Esta orden recoge hasta un máximo de 120.000 euros por proyecto, y está destinada a la implantación de iluminación pública eficiente, plantas de depuración de agua, gestión de residuos, instalación de sistemas de seguridad, contraincendios y contra el robo de cable, servicios centralizados de suministro de gas y hidrógeno verde, así como a la mejora de infraestructuras viarias. Hace falta destacar que esta última fue la actuación más demandada.
La delegada de la Xunta explicó que esta línea de ayudas “contribuye a apoyar a los ayuntamientos gallegos y pretende ser, además, un impulso para la captación de inversiones en Galicia y para mejorarla la competitividad de nuestras empresas”.
En este sentido, aclaró que “encaja en las medidas que fomenta la Ley de implantación empresarial en la que los Ayuntamientos Emprendedores tienen un papel fundamental a la hora de colaborar con el Gobierno gallego para acercar a las empresas beneficios fiscales, acceso al suelo y facilidades administrativas a cambio de contar con prioridad en órdenes de ayudas como estas”.
Belén do Campo recordó que esta orden de la ayudas repartió en la comarca del Barbanza más de 200.000 euros entre Noia, Boiro (2 ayudas) y Rianxo, la provincia de A Coruña contó con 1,8 millones de euros para apoyar la 26 parques empresarias y los polígonos industriales de Galicia contaron con un presupuesto total de 3,5 millones de euros.