SEMINARIO

Industria y energía, un binomio que debe caminar junto ante los grandes desafíos de la transición ecológica

Cuatro mesas de expertos. 22 personas entre ponentes y moderadores. Cuatro horas repletas de ideas y proyectos. La primera Jornada de CZFB-FIE sobre Industria y Energía, celebrada en Barcelona en formato presencial y virtual, planteó cuestiones fundamentales sobre el nada fácil proceso de descarbonización al que se enfrenta la industria y sus actores.

Sobre la mesa se pusieron oportunidades concretas y necesidades urgentes en la transición que se marca el objetivo de la neutralidad energética en 2050. También se plantearon las enormes posibilidades que ofrecen el hidrógeno verde, pues probablemente esta será la década de los gases renovables y la aplicación de nuevas tecnologías. 

Una de las ideas que planeó durante todo el evento,  es que la industria y la energía tienen un objetivo común, incluso que son un “binomio que debe caminar junto”. Así se expresó Eduardo Álvarez, coordinador técnico del Foro Industria y energía (FIE), una de las entidades organizadoras de la Jornada. Álvarez subrayó que nos encontramos actualmente en un momento de cambio, frente a un nuevo modelo energético donde las renovables serán prioritarias, lo que plantea retos imponentes como un nuevo marco científico, la adaptación de las nuevas energías a la industria.

Álvarez tomó la palabra después del turno de Pere Navarro, delegado especial del Estado del Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), la otra organización promotora de la Jornada. El CZFB apuesta con firmeza por la industria 4.0, no en vano tiene en marcha el proyecto dfactory. Y el otro pilar es la energía, pero no cualquiera sino las limpias, promocionadas por el  Objetivo de Desarrollo Sostenible número 7, como recordó Navarro, quien hizo especial énfasis en la hidrogenera que funciona en el polígono barcelonés para dar servicio a autobuses metropolitanos.

Hablando de ambos conceptos, industria y energía, el expresident de la Generalitat y exministro de Industria, José Montilla, estimó que “no estamos tan mal” en lo referente al peso que ocupa la industria en el PIB nacional. “Hay que tener una política industrial no dirigista”, explicó, pues sirve para crear puestos de trabajo estables y una balanza comercial más saneada. La energía, agregó, debe contar con un abastecimiento seguro, de calidad y a un precio adecuado.

El precio de la energía -otro tema recurrente de la Jornada celebrada ayer 3 de febrero-, puede ser determinante y provocar deslocalizaciones, enfatizó Montilla, teniendo en cuenta las limitaciones que tienen las administraciones a la hora de intervenir. Energía y descarbonización también van de la mano después de la reunión de París. La industria tiene unos deberes asignados, pero sin poner en peligro su base y vocación.

Joan Romero, director ejecutivo de la Agencia por la Competitividad de la Empresa (ACCIÓ), organismo dependiente de la Generalitat de Catalunya, se alineó con Montilla al señalar que este es un momento especial con un conjunto de situaciones simultáneas, un momento difícil de predecir, pero que abre muchas oportunidades. ¿Cómo lo afrontamos?, se preguntó. “Los elementos no ayudan y vamos un poco tarde en transición energética. Y ahora toca correr”, añadió.

Las estrategias de la industria y la energía son comunes, declaró Romero, y se enfrentan a problemas pues hay inversiones que no se producen porque, para algunas  multinacionales, el precio de la energía es crítico o porque la inversión en industria está esperando que terminen de definir los instrumentos como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El representante de ACCIÓ también habló de seguridad jurídica -otra de los temas estrella de la Jornada, al igual que la eficiencia energética-, pero entendida esa seguridad no solo en el estricto plano legal sino también en el de apoyo público a las inversiones, especialmente a la destinadas al desarrollo de las energías renovables.

