Con estas ayudas buscan poner en marcha sistemas de fabricación distribuida, de facturación o de procesos entre “un líder industrial hacia las empresas que conforman su cadena de valor”, proyectos individuales hacia la “digitalización y conectividad de la pyme”, informan.
Esta convocatoria comenzó en 2018 a través de la cual tratan de “impulsar la reactivación del tejido empresarial” mediante la transformación tecnológica y el “impulso de los procesos de digitalización”.
Se trata de un régimen de concurrencia competitiva donde se cubren tanto proyectos colectivos como individuales cuyo fin sea “implantar soluciones de interacción, sistemas de inteligencia artificial o aquellos encaminados a la digitalización de procesos”. La cobertura de las ayudas es del 35% de las inversiones materiales e inmateriales subvencionables para las pequeñas empresas, del 25% para las medianas y en ambos casos el 50% de los costes de colaboraciones externas.