ENTREVISTA ENVERA

Fabián Torres Suárez, COIIM y Madrid Hydrogen Hub: «Animamos a las empresas a anticiparse y unirse a esta fase inicial del hidrógeno para no dejar escapar ninguna oportunidad»

Con más de tres décadas de experiencia en la alta dirección de multinacionales, el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM) se ha puesto al frente del Madrid Hydrogen Hub, lo que le sitúa en el centro de uno de los grandes desafíos de la industria española: la transición energética y la apuesta por el hidrógeno como vector clave de futuro.

El Madrid Hydrogen Hub es una iniciativa que impulsa el COIIM con Enagás y WHY H2 Consulting, ¿cuál es su objetivo como presidente de esta organización y qué impacto tendrá el proyecto en la transición energética española?

El objetivo del Madrid Hydrogen Hub es facilitar que la transición energética se transforme en una oportunidad industrial y tecnológica para la Comunidad de Madrid. Como presidente, mi papel es impulsar un modelo de colaboración amplio, donde industria, ingeniería, administraciones, universidades y centros tecnológicos trabajen con una hoja de ruta realista, orientada a resultados y alineada con las necesidades del mercado.

El impacto que buscamos va más allá del tema ambiental. Queremos generar también impacto económico, atrayendo inversión, impulsando proyectos reales y contribuyendo a que España consolide una cadena de valor competitiva en torno al hidrógeno renovable. El Hub aspira a ser un espacio estable que acelere la implantación de soluciones, facilite alianzas y movilice conocimiento técnico. En ese sentido, creemos que puede convertirse en un actor clave dentro del proceso de transición energética del país.

En esta fase inicial, ¿qué acciones concretas pondrá en marcha el Madrid Hydrogen Hub para identificar las capacidades y necesidades de la región y convertirlas en soluciones tecnológicas y productos competitivos basados en hidrógeno? ¿Qué papel jugará la comunidad de ingenieros en ese proceso?

En esta primera etapa nos centraremos en identificar con precisión las necesidades energéticas reales de la región —movilidad, logística, industria y servicios— y en mapear las capacidades existentes para abordarlas. Madrid es un gran centro de consumo y un nodo logístico de relevancia nacional, lo que permite trabajar desde el inicio sobre aplicaciones prácticas y no solo sobre conceptos teóricos.

La comunidad de ingenieros jugará un papel fundamental. Queremos movilizar su conocimiento para evaluar soluciones de manera rigurosa, acompañar técnicamente a las empresas y analizar casos de uso donde el hidrógeno aporte valor desde el punto de vista de competitividad y descarbonización.  La prioridad es avanzar con realismo: proyectos viables, con socios adecuados, con rigor técnico y con impacto directo.

Madrid cuenta con una enorme concentración de talento: centros de investigación, universidades, ingenierías y empresas innovadoras. Ese ecosistema convierte a la región en un lugar idóneo para consolidar un Hub de innovación en hidrógeno renovable y optimizar cada eslabón a lo largo de toda su cadena de valor.

¿Qué oportunidades abre el Hydrogen Hub para startups y nuevas empresas tecnológicas?

Madrid Hydrogen Hub representa una oportunidad clara para que startups y empresas tecnológicas puedan desarrollar, testear y validar soluciones en contacto directo con la industria, la ingeniería, operadores de transporte y administraciones públicas.

La Comunidad de Madrid reúne demanda energética, movilidad, logística y centros de decisión. Esto crea un entorno muy atractivo para pilotar tecnologías con aplicación real, y para que las startups aumenten su visibilidad, accedan a socios estratégicos y encuentren oportunidades de colaboración en proyectos concretos. Cuando la innovación se diseña cerca del usuario final, las probabilidades de implementación y escalabilidad se multiplican.

Ha sido consejero de instituciones y fundaciones en su camino hacia la sostenibilidad y digitalización. ¿Cuál ha sido el mayor reto de transformar organizaciones para ser sostenibles a largo plazo?

El mayor reto a largo plazo es asegurar la sostenibilidad económica de las empresas al mismo tiempo que avanzan hacia modelos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Nada cambia de la noche a la mañana: es necesario disponer de una hoja de ruta clara y priorizar acciones que aporten valor. En ese camino, la energía es un elemento central. Encontrar el equilibrio entre seguridad de suministro, competitividad del precio y sostenibilidad ambiental —el conocido trilema energético— constituye uno de los mayores desafíos. Gestionar adecuadamente ese equilibrio en cada etapa es clave para avanzar con éxito.

¿Qué papel juega la innovación y la coinnovación en la competitividad de las empresas?

