos aprobado algunos para el sector de la piedra y el mármol, el naval o el cementero, y otros están próximos a ver la luz para la industria química, metalúrgica, textil, de la madera y el mueble y de la construcción industrializada.
¿Cómo se está adaptando Andalucía a la transición energética? ¿En qué planes de eficiencia energética están trabajando?
El Gobierno de la Junta continúa avanzando en la Revolución Verde que emprendimos en la pasada legislatura, desarrollando para ello una política energética propia con la que convertir nuestra comunidad en referente europeo en energías renovables y en la lucha contra el cambio climático.
La transición energética va a generar importantes oportunidades de negocio, innovación y empleo. Por una parte, debemos aprovechar el inmenso potencial de recursos naturales y las inigualables condiciones climáticas que reúne nuestra región y que la sitúan en una posición de ventaja para ser exportadora de energía limpia. Y, por otra parte, debemos tener muy presente la ocasión que esta transición representa para convertir a la industria andaluza en proveedora de soluciones renovables. Queremos ser el territorio desde el que se desarrollen aplicaciones novedosas que sirvan de inspiración y se puedan escalar. No podemos perder esta oportunidad histórica.
Por todo ello, en la agenda política de la Administración andaluza el impulso a las energías renovables es una prioridad, con una aspiración muy clara para estos próximos cuatro años: convertirnos en la primera comunidad en España en producción de energías limpias. Nuestro objetivo pasa por instalar 12.000 MW adicionales de generación renovable a sumar a los 9.400 MW que ya tenemos instalados en Andalucía, con idea de cubrir el 75% de las necesidades eléctricas de la comunidad con fuentes renovables en 2026.
Justo acabamos de cumplir el hito del 25 de enero tramitando la autorización ambiental de todos los proyectos en tiempo y forma. Hemos resuelto 559 proyectos renovables, de los cuales el 80% han recibido autorización ambiental favorable, lo que supondrá sumar 12.600 nuevos megavatios renovables.
Y como entendemos el papel ejemplarizante que debe tener la Administración pública, desde el Gobierno de Andalucía queremos ser una referencia de compromiso, concienciación y responsabilidad con la eficiencia energética y con los objetivos de reducción del consumo de gas que España ha acordado con sus socios europeos como consecuencia de la guerra en Ucrania. Tenemos previsto aprobar el Plan de Ahorro Energético de la Administración andaluza 2022-2026, con cuya implementación prevemos un ahorro del 12% del consumo eléctrico en el horizonte de 2026 respecto al consumo de 2021, aunque ya venimos llevando a cabo numerosas medidas para mejorar en eficiencia en nuestras sedes administrativas y otros edificios públicos.
¿Qué iniciativas tiene en marcha Junta de Andalucía de apoyo a las pymes industriales?
Queremos consolidar en Andalucía un tejido industrial robusto, dinámico y competitivo, generador de empleo estable y de calidad, que destaque por su nivel tecnológico, sostenibilidad y alta productividad, por lo que esta Consejería ha configurado una nueva política industrial basada en la colaboración público-privada. Se trata de una política alineada con los objetivos de la Estrategia Industrial Europea con horizonte 2030, en la que se traza un nuevo modelo de industria dirigida a la neutralidad climática y el liderazgo digital, que actúe como motor de cambio y lo suficientemente competitiva para responder a la necesidad de reducir nuestra dependencia de proveedores no europeos.
Hemos realizado una labor muy importante a través del Plan CRECE Industria al identificar las 32 cadenas de valor que mencionaba antes y, dado que muchos de estos sectores están localizados territorialmente, tendrán un positivo impacto en comarcas y municipios concretos.
Asimismo, desde la Consejería que represento estamos impulsando iniciativas como la Red Andaluza de Ciudades Industriales para destacar aquellos municipios que ponen alfombra roja a la inversión industrial, y también la mejora y modernización de los espacios productivos andaluces, especialmente de las áreas empresariales y polígonos industriales, en colaboración con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).
En línea con nuestra política de atracción de capital, estamos potenciando diferentes programas de incentivos en apoyo de nuestro tejido industrial. Es el caso de las ayudas complementarias a los incentivos económicos regionales que destinamos a atraer inversión industrial de empresas, especialmente de la industria manufacturera y el sector aeroespacial, de logística avanzada y de servicios altamente tecnológicos. Acabamos de lanzar la convocatoria por importe de 118 millones de euros.
