¿Cuáles son los resultados del Plan Industrial 2020 – 2025 de la Comunidad de Madrid?
Con respecto a los resultados del Plan actual 2020-2025, estamos muy satisfechos, porque contaba con más de 500 millones de euros de presupuesto por parte del Gobierno regional y en el último balance que presentamos hace escasos meses con las asociaciones empresariales y los sindicatos las cifras de ejecución rondaban el 80%, es decir, 400 millones de euros ya han sido invertidos en el tejido industrial madrileño. Eso nos hace sentir muy optimistas. Hemos dado un empuje muy importante al plan en esta nueva legislatura. Pero al final lo más importante no es cuánto sino en qué, dónde está yendo toda esta cantidad de recursos.
Debemos tener en cuenta esos seis ejes estratégicos que componen el Plan Industrial. Querría destacar las ayudas que estamos dedicando para fomentar la competitividad del tejido empresarial industrial. Algunas de estas ayudas son gestionadas desde la Dirección General de Promoción Económica e Industrial, pero otras lo son desde otras consejerías de la Comunidad de Madrid. Este Plan Industrial, en realidad, es de toda la Comunidad, transversal, donde participan, por supuesto, la Consejería de Economía, pero también la de Medio Ambiente, Agricultura e Interior que tiene las competencias atribuidas en materia de energía; la de Digitalización, que tiene muchas iniciativas; la de Educación, en el ámbito del talento.
La formación y el empleo también constituyen otro eje fundamental. En este sentido, estamos haciendo un esfuerzo importante para acercar más la formación a las necesidades que tiene la industria.
También trabajamos en la rehabilitación y mejora de las áreas industriales de la Comunidad de Madrid. Hemos percibido un avance importante en ese sentido.
En inversión industrial estamos detectando un momento muy importante, porque vemos mucho apetito inversor y empresarial para venir a Madrid a ejecutar grandes proyectos.
En definitiva, estamos actuando desde la administración pública como un catalizador, siendo mucho más proactiva y no reactiva para estar continuamente pendientes de cómo responde el mercado y estar preparados y no quedarnos atrás en esta carrera de la reindustrialización.
Nos sentimos en disposición de ejecutar el 100% del Plan de aquí al próximo año y finalizar bien su cumplimiento.
Los resultados macro dentro de la Comunidad nos hacen sentir también muy optimistas. Pensamos que estamos generando tracción. Madrid es hoy la segunda región industrial de España, que ya lo era hace 3-4 años, con la diferencia de que estamos empezando a cerrar la brecha con la primera que es Cataluña. Por ejemplo, la cifra de negocios de las empresas industriales se está acercando. El peso y la aportación que Madrid realiza al Valor Añadido Bruto (VAB) de la industria a nivel nacional es cada vez mayor y se acerca a esa primera región. Se trata de tener no solo más industria, sino mejor industria.
Otro dato que querría recalcar y que me parece muy llamativo con respecto a la calidad de la industria que tenemos en la Comunidad, tan resistente: la evolución del Índice de Producción Industrial (IPI). Si comparamos 2019, es decir, previo a la crisis del COVID, con respecto al último año cerrado, esto es, 2023, y tomamos el IPI medio anualizado, observamos que la Comunidad no sólo ha recuperado los niveles previos, sino que ha crecido un 7,5% aproximadamente. Sin embargo, la media nacional aún no se ha recuperado, lo que es alarmante. Estamos a 1,3 puntos de hacerlo. ¿Qué dice eso? Que la industria madrileña está siendo mucho más resistente a los desequilibrios que se están dando a nivel internacional.
¿En qué novedades y correcciones están trabajando ya para la elaboración del siguiente Plan Industrial?
Con esta base que ya partimos del primer Plan Industrial hemos aprendido muchísimo. Cosas positivas y cosas menos positivas. Eso es lo bueno de esto: el proceso de aprendizaje. Con estos mimbres podemos diseñar este nuevo Plan. Lo más significativo de este Plan va a ser su objetivo.
Tiene que quedar muy claro que el Plan va a ser la medida más importante de esta Dirección General. Y como corolario de ello, el objetivo del Gobierno regional es poner a la industria en el foco de la economía regional. Ha habido un cambio importante, que es reconocer la importancia del sector industrial para la economía madrileña no solo por lo que contribuye en términos de PIB sino por su generación de empleo mucho más estable y altamente cualificado, un sector que tracciona y genera mucha innovación e inversión. Este Plan va a ser uno de los principales hitos de esta legislatura. El objetivo es la reindustrialización, que el peso de la industria en la Comunidad ocupe un lugar cada vez mayor y de mayor calidad.
