En este contexto, IndesIA ha presentado su informe “Energía y Digitalización: Impulsando la convergencia de la sostenibilidad y la inteligencia artificial a través de la Twin Transition”, un documento nacido del trabajo colaborativo llevado a cabo en la Mesa de Sectorial de Energía de la asociación y que ofrece una visión clara de los retos y oportunidades que plantea esta transición, y establece un marco de actuación para maximizar su impacto positivo.
Un documento colaborativo único, que ha contado con profesionales expertos de empresas líderes en el sector energético y la innovación tales como Acerinox, Airbus, Elewit, Enagás, Exolum, Ferrovial, Gestamp, Microsoft, Naturgy, Navantia, Repsol, Técnicas Reunidas y Telefónica, y el apoyo del Instituto de Ingeniería del Conocimiento.
El informe subraya la necesidad urgente de alinear sostenibilidad e innovación tecnológica para garantizar la competitividad industrial y avanzar hacia la descarbonización del sistema.
La IA como facilitador clave
Según el World Economic Forum, la adopción masiva de soluciones digitales podría contribuir hasta un 20% a la reducción de emisiones necesaria para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Entre estas herramientas, la inteligencia artificial emerge como una tecnología clave para acelerar la transición energética, optimizar infraestructuras y reforzar la resiliencia del sistema.
Por ello, el informe recoge las últimas aplicaciones que las empresas industriales están impulsando para transformar el sector. Así casos reales muestran cómo la inteligencia artificial facilita la coordinación entre la generación y el consumo de energía por parte de pequeños productores y usuarios, optimizando la eficiencia de los sistemas descentralizados. También está ayudando a desarrollar el hidrógeno verde, optimizando procesos como la electrólisis y el almacenamiento para aprovechar al máximo las energías renovables.
Además, la IA juega un papel clave en las microrredes inteligentes, que garantizan un suministro estable de energía en lugares críticos y permiten una mayor autonomía gracias al análisis en tiempo real. Otro avance importante es la creación de plataformas donde los usuarios pueden intercambiar energía directamente entre ellos, apoyadas por tecnologías como blockchain. En el día a día, la IA también se usa para tareas como el mantenimiento con drones y robots, la predicción de la producción energética o la creación de “gemelos digitales”, que son réplicas virtuales de infraestructuras que ayudan a optimizar su funcionamiento.
La sostenibilidad e la IA como reto
El informe también advierte sobre el impacto energético del propio desarrollo digital. El crecimiento exponencial de la potencia computacional y de los grandes modelos de IA está elevando el consumo eléctrico de los centros de datos y aumentando la huella de carbono de la digitalización. Por ello, IndesIA propone avanzar hacia una IA más sostenible, basada en prácticas de Green IT, optimización del hardware, uso de energías renovables en los centros de datos y una gobernanza ética y responsable de los algoritmos.
El documento plantea una hoja de ruta estructurada en cinco pilares estratégicos para guiar a organizaciones públicas y privadas en su transición verde y digital:
Impulsar un marco regulatorio integrador, que conecte de forma coherente las políticas ambientales y digitales. Aunque la Unión Europea avanza con el Green Deal, el informe reclama una legislación que reconozca la digitalización como palanca esencial de la transición verde, aportando certidumbre jurídica a las organizaciones que apuestan por este modelo.
Integrar la sostenibilidad en la estrategia digital, combinando la reducción del impacto ambiental de la infraestructura tecnológica (Greening of IT) con el uso de la tecnología para promover prácticas sostenibles en los procesos empresariales (Greening by IT). Para avanzar en el proceso, IndesIA apunta que es de vital importancia progresar en la alineación de las áreas de sostenibilidad y de digitalización / IT, de las empresas, así como de la alta dirección como principal impulsor. También explica que será necesario definir la ambición que se persigue, los objetivos estratégicos y la hoja de ruta que la organización deberá implantar para lograr el impacto deseado.
Crear un ecosistema colaborativo intersectorial, fomentando alianzas entre empresas, cadenas de suministro, clientes y administraciones públicas para compartir experiencias y desarrollar soluciones tecnológicas sostenibles. En el caso de España, se identifican cuatro retos prioritarios, relativos a la optimización del almacenamiento de energía y sistemas híbridos (hidrógeno-baterías)., uso de IA para optimización de las predicciones climáticas y de demanda descentralizada, integrando generación renovable y almacenamiento, el posicionamiento de España como hub sostenible mundial de centros de datos y la optimización de la integración de combustibles renovables en el transporte.
Establecer indicadores y métricas comunes, que permitan medir el impacto real de las iniciativas, tomando como referencia programas como la Green Software Foundation o el Programa Nacional de Algoritmos Verdes. Estos indicadores facilitarán la toma de decisiones y la justificación de inversiones.
Fomentar la formación y la concienciación. El informe señala que la madurez digital y sostenible de las empresas españolas aún es baja, por lo que la formación será clave. Así la asociación propone el impulso de programas adaptados a las necesidades de las empresas y campañas de sensibilización que ayuden a las compañías a comprender los beneficios de la digitalización sostenible.
