Según las previsiones actuales, el mercado automovilístico español podría alcanzar los 1,02 millones de matriculaciones en 2025, lo que representaría un crecimiento del 4,5% respecto al año anterior. Sin embargo, para cumplir con el límite de CO2 por kilómetro recorrido establecido por la Unión Europea (de media 93,7 gramos), sería necesario que los vehículos de cero emisiones representaran aproximadamente el 25% de las matriculaciones, es decir, unas 236.000 unidades. Esta cifra está muy lejos de las 70.000 matriculaciones de vehículos eléctricos previstas para el próximo año.
La patronal ha comentado que «si la electrificación no logra despegar al ritmo necesario, no se podrían vender los mismos vehículos de combustión». Faconauto calcula que España se vería obligada a reducir la matriculación de unas 175.000 unidades de esta tecnología en 2025 para cumplir con los objetivos de emisiones. Esta medida tendría consecuencias directas, frenando la actividad económica derivada del mercado, debilitando la competitividad del sector y no pudiendo democratizar el acceso a la movilidad.
En este contexto, Faconauto subraya que el objetivo clave para 2025 debe ser alcanzar un mercado de 1,2 millones de matriculaciones, impulsando una mayor cuota de vehículos electrificados. Este incremento no solo garantizaría el cumplimiento de los compromisos medioambientales, sino que también reforzaría la sostenibilidad y la capacidad del sector para afrontar los retos asociados a la transición ecológica.
Para Faconauto, eliminar las multas previstas por la UE es clave, ya que estas sanciones logran lo contrario de lo que buscan. En lugar de acelerar la electrificación, reducen la oferta, encarecen las tecnologías limpias y dificultan el acceso de los consumidores. Además, frenan la incorporación de vehículos sostenibles y ponen en riesgo la estabilidad del sector.
“2025 será un año clave para el sector. Las multas pueden acarrear consecuencias negativas, como que se reduzca la producción de vehículos de combustión, lo que conllevaría perder matriculaciones y, en consecuencia, riesgo para el empleo. Necesitamos un equilibrio entre las exigencias medioambientales y la disposición del sector para adaptarse a la capacidad y las necesidades de los clientes. Además, es clave garantizar una transición ordenada para que la caída de las ventas de vehículos de combustión no desestabilice el mercado. Tenemos que proteger la joya de la corona que es nuestra industria española del automóvil. Es necesario actuar ya para evitar consecuencias irreparables, como ya estamos viendo en países como Alemania o Italia, y trabajar, al tiempo, en una transición más equilibrada, sin poner en duda los objetivos de descarbonización. Tenemos clara la receta: recuperar en 2025 el umbral de 1,2 millones de matriculaciones soportado en el despegue de la electrificación y en planes de renovación”, ha señalado Marta Blázquez, presidenta de Faconauto.