¿Considera la fabricación aditiva del metal como sector clave para la industria madrileña?
La fabricación aditiva de metal es clave para la industria porque facilita la producción de componentes que eran imposibles hace pocos años. Esto abre la puerta a dispositivos, vehículos o herramientas más ligeros, resistentes y duraderos.
Además, la industria del metal siempre ha sabido resolver muy bien las largas series de producción de piezas geométricamente sencillas. No obstante, los últimos años hemos visto una gran demanda de producción de series cortas y exigencias de plazos de entrega mucho más cortos. La fabricación aditiva de metal es la tecnología que da respuesta a ambas cuestiones ofreciendo fabricar piezas, independientemente de su complejidad, en una única operación reduciendo de este modo tiempos y costes operativos.
¿Cómo contribuye la impresión 3D al crecimiento del sector del metal?
Al permitir la fabricación de elementos a medida, complejos y en tiempos reducidos, la impresión 3D de metal permite acometer proyectos hasta ahora imposibles, o excesivamente costosos. Este incremento en el conjunto de los proyectos realizables es un crecimiento neto del sector del metal.
¿Qué objetivos considera necesarios para que la impresión 3D sea reconocida como una fabricación industrial madura y escalable?
En realidad, la impresión 3D de metal industrial ya es un proceso de fabricación maduro y escalable. Existen varias tecnologías que resuelven necesidades diferentes (SLM para piezas o utillajes de cierto tamaño y alta exigencia; MBJ para la alta producción de pieza pequeña; BMD para la realización de prototipos y utillaje de pieza reducida) y todas ellas están absolutamente contrastadas tanto a nivel de fiabilidad productiva como de calidad y prestaciones de las piezas terminadas.
En cuanto a la escalabilidad, ya se utiliza la fabricación aditiva para la realización de piezas en serie para aplicaciones tan diversas como la producción de componentes de automoción o la fabricación de hebillas de cinturón. Hace ya tiempo que esta tecnología superó el espacio prototipo – utillaje y abordó la producción de pieza definitiva gracias a su formato inherentemente flexible y escalable.
¿A qué retos se enfrenta la fabricación aditiva del metal este 2023?
En mi opinión, el mayor reto de la fabricación aditiva de metal es la formación. En nuestro país, la carencia de conocimientos por parte de los usuarios de la tecnología, al igual que de aquellos directivos encargados de estudiar proyectos de inversión en implantación de nuevas tecnologías, es el gran inconveniente a la hora de situarnos a la par de países de nuestro entorno como Italia o Francia.
Es sorprendente ver cómo países con un PIB industrial inferior al nuestro, como es el ejemplo de Portugal, están invirtiendo en tecnologías de fabricación aditiva de metal de forma más decidida que nosotros y posicionándose como referentes tecnológicos en la fabricación de componentes avanzados.
Creo que la divulgación y la formación serán las claves para superar el que será nuestro gran reto en 2023.
¿De qué manera influye esta tecnología en la actualidad?
Hay un millón de cosas que han sido desarrolladas o fabricadas mediante impresión 3D de metal de las que no somos conscientes. La totalidad de los implantes dentales, por ejemplo, o un enorme número de componentes de cohetes que ponen satélites en órbita, se realizan mediante impresión 3D de metal. Pasa la mismo con cualquier prototipo o preserie de la mayoría de los objetos que nos rodean en el día a día. Incluso herramientas y utillajes utilizados en maquinaria y moldes utilizados hasta para inyectar la carcasa de un móvil, allí también se utiliza la fabricación aditiva.
Si la fabricación aditiva no existiera, muchas cosas que utilizamos cotidianamente no existirían, o tendrían precios desorbitados.
¿Para qué sectores industriales considera más importante la fabricación aditiva del metal?
Si hablamos del sector en el que más se ha venido utilizando, creo que estamos entre dos: el sector salud para la realización de prótesis (dentales, cadera, rodilla, etc.) y el sector aeroespacial para la producción de componentes más resistentes y ligeros.
Pero si nos referimos a el sector que será más importante este año, en mi opinión será el mundo de la herramienta y del utillaje. La realización de insertos para moldes, de garras para robots, de guías de montaje, soldadura o taladrado, todas estas herramientas ofrecen beneficios tan importantes y su producción está resuelta de manera tan eficiente mediante la fabricación aditiva de metal que creo que será el sector en el que más se crecerá en 2023.
¿Cómo impulsan la digitalización en este sector?
Cuando hablamos de fabricación y de digitalización, hablamos de industria 4.0, automatización y control de procesos. La impresión 3D es un proceso en el que, básicamente, se toma un diseño realizado por un ingeniero en aquel software CAD de su elección y, directamente, se envía a fabricar mediante un software conectado al anterior. El seguimiento y control de este trabajo, además de su completa automatización, convierten a la impresión 3D en el proceso de fabricación más digital que existe.
Por este motivo, cuando una empresa desea gestionar y controlar digitalmente un proceso productivo para poder optimizarlo y ofrecer la mejor y más flexible respuesta a cualquier demanda, la fabricación aditiva es la mejor respuesta.
La búsqueda de profesionales está siendo una problemática en la mayoría de los sectores, ¿qué soluciones propone para combatir dicha dificultad?
Es cierto que hay una gran demanda de profesionales con experiencia, y que no es fácil encontrar la solución a dicha demanda. En un sector como el de la fabricación aditiva, esta problemática es incluso más acuciante. Es una industria relativamente joven que, aunque tecnológica e industrialmente establecida, carece de programas formativos en las ingenierías y las escuelas de formación profesional. ¿La consecuencia? La mayoría de los profesionales en este sector nos hemos formado trabajando en él y somos, como consecuencia, un número más reducido que el presente en otros sectores.
Creo que la solución es la misma que al gran reto del sector en 2023. Necesitamos formación específica para ingenieros y para técnicos pero, además, es imprescindible la incorporación generalizada de la fabricación aditiva en aquellos ciclos formativos en los que nuestros jóvenes se preparan para entrar al mercado laboral en la industria de la fabricación.