Aunque sea en el vigente Plan, ya estamos poniendo a disposición del tejido nuevas ayudas que no estaban en el marco inicial como son las de digitalización, porque nos hemos dado cuenta de que las empresas están teniendo muchos problemas para la inversión, por ejemplo, en capital, en equipamientos e infraestructuras, y por tanto queremos apoyar a las empresas en estos procesos. Son ayudas de adquisición de nuevos medios productivos para las pymes madrileñas. Este año sacamos una convocatoria para medianas empresas, de 50 a 1.000 empleados de plantilla media. Ha tenido un éxito muy bueno. Lo que queremos el año que viene, y podemos adelantar, es crear una línea similar pero para las empresas más pequeñas, es decir, de 1 a 49 empleados, que al final constituyen el 99% del tejido empresarial.
El nuevo Plan va a estar muy adaptado al entorno actual económico que afecta a la industria. Tiene que ser un Plan no estático, que no sea ajeno a la realidad. Queremos hablar mucho de autonomía estratégica abierta, como está haciendo Europa; queremos plantear, y esto también va a ser innovador, una serie de iniciativas emblemáticas para ciertos sectores estratégicos que ya se han definido en la Comunidad de Madrid, todos ellos son industriales…
¿Por ejemplo?
Aeroespacial y defensa, semiconductores, centros de datos, farmacia y biotecnología, digitalización e inteligencia artificial, automoción, movilidad y logística. Esos son los principales.
Con este mapa de sectores estratégicos industriales, vamos a plantear ciertas iniciativas de calado para todas, pero sin olvidar que toda la industria en general es importante: la agroalimentaria, la textil… pero desde el punto de vista de generación de impacto económico sabemos que los mencionados son los grandes players.
En el ámbito de los polígonos industriales, vamos a dejar de hablar de ellos para centrarnos más en la creación de clústeres. Creo en el concepto de clúster o de distrito industrial , a imagen y semejanza como los que existen en Reino Unido, Italia o Alemania, que no es una mera localización de empresas en un polígono sino que además en ese distrito se van a diseñar una serie de servicios que permitan generar economías de aglomeración en ese tejido industrial. Hablo de compartir recursos, generar conocimiento, asesoramiento. En función de diversas áreas geográficas en la Comunidad, queremos fomentar diversos distritos industriales.
No me quiero olvidar de otros dos aspectos fundamentales que a nuestro modo de entender son las principales barreras que nos identifican las empresas: el más estructural es la falta de talento industrial, la brecha de capacidades y competencias en el mercado. Hay una demanda no satisfecha que reclaman las empresas. Ahí estamos trabajando muy de la mano con la Dirección General de Empleo y la de Formación para, en base a un diagnóstico dinámico, apuntar a competencias no solo tecnológicas como la inteligencia artificial o el blockchain sino también las mal llamadas habilidades blandas como la capacidad para trabajar en equipo. Queremos tener una comunicación mucho más directa y frecuente con las empresas para que nos reclamen permanentemente por dónde va el mercado. Para tomar nota y enriquecer los itinerarios formativos y los programas ya disponibles, por supuesto con centros de Formación Profesional, de Formación para el Empleo, universidades, centros de negocio… Tender un puente de comunicación mucho más directo que permita de forma dinámica, y esto es un reto, que venga el talento y perciba el atractivo del sector industrial.
El otro que no quiero dejar de mencionar es el de la energía, que va a ocupar un papel importante en el Plan Industrial, habida cuenta de los problemas que estamos teniendo. Me refiero a la planificación, por parte de Red Eléctrica. En Madrid estamos percibiendo que no se está invirtiendo en las redes de distribución para dotar de potencia suficiente a las industrias madrileñas. Por lo tanto, necesitamos identificar alternativas como el autoconsumo industrial o el almacenamiento de energía. Tal vez otras como la generación.
Es un mandato de la consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Rocío Albert, que este nuevo Plan Industrial sea un plan excelente, que atienda a las necesidades que nos reclama el sector. Va a ser un Plan de arriba abajo, pero también de abajo arriba.
¿Por qué la Comunidad de Madrid se distingue en la evolución del IPI con respecto al resto de España?
Esto no es mérito de la Administración, más allá de dejar hacer. Nosotros no tenemos competencias en la fiscalidad empresarial, pero sí tenemos la capacidad de no poner impuestos propios, como tienen otras comunidades. Cataluña tiene 15 o 17 propios a las empresas o particulares. La Comunidad de Madrid, desde hace varios años, decidió eliminar todos los impuestos propios que había. Eso ha trasmitido, en nuestra opinión, un mensaje de seguridad jurídica y de estabilidad a las empresas que saben dónde vienen.