Otro de los nuestros grandes compromisos va a estar centrado en la reindustrialización de aquellos territorios andaluces que se han visto afectados por los cierres de sus centrales térmicas. Hablamos de proyectos localizados en las provincias de Almería, Cádiz y Córdoba que van a poder beneficiarse del nuevo Fondo europeo de Transición Justa que supondrá una inyección de recursos superior a los 153 millones de euros para promover nuevas oportunidades industriales ligadas a las energías renovables y la digitalización. A lo largo de este año se pondrán en marcha los primeros proyectos tractores vinculados a esta iniciativa.
Además, para favorecer los procesos de innovación y mejora energética de las empresas mineras contamos con una línea de ayudas dotada con 15 millones de euros.
¿Qué impacto están teniendo los PERTEs en la región? ¿Cómo se están gestionando los fondos europeos?
Desde el Gobierno andaluz echamos en falta una cogobernanza real con las comunidades autónomas. Consideramos que es fundamental nuestra participación en el diseño de todas estas ayudas para que sean realmente efectivas y cumplir con sus objetivos de dinamizar y transformar el tejido productivo.
Desde la Consejería de Política Industrial y Energía hemos reclamado al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que incluya en el PERTE de Descarbonización aquellos sectores industriales que tienen que afrontar el reto de la economía descarbonizada pero que no han sido destinatarios de subvenciones ni han podido beneficiarse de otros PERTE. Es el caso de la industria extractiva, del sector de la piedra y el mármol, y de la industria del frío industrial y la climatización. Son tres sectores de actividad industrial muy relevantes para Andalucía y que cuentan con altas necesidades de descarbonización y de mejora energética.
Por otro lado, desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, Fedea, se ha alertado de la excesiva lentitud en la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En este sentido, desde el Gobierno andaluz reclamamos la necesidad de que el Ministerio acelere su puesta en marcha y que articule unos procedimientos de solicitud, concesión y justificación lo suficientemente ágiles para que se eviten cargas burocráticas que no estén justificadas.
¿Cómo afrontan la transformación digital?
La transformación digital, junto a la descarbonización y la transición energética, es uno de los retos principales a los que tiene que enfrentarse el sector industrial en estos momentos. El Gobierno andaluz entiende que la digitalización es un asunto capital para el presente y futuro de nuestra tierra, razón por la cual la Junta de Andalucía tiene previsto invertir 1.000 millones de euros hasta 2027 en este ámbito.
Pero si hay algo en lo que este Gobierno está empeñado es en transformar la propia Administración. Andalucía ha pasado de ser un laberinto de normas y trabas burocráticas que ralentizaban nuestro crecimiento a sumar cuatro decretos de simplificación administrativa. Se han bajado impuestos, impulsado ayudas a los autónomos, otorgado incentivos para el empleo estable y se ha recuperado la Formación Profesional para el Empleo.
¿Cómo están abordando la necesidad de nuevos perfiles profesionales?
Avanzar hacia una industria más productiva y competitiva pasa por lograr el necesario equilibrio entre las necesidades laborales de nuestras empresas y el nivel de formación de la población activa. Más aún en un contexto de rápida transformación de las industrias asociado a la transición ecológica y la disrupción del entorno digital. Desde la Consejería apostamos por que el talento sea una de las palancas desde las que crezca nuestra actividad económica para tener más empleo industrial y de más calidad. Por ello, es fundamental aumentar la conexión entre los centros de conocimiento y de formación con la industria para atraer talento innovador y digital a todos los niveles.
Para avanzar más rápido en la adecuación de la oferta educativa con las necesidades del mercado, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, está trabajando de la mano del sector empresarial para adecuar la oferta de FP Dual y la de Formación para el Empleo a las necesidades de nuestro mercado de trabajo industrial.
En los últimos años ha aumentado de forma significativa el número de empresas que colaboran con la FP Andaluza: casi 15.000 empresas y 5.000 autónomos, además de 8.500 empresas que participan en la FP Dual. Es una apuesta muy importante la que estamos haciendo desde Andalucía por mejorar las capacidades de nuestros jóvenes y adecuarlas a las necesidades reales del tejido productivo.
