¿Cuál es la situación actual del sector? ¿Cuáles son sus características? ¿Y sus principales problemas? ¿Qué aporta a la economía nacional?
La industria española del reciclaje atraviesa una situación de razonable optimismo en general, dado que en la mayor parte de los flujos de residuos las empresas han conseguido volver a alcanzar tasas de reciclaje iguales o incluso superiores a los niveles de la prepandemia del coronavirus.
Sus principales características nos hablan de que estamos ante un sector muy atomizado, formado mayoritariamente por pymes, de carácter familiar, pero que, dada la sobre regulación existente, así como otros factores como la enorme carga administrativa que padecen las empresas, observamos una mayor concentración empresarial en estos últimos años.
Estos dos factores anteriormente mencionados son quizás los problemas más persistentes que padece el sector y para los que desde FER llevamos muchos años reclamando una solución por parte de las distintas Administraciones Públicas.
Otros problemas tienen que ver, por ejemplo, con la competencia desleal que padece el sector por parte de determinadas instalaciones o campas ilegales que, sin hacer frente a las autorizaciones pertinentes o al pago de los impuestos correspondientes, están repartidas a lo largo de nuestra geografía y que generan un doble perjuicio: económico, a las empresas que operan acordes a la legalidad, y medioambiental, por una forma de gestionar los residuos totalmente al margen de la legalidad actual.
Un asunto que actualmente también puede ser problemático para el sector y, por extensión para la capacidad de que nuestro país alcance los objetivos de reciclaje que nos ha marcado la Unión Europea, es la peligrosa tendencia a favorecer al sector público y la creación de desventajas competitivas a las empresas privadas en las últimas normativas sobre residuos implementadas en nuestro país.
Tampoco podemos olvidar que las probables restricciones a la exportación de materias primas recicladas podrían poner incluso en serio riesgo al propio modelo de economía circular, al obtener justo lo contrario de lo que se pretende, que no es otra cosa que desincentivar el reciclaje.
Por último, en relación a la aportación económica del sector, las empresas recicladoras generan anualmente más de 10.000 millones de euros de volumen de negocio. Si hablamos en términos de PIB, la industria española del reciclaje supone alrededor del un 1% sobre el total.
Pero, más allá de los valores estrictamente económicos, debemos hablar de la aportación de esta industria a cuestiones tan importantes como el ahorro energético o el ahorro de emisiones contaminantes que, ahora más que nunca a lo largo de la historia, están cada vez más vinculadas a la economía. Para ello sirva un solo dato como ejemplo: gracias al reciclaje en España, desde 1998 hemos evitado el consumo de 52,2 millones de MWh de energía.
2024 arranca con muchos retos en el plano legislativo. ¿En qué les va a afectar y cómo los piensan afrontar?
Los retos legislativos para el sector en este 2024 nos vienen ya marcados con el auténtico tsunami normativo que se produjo tras la pandemia del coronavirus en la Unión Europea. Unos ya han sido publicados en el Diario Oficial de la Unión Europea o en el Boletín Oficial del Estado a lo largo del pasado año y otros verán próximamente la luz. La actitud del sector ha sido siempre la de aceptar que este sector debe tener una serie de normas claras para promover la libre competencia entre sus empresas y que éstas puedan desarrollar su actividad con un escrupuloso respeto al medio ambiente y a la salud humana. Dicho esto, echamos en falta que estas nuevas legislaciones, muchas de las cuales marcarán el cuándo y el cómo se culminará la transición hacia una economía circular en Europa, no incluyan siempre la visión o las circunstancias de esta industria, que es uno de los principales actores que harán posible ese cambio de modelo económico basado en un desarrollo sostenible.
En este sentido, tanto desde FER como desde la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje (EuRIC), seguiremos aportando todos aquellos comentarios y alegaciones que consideremos relevantes tanto para el sector del reciclaje como para acelerar la transición hacia una economía circular o a un continente climáticamente neutro.
En todo caso, si hay un sector que se caracterice por su resiliencia ese es, sin duda, el del reciclaje, por lo que a pesar de los continuos y numerosos cambios normativos y sus correspondientes adaptaciones, este sector seguirá cambiando con ellos y adaptándose para seguir invirtiendo en I+D+i para mejorar las tasas de reciclaje de todos y cada uno de los diversos flujos de residuos.
¿Qué proyectos van a poner en marcha este año? ¿Cuáles son los más destacados?
Uno de nuestros principales objetivos como representantes de más de 500 instalaciones de gestión de residuos en España es dotar al sector de la visibilidad que merece por su clave aportación a un desarrollo sostenible tanto en el plano público como social. Para ello, culminamos en 2023 la edición de tres vídeos en los que se repasa la historia del reciclaje en nuestro país y se detallan aquellos aspectos fundamentales que las empresas del sector aportan para alcanzar una economía circular y un continente climáticamente neutro.
Otro pilar fundamental de FER es el de la formación, por lo que este año, enlazando también con el carácter divulgativo del trabajo desarrollado por el sector, vamos a hacer llegar a los centros educativos “La oca del reciclaje” y “Pasatiempos para súper recicladores”. Dos juegos para escolares de Infantil y Primaria en los que se da a conocer, a través de un primer contacto con esta industria, los beneficios de una buena gestión de los residuos en origen y cómo inculcar desde una temprana edad la importancia de reciclar.
