Para la ejecutiva, el “éxito es cumplir con el triple beneficio: económico, medioambiental y social”. No obstan/te, reconoció que es una tarea complicada alcanzar los criterios de sostenibilidad, de descarbonización, los ODS, los ASG (los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) si no se alinean estos tres objetivos.
El secreto, en su opinión, es introducir estas variables en el diseño, lo que provocará un proceso transformador, eliminando lo superfluo y cambiando toda la cadena de suministro y de venta. Otro punto destacado por ella se refiere a dar valor a los residuos y que estos se conviertan en productos. Entonces, la sostenibilidad se convierte en pura eficiencia y esta eficiencia se convierte en beneficios, en ingresos. “Hemos transformado un problema en una oportunidad”. Estas empresas, dijo, transforman el coste de las materias primas, porque su residuo puede ser un ingreso.
De esa manera, se ve la posibilidad de implantar esta sostenibilidad, pasando del actual modelo económico lineal a una economía circular, donde el producto nunca se desecha. Este ecosistema circular es la base del modelo de economía de impacto positivo, dijo Rams. La sostenibilidad hace más resilientes a las compañías. De esta manera, añadió, “ser sostenible es mucho más rentable”.
Se trata de no solo de adaptar el producto sino también la forma de producir, cambiando las fábricas. “Aceleramos empresas que quieren este cambio” y que apuestan por esta “nueva forma de hacer negocios”. “Toda la economía debe transformarse. Bienvenidos a la nueva era del impacto positivo”, concluyó la conferenciante.