Para él, la clave de la innovación radica en hacerse la pregunta de ¿por qué? Por ejemplo: ¿Por qué no se utilizaban materiales ligeros en la fabricación de trenes? ¿Por qué no se probaban prototipos que pudieran ir a más velocidad? Respondiendo a esas incógnitas llegó el concepto revolucionario del tren de estructura de aluminio, un material extraño a este sector hasta entonces y que solo se empleaba en aeronáutica.
Desde Talgo, subrayó García a la audiencia de industry TALKS, trabajan con cinco prioridades:
- Sostenibilidad
- Experiencia del pasajero (Confort)
- Seguridad
- Disponibilidad y versatilidad
- Smart Trains.
“El tren propulsado por hidrógeno es un gran reto”, destacó García. No existen todavía trenes duales hidrógeno-eléctrico circulando por las vías, pero lo harán sin duda en los próximos meses. “Es un concepto muy disruptivo”, añadió. Talgo ya está ultimando los primeros prototipos que saldrán “pronto” al mercado, dijo, probablemente antes de que acabe este año serán una realidad. Es el tren llamado Vittal One, que permitirá eliminar los gases de efecto invernadero en el transporte de viajeros y de mercancías.
También trabajan en aligerar los vagones. Del acero pasaron al aluminio. Y ahora le toca a los materiales compuestos, donde incluso las rodaduras son de fibra de carbono. Eso reduce considerablemente el peso de los coches, hasta en 100 toneladas en cada uno de ellos.
“Menos peso significa optimización y menos gasto teniendo en cuenta la importancia de la economía circular”, subrayó el director de Innovación de Talgo. Sin embargo, todas estas mejoras “no tienen sentido si los trenes no se llenan de pasajeros para que el viaje sea una buena experiencia, mejor que la carretera y el avión”, manifestó. De ahí que la empresa tenga una aplicación que se ocupa de la seguridad del equipaje.