¿Cuáles son sus demandas a la Administración Central para apoyar la política industrial en la región?
El Gobierno de Andalucía lleva instando en los últimos meses al Gobierno central a que España aproveche al máximo todo su potencial industrial con los nuevos instrumentos que pone a nuestra disposición Europa. ¿Por ejemplo? Pues aprovechando el marco renovado de ayudas de Estado como consecuencia de la guerra en Ucrania, que permite dar ayudas directas a empresas cuya actividad es electrointensiva e intensiva en gas para amortiguar el encarecimiento de los costes energéticos. Países como Francia, Alemania o Italia comenzaron a hacerlo antes con el evidente impacto sobre la competitividad de nuestra industria nacional.
Desde Andalucía queremos sumar. Por ello, hemos realizado aportaciones al anteproyecto de la Ley de Industria, en el que consideramos que las comunidades autónomas debemos tener más protagonismo y aprovechar la oportunidad para reducir cargas administrativas y avanzar en la simplificación de trámites para el sector.
Andalucía comparte la necesidad de revisión de la ley actual, que se remonta a 1992, para adaptarla a la realidad actual del sector industrial y atender a los retos estratégicos a los que se enfrenta: reindustrialización, descarbonización y transición energética, y digitalización. Por ello, el Gobierno andaluz ha trasladado 80 propuestas específicas que afectan al objeto, alcance y principios de la ley; a las estructuras de gobernanza del ecosistema industrial; al impulso de la competitividad, la sostenibilidad, el conocimiento, la difusión y la cultura industrial; a la seguridad y calidad industrial; al registro integrado industrial y al régimen de infracciones y sanciones.
¿Qué ofrece Andalucía para incentivar la inversión industrial?
Además de los programas de incentivos que le he comentado anteriormente, como las ayudas complementarias a los incentivos económicos regionales por 118 millones de euros para atraer proyectos industriales tractores o el Fondo de Transición Justa, estamos desarrollando una nueva herramienta de apoyo a los proyectos de inversión en las etapas más preliminares, en las que se determina la decisión de invertir en un territorio. Este nuevo instrumento irá orientado a afrontar los primeros gastos de un proyecto industrial, desde la compra de terrenos a la construcción de un edificio, para incentivar la localización de inversiones en Andalucía.
Al margen de programas de ayudas, y en línea con nuestra obsesión de simplificar burocracia y agilizar trámites, contamos con un elemento singular y diferenciador que evidencia el interés de Andalucía por atraer proyectos de inversión a la comunidad.
Le hablo de la Unidad Aceleradora de Proyectos (UAP). La UAP nació con la idea de evitar que proyectos de inversión se fueran a otras regiones desmotivadas por las dificultades que encontraban en la tramitación administrativa de sus proyectos. La misión de la UAP es lograr que este tipo de proyectos generadores de riqueza y empleo puedan tramitarse ante la administración autonómica con agilidad y eficacia, y para ello hay funcionarios muy formados que acompañan y asesoran a los inversores en todo el proceso de tramitación.
La Unidad Aceleradora de Proyectos impulsa en la actualidad 119 proyectos con una inversión superior a los 8.700 millones de euros que supondrán la generación de más de 39.000 empleos.
¿Por qué se decidió el Gobierno central por Sevilla para ocupar la sede de la Agencia Espacial Española?
La elección de Sevilla como sede de la Agencia Espacial Española ha supuesto una excelente noticia por el positivo impacto que tendrá no solo para la provincia, sino para el conjunto de Andalucía. La fortaleza de la sede hispalense radica en la tradición y experiencia de la industria aeroespacial sevillana y la pujanza de su ecosistema de innovación. Andalucía cuenta con 141 empresas del sector, de las que la inmensa mayoría (104) se ubican en la provincia de Sevilla, que concentra, además, el 26% de los grupos de investigación y el 42% de los organismos públicos asociados al espacio.
En los próximos cuatro años, el Gobierno andaluz tiene el firme compromiso de seguir potenciando el crecimiento del sector, atendiendo a su mayor competitividad y proyección internacional, a través del desarrollo de la Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2021-2027, una planificación que elaboramos en colaboración con las propias empresas del sector y que prevé una inversión de 572 millones de euros, de la que el 51% será de aportación pública.