“¿Os imagináis que la basura se convierta en biocombustible o que la compra nos la traiga un dron o que un vuelo Madrid-Nueva York se haga solo con un piloto? Pues ya es el presente. Estamos trabajando en estos retos”, dijo la ingeniera aeronáutica, al presentar los Centros de Excelencia.
Dos razones motivaron, según comentó Maestre, la creación de estos instrumentos de fomento de la innovación; primero, trabajar en favor del desarrollo de la seguridad, fundamento de la aviación moderna; y segundo, poner en contacto empresas, universidades y centros tecnológicos.
El primero de ellos es el Centro de Excelencia de Sostenibilidad en Aviación, en el que se trabaja para que en dos os tres años veamos que las basuras se convierten en biocombustible para el transporte aéreo. En concreto, trabajan con vertederos en Madrid y Tenerife. Otro proyecto contempla el reciclaje de aviones, en especial, los componentes que tienen plásticos y fibra de carbono. En este cuentan con la colaboración del aeropuerto de Teruel que ofrece un hangar para el reciclado. También trabajan en el desarrollo de aeropuertos más silenciosos y menos contaminantes, así como en motores más eficientes.
El segundo Centro de Excelencia se ocupa de los drones, cuyas múltiples aplicaciones futuras se antojan “infinitas”, declaró Maestre. Uno de los principales retos de estos sistemas no tripulados es su integración en el espacio aéreo. El sobrevuelo de ciudades se debe realizar con garantías de seguridad gracias a desarrollos tecnológicos que prohíba a los aparatos sobrevolar zonas prohibidas, detectar y alejarse de aviones y helicópteros, creando “una burbuja imaginaria y así evitaremos incidentes”, dijo.
El tercero es el Centro de Excelencia de Factores Humanos, que surge para ayudar a responder la cuestión sobre ¿cómo desarrollar la interfaz entre personas y máquinas para garantizar el crecimiento del tráfico aéreo de forma segura y ordenada? Este Centro se ocupa de enseñar a los futuros pilotos y controladores cómo interactuar con las máquinas, dados los grandes avances en automatización e inteligencia artificial.
La idea final es interesar a inversores y universidades, a todos los actores implicados, bajo el paraguas de la seguridad, porque “sin seguridad no hay sector”, destacó la directora de la AESA.