El directivo recordó la “gran dimisión”; la pandemia por el COVID 19 desató la renuncia de miles de personas que se replantearon su vida laboral porque no les daba la felicidad. De hecho, según Microsoft, el 40% de la fuerza laboral está dispuesto a dejar su empleo.
El confinamiento también potenció los negocios online/digitales, multiplicando la necesidad de profesionales al respecto, lo que ha dado que el 56% de las empresas españolas tengan problema para conseguir talento. Según Manpower, “en España las empresas con más problemas para cubrir vacantes son las de más de 250 empleados, siendo las de menos de 10 las que menos”.
Las medidas para evitar esta situación incluyen la mejora de las condiciones y del entorno laboral, pero eso tiene un riesgo. El empleado se va el mejor postor. “Creamos un mercenario, en vez de un trabajador”, apostilló. “Ha habido un cambio de paradigma laboral”. Antes el compromiso era la dedicación exclusiva, excesiva y presencial, aunque no fuera necesaria. Ahora ha cambiado el concepto de compromiso y la gestión del liderazgo por parte de las empresas. “Antes era el ordeno y mando y ahora es el coach y el guía”, destacó el conferenciante iTALKER.
“Se buscan empresas con alma”, enfatizó Quintero, firmas que piensen en cómo con su labor ayudarán a sus trabajadores, colaboradores, consumidores, clientes, más allá del beneficio para sus inversores.
La idea es hacer programas especializados para cada empleado. Ahí entran en juego la IA y los datos que sirven para:
- Identificar al talento; reconocer al talento correcto y atraerlo
- Desarrollar al talento; gestionar las necesidades y el rendimiento de cada persona, para ayudarlo a crecer capacitándolo, guiándolo, dándole retos y responsabilidades
- Enamorar al talento; se trata de identificar los top performers e invertir para enamorarlos (no retener) y evitar así su frustración (no su fuga).