Para ella, la sostenibilidad es más que medioambiental pues también afecta al pilar económico y social. “La sostenibilidad es una tarea de todos y genera valor”, y ahí la industria tiene un papel fundamental pues se trata de transformar el modelo de empresa para que tenga un impacto positivo no solo en la vertiente ecológica, lo que abre una serie de oportunidades para adaptarse a los nuevos requerimientos y obtener ventajas competitivas.
La primera recomendación que hizo Martínez del Amo fue hacer un plan estratégico de RSC que incluya un plan de descarbonización y hacer una memoria de sostenibilidad que se alinee con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promulgados por la ONU.
Ante el actual “tsunami regulatorio” (la Directiva CSRD o sobre la gestión de envases, por poner dos ejemplos) y la preocupante situación ambiental actual (con falta de recursos y emergencia climática), las soluciones están en la descarbonización y la economía circular.
¿Cómo se puede contribuir a mejorar la descarbonización y la economía circular?, se preguntó la ponente. “Creando productos con menos huella de carbono y menor consumo de energía en todo su ciclo de vida”. Los productos deben optimizar su uso y eso se puede hacer estudiando su ciclo de vida. En lo referente a la economía circular, los productos deben tener un ecodiseño y ser reciclables.
“Nuestro negocio es el traslado de agua”, subrayó la directiva de Molecor y en este sentido citó los ODS número seis (agua limpia y saneamiento), siete (energía asequible y no contaminante), nueve (industria, innovación e infraestructura), once (ciudades y comunidades sostenibles), doce (producción y consumo responsables), trece (acción por el clima), catorce (vida submarina), quince (vida de ecosistemas terrestres) y diecisiete (alianzas para lograr objetivos).