Otro pilar importante para esa diferencia de resultados es el esfuerzo que estamos haciendo para la simplificación administrativa, para que sea más flexible. Humildemente, recogemos el guante, porque tenemos mucho camino por recorrer. Las empresas tienen muchas barreras administrativas para ejecutar sus proyectos. La odisea administrativa, que no es un viaje sencillo, para saber a qué puerta tocar para entender cuál es la licencia necesaria. Y los plazos, que en muchos casos demoran las inversiones y las hacen muy sensibles a que finalmente puedan generarse. Aquí estamos desarrollando instrumentos como el acelerador de inversiones que, en convenio con los ayuntamientos, permite reducir hasta un 50% los plazos administrativos. Y para proyectos de inversión muy emblemáticos y de altísimo valor, tenemos otro instrumento que son los proyectos de alcance regional, similares a los existentes en otras comunidades.
Y por supuesto, el Plan Industrial, que ha ido introduciéndose poco a poco en el sector. Asociaciones como CEIM o AECIM y los sindicatos nos transmiten la satisfacción de palpar que de verdad hay un Plan Industrial.
Eso ha hecho posible que una de cada cuatro empresas de alta y media tecnología de España esté en Madrid. Y también lo percibimos en los números de inversión extranjera que llegan a la industria. Un dato: en el primer semestre de 2024 han llegado a la Comunidad 2.000 millones de euros, lo que representa el 63% del nivel nacional, es decir, casi dos de cada tres euros de la inversión industrial extranjera.
¿Qué otras medidas concretas están tomando para el fomento de la inversión?
Primero, identificar los sectores estratégicos, dando un mensaje de visibilidad. Segundo, los instrumentos ya mencionados. Y tercero, la estrategia de inversión que está orquestada por la oficina Invest in Madrid, que depende de la Consejería de Economía pero que ha conseguido ser transversal a toda la Comunidad de Madrid. Esta agencia ha permitido tener mapeados todos los proyectos de inversión por parte de las empresas y ha puesto a disposición de los inversores todos estos activos que se ha plasmado en un Cuaderno de Venta para el inversor, presentado este año por la presidenta. Ese Cuaderno es una guía que permite entender en detalle cuáles son todos estos activos; desde ayudas a talento, pasando por infraestructuras; en definitiva, todo el ecosistema que ofrece Madrid para que elijan este sitio y no otro. Eso también ha sido innovador. Y un cuarto es toda la visibilidad y comunicación que estamos teniendo con los municipios de Madrid, sin obviar que la gran mayoría de los municipios son del mismo signo. Con Invest in Madrid estamos visitando todos los meses los municipios para comunicarles la apuesta por la industria, ofreciendo ayudas a los polígonos, e instándoles a que nos identifiquen el suelo que tienen. En la Comunidad de Madrid todavía hay mucho suelo industrial. Eso se plasma en el Portal del Suelo 4.0.
Ha hablado de innovación… ¿qué rol tiene esta en la política industrial madrileña?
Para nosotros, la innovación es sinónimo de política industrial. No percibimos que la industria sea de alto valor añadido si no tiene un ADN de innovación en las entrañas de las empresas. Dentro de la innovación, la digitalización es una de las palancas clave. Otro dato: la Comunidad de Madrid, solo en 2024, ha concedido 9,5 millones de euros del presupuesto para fomentar la digitalización de las pymes industriales. Más de 100 pymes se han beneficiado de las ayudas para adquirir software, hardware, maquinaria que contenga un ámbito de digitalización en sus procesos para ser más competitivas y eficientes. Prácticamente todas nuestras iniciativas contemplan el eje de la innovación. Por ejemplo, hace pocos días el Gobierno anunció una inversión de 30 millones de euros para el Sello de Excelencia y Cheque de Innovación para fomentar la innovación en empresas pequeñas y startups. El ecosistema de startups en Madrid es muy importante. Adoptamos esquemas de colaboración público-privada como la iniciativa Patio para crear un vivero de startups. Estamos muy atentos a los nuevos modelos de negocio con tecnologías como la inteligencia artificial o el blockchain. Y aquí juegan un papel diferencial los clústeres, los creados por la Comunidad de Madrid y algunos nuevos que vamos a poner en disposición en los próximos meses. Quisiera mencionar el de la industria agroalimentaria, el de semiconductores, el de ciberseguridad…
¿Qué iniciativas están tomando para paliar esa falta de talento de la que ya ha hablado?