De izquierda a derecha, Joan Romero, director ejecutivo de la Agència per la Competitivitat de L’Empresa, ACCIÓ; José Montilla, expresident de la Generalitat de Catalunya y exministro de Industria; y Javier Santacruz, analista del Foro Industria y Energía.

¿Cómo llegamos a la neutralidad energética? ¿Qué es preciso llevar a cabo? Romero apostó por las renovables con una inversión fuerte. Montilla, después de hablar de digitalizar los procesos productivos industriales dentro de un marco de competitividad y un mercado global, reconoció que el “proceso de descarbonización será costoso”.  En la misma mesa se encontraba Rafael Gaos, jefe del Departamento de Industria del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, quien priorizó: “Conservar lo que tenemos”.

La siguiente mesa reunió a especialistas de empresas y organizaciones que explicaron a la audiencia qué proyectos y medidas están aplicando en este proceso de transición. Miguel Rodríguez, comisionado de la Agenda 2030 del Ayuntamiento de Barcelona, habló de instalación de placas fotovoltaicas en la Ciudad Condal y sus formulas de financiación, trabajando con pymes y fondos de inversión.

Xabier Ribera, director de Comunicación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de BASF, una multinacional del sector químico y fuerte implantación en España, explicó que están creando sus propios productos para alcanzar sus objetivos. Y en este sentido nombró al “hidrógeno turquesa” que emplea la pirólisis o descomposición del metano para conseguir hidrógeno.

Sergio Olivas, Manufacturing Director Europe West & Country Coordinator de AzkoNobel Spain, una multinacional holandesa especializada en pinturas, citó cuatro ejes de actuación: estabilidad de precios; 100% renovables, buscar la escala; autogeneración energética; pero también buscar productos y comportamientos (paradas en instalaciones) que fomenten el ahorro.

Joan Amiell, Procurement Manager de Vidriera Rovira, perteneciente a la multinacional estadounidense O-I, explicó que el vidrio se hace con arena de sílice a una temperatura de 1.550 grados centígrados, lo que implica un enorme consumo y gasto energéticos. Aunque probaron varios métodos para reducir el consumo, no consiguieron grandes resultados. De ahí que llegara a admitir que no ven “alternativa viable a los hornos convencionales de vidrio”. Ahora investigan con hornos de magma alimentados por energía eléctrica –son como “un gran microondas”, aclaró- que tienen flexibilidad porque pueden ser apagados, algo que no ocurre con los convencionales.

Al hablar, más tarde, del valor industrial de las energías renovables, el gerente del Clúster de l’Energia Eficient de Catalunya (CEEC), Francesc Ribera, recordó que la industria es una gran consumidora de energía, el 27% del total en Cataluña, con una muy difícil electrificación y, por tanto, con una difícil transición hacia el modelo electrificado. “Las condiciones de partida en el sector industrial no son las más favorables”, declaró, pero también remarcó que la industria debe considerar que “la electrificación es una oportunidad de negocio”. Para él existen cinco drivers o elementos a tomar en consideración que han hecho posible que la industria “tome cartas en el asunto” de la energía:

  • Incremento del precio de la energía
  • Mayor conciencia ambiental
  • Incremento en la presión de la regulación
  • Requerimientos del mercado
  • Oportunidad de negocio.

 A modo de resumen de la situación, Ribera apuntó a un desarrollo insuficiente de la eficiencia energética y a una baja penetración de las renovables. ¿Qué deben hacer las empresas ante estos desafíos?

  • Optimizar la contratación de energía
  • Incrementar la eficiencia energética
  • Implementar las renovables e ir hacia una generación distribuida
  • Cambiar de papel pues “no podemos ser simples consumidores” y hay que tomar un rol más activo en el mercado que nos convierta, incluso, en productores
  • Analizar la implantación de todas las tecnologías
  • Autogenerar energía
  • Aprovechar el marco actual de convocatorias de subvención.

