Irene Gómez, CEO y fundadora de Keybotic, ha comentado las dificultades que tuvo al principio a la hora de sacar adelante la empresa: “Empezamos a financiarnos a través de un premio de un concurso internacional. Gracias a ese premio que conseguimos en 2020, en 2021 empezamos a montar el robot y a desarrollar la empresa industrial de robótica”.
Gómez también ha matizado que “si se quiere reindustrializar el país, eso es muy caro, entonces los apoyos con aportes pequeños no llegamos. La industria y la fabricación es muy cara. Pero es necesario. Si queremos competir con el resto de países es necesario, incluso ya no sólo como España, sino como Unión Europea, frente a otros competidores. La única solución es transformar nuestra industria para competir”.
En la misma línea, Sergio Trujillo, CEO de DOSSIA ha dicho que: “Somos una empresa más tradicional. Hemos ido poco a poco aumentando la capacidad de producción. Llegó un momento que no podíamos incorporar digitalización e innovación en la maquinaria porque no teníamos recursos”.
Por otra parte, Gómez ha hablado de la importancia de la robótica dentro de la industria: “Lo que vemos es que la robótica tiene que estar en la industria y no está. La mitad de la población tiene robots, pero la industria no. Los robots tienen que tener patas y tienen que ser autónomos. Nosotros lo que hacemos es que donde haya peligro, por ejemplo, en la industria química, detectamos anomalías y avisamos. Lo que hacemos es detectar accidentes antes que sucedan y eso se hace usando la robótica. En un futuro nos vemos con muchos robots desplegados con equipos in situ y que sea normal ver a un robot trabajando”.
“El talento que tenemos aquí es brutal, es una pena que a veces nos tenemos que ir al extranjero para que nos valoren. Es por eso que ayudas como las de CERSA y ENISA nos hacen existir”, ha sentenciado Gómez.
Al igual que Gómez, Trujillo también piensa que el futuro está en la robótica: “La robotización en la industria actual es el día a día, aunque nosotros estamos empezando con ello, es el futuro”. “Tenemos un músculo industrial europeo fuerte, podemos igualar a Estados Unidos”, ha concluido Trujillo.