No queremos trabajar en silos, y dado que la industria es muy transversal, estamos planteando medidas muy concretas que atacan aquellas competencias más latentes que no están siendo satisfechas en le mercado, por ejemplo, las digitales. Hace pocos meses, la consejera de Economía anunció la aprobación del Plan de Talento Digital, dotado con 20 millones de inversión, trabajado de la mano con cuatro grandes proveedores tecnológicos a nivel internacional que ofrecerán formación a miles de profesionales que quieran mejorar esas competencias. Esos proveedores tienen un compromiso de contratación del 60%. Con la ventaja de que, una vez obtenida la formación, se les entrega una certificación.
Otro plan más general pasa por fortalecer la red de alianza con centros de FP. Muchas empresas están creando centros de formación internos siendo conscientes de que en un mercado tan dinámico es necesaria la formación a lo largo de toda la vida. Estamos dando más recursos a los centros de referencia nacional de FP, por ejemplo, el de Leganés, dedicado a competencias electromecánicas. En estos centros la empleabilidad es del 70%. El drama es que aun muchas empresas no lo conocen. Por eso queremos transmitir ese activo que tenemos.
También vamos a trabajar en un diagnóstico por parte de las empresas, asociaciones y portales de empleo para que nos nutran permanentemente en los perfiles que demanda la industria y de esa manera mejorar los itinerarios formativos. Para acercar mucho más la formación a la industria.
En definitiva, nos estamos enriqueciendo mucho también con las universidades, que están haciendo un esfuerzo orientado no solo a los perfiles de educación superior sino también en la formación de perfiles de tipo medio, que es donde, creo, está la principal brecha.
Otro pilar de la industria es la internacionalización. ¿Qué papel debe jugar en la estrategia de las empresas industriales madrileñas?
Para nosotros, la internacionalización ha sido importante, pero ahora, más. ¿Por qué? Porque desde el punto de vista más conceptual, no creemos en una política industrial casi cerrada, como algunos en Europa reclaman, lo cual me preocupa. La autonomía estratégica siempre debe ser abierta. Con ese matiz, queremos contribuir a que las empresas madrileñas, a parte de abastecer y cubrir la demanda nacional, puedan también participar en mercados exteriores y en las cadenas de valor globales. No vamos a cerrarnos a la globalización, porque no es incompatible jugar un papel importante en la industria y ser aperturistas.
Contamos con la colaboración de la Cámara de Comercio de Madrid en algunos programas como la Ventanilla Única de Internacionalización, que atiende y da un asesoramiento integral a empresas pequeñas que no tienen los conocimientos o los recursos. Y también fomentar que la financiación para esa internacionalización sea lo más sencilla posible. En este sentido trabajamos mucho con Aval Madrid, la sociedad de garantía recíproca.
Es maravilloso ver en Madrid empresas que pueden ser pequeñas pero que son competitivas en mercados como Asia o Estados Unidos o Europa, aunque aquí el mercado es más único, pero con cierta fragmentación. Me sorprende ver empresas que tienen actividad en decenas de países.
No es casual que, dentro de unos días, el próximo día 22, se celebre un evento en Madrid en el que se relaciona la internacionalización como estrategia para un sector industrial como el de la defensa que ahora mismo está en alza. ¿Qué nos puede decir de este sector y cómo se está fomentando en la Comunidad?
La industria de defensa ha sido definida como estratégica por la Comunidad de Madrid; por tanto, le confiere una especial relevancia. Estamos esforzándonos en detectar cuáles son las principales barreras o necesidades que tienen estas empresas, mucho más punteras tecnológicamente, que reclaman un perfil mucho más cualificado y tienen una necesidad de inversión en capital e infraestructuras mayor que otras industrias. Sabiendo que la internacionalización es una palanca, lo que queremos hacer es dar visibilidad a esas compañías.
El sector de la defensa, tradicionalmente, ha sido muy cerrado y hermético por razones de soberanía nacional, y aún hay ciertas barreras de entrada, pero consideramos que tenemos la ventaja de que en Madrid contamos con un tejido de industria de defensa muy potente, en el sentido amplio, pues incluimos la industria aeronáutica y espacial, el New Space, que será clave en nuevas aplicaciones. Queremos potenciarla. En los próximos días vamos a patrocinar una jornada que está contando con mucho apoyo, con empresas como Escribano, Airbus, Sener… Y es fundamental que brinden a otras más pequeñas que están en el sector aportando en la cadena de valor los casos de éxito o las mejores prácticas que están haciendo para la internacionalización.
La internacionalización te permite diversificar riesgos que eso es importante, pero además te permite adquirir un conocimiento para luego incorporarlo a tus procesos productivos. Cuanto más aperturista eres en los mercados, más capacidad luego tienes de resistir los desequilibrios.