Para hablar de Economía circular y cogeneración al servicio de la industria, intervino Raimon Argemi, vicepresidente de COGEN España. No pintó un panorama muy optimista: esto “es más una involución que una evolución”, enfatizó. En su opinión, cada industria debe estudiar su mejor menú para su dieta de descarbonización de la forma más eficiente y económica. Y eso no es nada fácil, porque se presentan una serie de barreras que están frenando el proceso:

  • “Esto no es mi negocio” (desconocimiento, riesgo, marco económico incierto)
  • Desarrollo tecnológico (complejidad técnica, sobre todo para las pymes)
  • Papel de la Administración (riesgo en la regulación, desconfianza, mensajes contradictorios y complejos)
  • Inversión (elevada, financiación difícil, percepción de baja rentabilidad).

Por su parte, la directora de Endesa en Cataluña, Isabel Buesa, refiriéndose a los nuevos modelos energéticos, señaló que la transición energética transformará por completo la manera de producir y consumir energía, afectando al mercado, pero también a los precios.  El plan estratégico de Endesa se refleja tres ejes: el plan de descarbonización de su parque de generación; la nueva red de distribución, que supone un reto mayor que el de generación, porque será la facilitadora; y la electrificación del consumo eléctrico, que implica aumentar la intensificación.

En cuestión de precios, la propuesta de Buesa a los clientes (y eso incluye pymes e industria) es “generar una cierta estabilidad”, evitando la vinculación directa a los precios spot del mercado mayorista, negociando otro tipo de contratos: 1) contratos indexados como hacen las industrias con otras materias primas; 2) estrategias a largo plazo con contratación a 3-5 años de mercado a futuros “porque los precios a futuro en España a partir de 2024 los vemos más bajos que en Francia o Alemania porque en España la introducción de renovables, prevista entre 2024 y 2027 va a ser muy sustancial bajarán seguramente dado el peso de las renovables”; 3) contratos flexibles, que permiten cerrar el precio de una parte de la energía consumida, son contratos complejos que requieren de inteligencia artificial; y 4) los PPA, para clientes de mayor consumo (10 millones de euros de facturación), que son contratos a largo plazo.

La directora de medioambiente y responsabilidad social de Naturgy, Nuria Rodríguez, por su lado, defendió el gas como una herramienta para mantener el suministro sin cortes mientras se produce la transición energética. “Está será la década de los gases renovables”, apuntó, señalando no sólo el potencial del hidrógeno sino también del biometano, que se obtiene de la descomposición de desechos orgánicos. El biometano tiene potencial en España, pero necesita más desarrollo, opinó.

Hidrogenera de Iberdrola abierta al público en la Zona Franca de Barcelona.

La cuarta y última mesa de la Jornada sobre energía e industria giró alrededor del hidrógeno verde, un vector disruptivo con mucho potencial en la industria. Presentados por la redactora jefa de industry TALKS, Ana Victoria Suárez, los ponentes –César Álvarez, director de EnerHi Hydrogen; Carlos Navas, referente de Gestión de Proyectos de Hidrógeno de Enagás Renovable; Jesús Ballesteros, miembro del Consejo de Jenbacher; Javier Plaza, Responsable de Optimización Hidrógeno Verde de Iberdrola– relataron proyectos ya en marcha como las hidrogeneras en Barcelona y Mallorca, las plantas viables que funcionan con hidrógeno en Hamburgo (Alemania), las fábricas que producen amoniaco verde en Puertollano (Ciudad Real), e incluso los futuros hidrogenoductos. Todos coincidieron en que las administraciones deben facilitar el marco regulatorio, implantar ayudas a la producción de hidrógeno y a su uso final, fomentar la certidumbre y practicar la agilidad.

Como clausura y broche final, valgan las palabras de José Antonio Galdón, presidente de Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), quien, tras destacar el papel de los profesionales, de las personas, recordó que el “mal endémico” de España es que su dependencia energética del exterior alcanza el 85%.         

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