VII CONGRESO NACIONAL DE INDUSTRIA

Industria y territorio, un binomio que necesita palancas e instrumentos

La primera mesa de debate del VII Congreso Nacional de Industria que se está celebrando en el CCIB (Centro de Convenciones Internacional de Barcelona) se ha enfocado en la política industrial y los territorios, un asunto que afecta no solo a las comunidades autónomas sino también a las corporaciones municipales. Como han evidenciado los ponentes, la industria y el territorio van de la mano mediante palancas (acciones concretas) e instrumentos (polígonos industriales).

Bajo la moderación de Inmaculada Riera, directora general de Cámaras de España, han presentado sus ideas y propuestas el consejero de Industria de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela; Berta Ferñández Pueyo, alcaldesa de Sabiñánigo; Javier Rosell, director general de Empresas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; Marta Farrés, alcaldesa de Sabadell; y Alejandro Rubia, presidente de la Coordinadora Española de Polígonos Empresariales (CEPE).

Paradela ha enfatizado en el actual momento de “incertidumbre sin precedentes” con la industria alemana en crisis y la llegada inminente de Donald Trump a la Casa Blanca. “España debe cambiar el paso”, ha porfiado el consejero, destacando, por ejemplo, el objetivo autonómico de potenciar el sector de la minería, donde quieren captar 5.000 millones de euros, pero también las energías limpias, sin olvidar los sectores agroalimentario o aeronáutico, donde la exportación desempeña un papel decisivo.

El representante de la Junta de Andalucía ha puesto en valor el proyecto de Red de Ciudades Industriales, que contempla la protección de los polígonos industriales. Para Paradela, la política industrial se asienta en cuatro medidas fundamentales: la simplificación y la agilidad administrativas, la cercanía a los sectores y la planificación. El consejero también ha hablado de colaborar con otras regiones europeas; en su caso, con Lander alemanas.

Rosell, por su lado, ha recordado que la región castellano-manchega está experimentando una fuerte transformación industrial, una especie de “revolución silenciosa”. “Para nosotros, la industria es vida”, ha sentenciado el director general.

En la misma mesa la alcaldesa de la localidad aragonesa de Sabiñánigo, de 9.700 habitantes, se ha detenido en la idea de que la industria “ofrece estabilidad” y lleva consigo otras muchas industrias auxiliares. Como ha confesado a este medio digital, Fernández Pueyo ha venido invitada a Barcelona porque había contactado con el Ministerio de Industria para organizar su propio congreso sectorial.

En este contexto municipal, la alcaldesa de Sabadell, una ciudad de 216.000 habitantes muy conocida por su pasado fabril textil y lanero, ha declarado a la audiencia que fue “un error histórico” sacar a la industria de los municipios. “Hay que volver a reindustrializar las ciudades”, ha estimado la primera edil y ha argumentado que eso fomenta la retención del talento, mejora los desplazamientos y estimula la simbiosis. “Tenemos que incluir la perspectiva de la ciudad”, ha manifestado Farrés. “Queremos industria y a la industria”, ha rematado en su intervención.

Alejandro Rubia, presidente de CEPE, ha subrayado que su Coordinadora, que ya tiene 26 años de existencia, es uno de los instrumentos de esa simbiosis entre la industria y los territorios. “La industria tiene un gran valor tractor”, ha considerado. Rubia ha pedido que se tomen medidas para profesionalizar los polígonos y mejorar la calidad de sus infraestructuras.

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