Seguimos teniendo una Ley de Industria de 1992 y hay un anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros hace semanas… ¿Cree que lo aprobará el Parlament antes de final de año como quiere el ministro Jordi Hereu?
Veo muy difícil que haya una Ley de Industria antes de que acabe el año sobre todo por la dinámica parlamentaria que tenemos ahora mismo en el Congreso de ls Diputados. También hay que decir y lamentar que han pasado más de 30 años para poder contar con una nueva Ley de Industria que le ofrezca al sector los cambios regulatorios que precisa el mercado para que el tejido sea más competitivo. No tiene sentido que en un sector como el industrial que cambia cada día sigamos con un entorno regulatorio de la época de los 90. Es verdad que el punto de partida no ha sido sencillo. Desde la Comunidad de Madrid y me consta que desde otras comunidades venimos reclamando al Gobierno que fije el sector industrial como prioritario y que contemos con ese punto básico que es la nuva Ley de Industria.
Presentaron el anteproyecto y nosotros presentamos nuestras alegaciones. Nuestra visión de la nueva ley es que recoge ciertos aspectos positivos como el talento, la innovación la agilidad administrativa que nos parecen muy interesantes. Sin embargo, es de lamentar que el borrador tal y como está, salvo que cambie, no atiende a algunas necesidades críticas y una de ellas es la energía. En el proyecto sí hay un artículo que habla de las industrias electrointensivas, pero, por desgracia, no viene acompañado de una reforma de la ley del sistema eléctrico, en definitiva, de la planificación casi quinquenal y soviética que se hace desde Red Eléctrica y el MITECO. Creemos que ese es el principal problema que la ley no está recogiendo. Hay otros como la fiscalidad empresarial industrial, que está siendo muy dura. Hay impuestos muy confiscatorios, empezado por el Impuesto de Sociedades. Y luego ciertos impuestos que, a la luz de las declaraciones del Gobierno, quieren implantar para el tejido industrial, lo cual nos preocupa, porque un tejido que soporta una presión fiscal mayor difícilmente puede ser más competitiva.
¿Qué es lo que proponen?
Hemos presentado alegaciones al articulado del antproyecto de ley que esperamos que el Ministerio recoja. Algunas son de tipo más técnico, pero las principales son esas: que atienda a la elevada fiscalidad y la energía. Creemos que esta Ley no va a servir de nada si no viene acompañada de una reforma integral en la capacidad que tiene el Gobierno de la nación de garantizar las inversiones necesarias para que la industria cuente con la potencia eléctrica necesaria. Ahora mismo es frustrante ver no solo inversiones nuevas que quieren venir a la Comunidad de Madrid y no se pueden desarrollar por falta de potencia sino también de industrias ya instaladas aquí, algunas de ellas muy importantes no solo para Madrid sino para España, en sectores estratégicos, que no pueden abastecer la demanda del mercado porque no cuenta con la potencia suficiente.
¿Está hablando de data centers?
No, ni mucho menos. Hablo de otras industrias ya operativas en Madrid. Por ejemplo, la industria farmacéutica. Sabemos que hay un conflicto con los centros de datos, porque son muy intensivos y reclaman mucho consumo eléctrico.
¿Cuál es el problema?
Hay que incidir en que las subestaciones, donde están enlazadas las redes de distribución y de transporte, cuenten con mayor potencia para que las industrias puedan incorporar megavatios adicionales.
¿Y Red Eléctrica que aduce?
Que no tienen recursos suficientes para poder garantizar esas necesidades. En la Comunidad vemos que esa justificación que dan es especialmente crítica, dado que en la última planificación no hubo ningún tipo de inversión relevante en la Comunidad de Madrid. No entendemos por qué no se está haciendo un esfuerzo de inversión en la Comunidad, que es la primera región económica de España, la que más crece y aporta al PIB nacional y la que tiene más crecimiento demográfico.
Necesitamos que el Estado, por una visión nacional, entienda que las necesidades de electrificación de la economía madrileña son muy acuciantes y que es necesario poner el foco aquí.
¿Qué relación mantienen con el Ministerio de Industria?
Tenemos con ellos una relación a nivel técnico muy buena, en algunos ámbitos, por ejemplo, en seguridad industrial donde Madrid es pionera. Pero en el plano político y de decisión, queremos y reclamamos al Gobierno que entienda que Madrid es una región industrial cada vez más importante y que, sin la colaboración de ellos, vamos a tener muchos problemas para que se lleve a cabo la reindustrialización.
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