Obviamente, otro gran proyecto, este de carácter anual, será la celebración del Congreso Nacional de la Recuperación y el Reciclado, que en 2024 celebrará su vigésimo primera edición, coincidiendo en Madrid con la Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclado, de la que FER también es miembro organizador. Y como en cada edición que celebramos, esperamos sorprender este año a todos los asistentes tanto por la calidad de las ponencias y mesas redondas como por la relevancia de las personalidades que asistan al evento.
¿Cuál es la posición de la Federación Española de Recuperación ante la política europea de retener las materias primas recicladas? ¿Cuál es su alternativa?
Como cualquier otra industria, el acceso a los mercados internacionales es vital para la competitividad de la industria europea del reciclaje, por lo que restringir las exportaciones de materias primas procedentes del reciclado sin una demanda suficiente de materiales reciclados en Europa obstaculizará críticamente la competitividad de esta industria y su capacidad para reciclar más y mejor para los mercados nacionales y mundiales.
Para FER, la solución reside en impulsar cuatro aspectos esenciales: restringir y/o prohibir únicamente las exportaciones de residuos no procesados como plásticos mezclados, residuos electrónicos, vehículos fuera de uso (VFU), neumáticos no tratados, etc.; salvaguardar el comercio libre y justo de materias primas procedentes del reciclado que se utilicen directamente en procesos de producción dentro y fuera de las fronteras europeas; incentivar el uso de materiales reciclados en las cadenas de valor circulares europeas a través de medidas de atracción adecuadas a los fines, para unir el diseño de los productos con el reciclaje de alta calidad de los productos al final de su vida útil –junto con otras medidas como la contratación pública verde o la imposición de impuestos a los materiales vírgenes para fomentar el reciclaje–, y nivelar el campo de juego a través de incentivos eficientes para impulsar el uso de materiales circulares y neutros para el clima.
¿Cuáles son sus principales peticiones a la Administración nacional y autonómica?
Que a la hora de implementar nuevas normativas relacionadas con la gestión de residuos tengan en cuenta plenamente las características e idiosincrasia de las empresas recicladoras, con obligaciones y objetivos reales y acordes a su coyuntura socioeconómica actual.
Además, que descarten por completo esa tendencia a favorecer la gestión pública de los residuos, reflejada en las últimas legislaciones desarrolladas, porque si España se encuentra hoy dentro de la Unión Europea en una posición de privilegio en la gestión de gran parte de los diversos flujos de residuos, es gracias al trabajo desarrollado por la industria del reciclaje y a la capacidad de inversión del sector para mejorar tanto en avances tecnológicos relacionados con la logística y la maquinaria empleada como con la modernización de las plantas de tratamiento de residuos.
¿Cómo están aplicando la transformación digital, teniendo en cuenta que mayoritariamente el sector está formado por pymes?
En este sentido, existe un amplio margen de mejora y las plataformas electrónicas que se han puesto en marcha para la gestión de determinados flujos de residuos como, por ejemplo, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) o el traslado de residuos son una clara muestra de ello. Esa demanda de disminuir la carga burocrática para las empresas del sector debería de haber sido el principal punto de partida y, desgraciadamente, se está produciendo el fenómeno contrario, estas nuevas plataformas electrónicas están generando todavía más carga administrativa.
La transformación digital debe fomentar un feedback que beneficie tanto a las Administraciones Públicas como a las empresas, y poniendo el ejemplo de las plataformas electrónicas para la subida de datos de carácter obligatorio para las empresas del sector, es de sentido común que las mismas permitan volcados masivos de datos, intercomunicación entre las distintas Administraciones Publicas y otra serie de ventajas para el usuario que eviten duplicar o triplicar la transmisión de datos, generando más cargas administrativas y, con ello, un coste económico derivado de la dilación
¿Qué niveles de inversión tiene el sector del reciclado y la recuperación? ¿Por qué hay que invertir en él?
Cuando hablamos de capacidad de inversión, este sector, por su trayectoria histórica, es uno de los que más ha crecido. Basta con remontarnos a la época de los traperos y del chamarileros, que crearon un negocio con los bienes y productos que la sociedad y las empresas desechaban, y ver el crecimiento sostenido e imparable de las nuevas generaciones de recicladores, con una transformación en maquinaria y tecnología acorde a la de los países más avanzados en gestión de residuos.
A pesar de las continuas adaptaciones normativas, crisis económicas acaecidas y oscilaciones en los mercados de los precios de los distintos materiales reciclados, la principal razón para invertir en este sector sigue siendo siempre la misma: apostar por el reciclaje es sinónimo de una transformación económica hacia un modelo de desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente y, ahora más que nunca, reciclar ya no es una opción, es una obligación para poder mantener o mejorar nuestro actual nivel de vida.
Además, la inversión en reciclaje no solo es sumamente rentable para las empresas en términos económicos o por la creación de empleos verdes, sino que es un enorme acicate a nivel de reputación empresarial.