A lo largo de mi carrera profesional he visto la evolución de modelos cerrados de innovación hacia modelos colaborativos, abiertos y globales. Hoy, la digitalización acelera ese proceso a una velocidad sin precedentes. La combinación de tecnologías disruptivas —inteligencia artificial, computación cuántica, automatización, análisis de datos— está transformando todos los sectores: desde la industria y la logística, hasta la salud y la energía. En el ámbito del hidrógeno, por ejemplo, ya optimizamos la producción mediante IA y modelizamos consumos y rendimientos con herramientas mucho más precisas de analítica de datos. Innovar de forma abierta permite acelerar tiempos, reducir riesgos y crear soluciones más adaptadas a las necesidades reales del mercado.

¿Cómo se puede equilibrar crecimiento rentable con sostenibilidad en un entorno de costes crecientes?

La clave está en combinar innovación, eficiencia y tecnología. La robotización, la automatización y las nuevas herramientas digitales permitirán mejorar la productividad y reducir costes estructurales. Esto abre oportunidades para relocalizar actividad industrial y generar empleo de alta cualificación. España necesitará más de 200.000 ingenieros en la próxima década, lo que refleja la magnitud del reto y de la oportunidad. Y, además, según mis propios cálculos —que tuve ocasión de presentar recientemente en un foro de seguridad y defensa— si el PIB de la industria de defensa pasara del actual 1,4 % al 5 %, ello podría generar hasta 500.000 empleos adicionales en nuestro país.

Este tipo de escenarios demuestra hasta qué punto la innovación, la inversión y la apuesta por sectores estratégicos pueden convertirse en motores de crecimiento sostenible y competitivo.

Frente al estancamiento de las políticas medioambientales en Europa, la sostenibilidad social, con objetivos como la inclusión y la igualdad de oportunidades, se consolida como valor añadido seguro para las industrias. ¿Cuál es su opinión frente a esa realidad?

La industria es un motor esencial de bienestar, prosperidad y estabilidad económica. Aporta empleo de alta cualificación, impulsa inversión sostenida y genera innovación tecnológica que se traduce en mejoras sociales reales. Los datos lo confirman: según el reciente informe de PwC, elaborado para TEDAE, sobre el Impacto Económico y Social de la Industria de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, el salario medio anual en este sector se sitúa en torno a 48.000 €, lo que supone aproximadamente un 70 % más que la media nacional (28.000 €). Además, la productividad laboral es un 55 % superior, un indicador directo de la intensidad tecnológica y del alto valor añadido que caracterizan sus actividades. Estos factores convierten a la industria en un motor de cohesión territorial y de sostenibilidad social, al generar empleo estable, altamente cualificado y con capacidad de arrastre sobre otros sectores.

¿Cómo imagina la industria madrileña y española en los próximos 10 años bajo el impulso del hidrógeno y la digitalización?

La industria avanzará hacia modelos más eficientes, digitales y flexibles, donde la electrificación directa convivirá con soluciones basadas en hidrógeno renovable para aquellos sectores donde no existe una alternativa viable. Procesos industriales, logística y movilidad seguirán buscando reducir emisiones sin perder competitividad, y ahí la ingeniería y la innovación serán determinantes.

Madrid, por su peso económico, tecnológico y logístico, puede actuar como nodo integrador de proyectos con alcance nacional, conectando capacidades industriales con necesidades reales. En los próximos diez años, la transición energética ofrecerá una ventana de oportunidad para quienes sepan anticiparse. Por eso animamos a las empresas a incorporarse en esta fase inicial: es ahora cuando se están definiendo las prioridades, los proyectos y las alianzas que darán forma a la cadena de valor del hidrógeno.

El Madrid Hydrogen Hub nace precisamente para facilitar esa colaboración, reducir incertidumbres y poner el conocimiento técnico al servicio de iniciativas que puedan escalar y generar valor económico, social y medioambiental.

Tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento están preparando planes industriales ambiciosos para la región, y confiamos en que contribuirán a dinamizar la industria manufacturera y a impulsar proyectos de innovación. En un horizonte de 5 a 10 años, el hidrógeno será un componente energético fundamental para equilibrar sostenibilidad ambiental, seguridad de suministro y precio.

¿Qué cualidades considera claves en los ingenieros y consultores del futuro para afrontar los desafíos globales y qué retos principales afronta la profesión hoy?

No espero más de lo que siempre han sido: profesionales con una preparación de amplia base, acostumbrados a buscar soluciones a los problemas, dispuestos al sacrificio para sacar los temas adelante. Y siempre con esa capacidad del ingenio tan entrenada en la carrera para solucionar problemas con la famosa “idea feliz” base de la innovación y el progreso. Eso sí, el principal reto es la falta de vocaciones de carreras STEM y ello sólo se soluciona con los adecuados juguetes de pequeños. Mis hermanas y yo, hemos estudiado carreras técnicas (informático, físico e ingeniero industrial) y ello se debe a la educación desde la infancia, e insisto en los juguetes que ayuden a abrir la mente a ello: el microscopio, el telescopio, las construcciones, el Cheminova, … y buenos profesores que sepan “desnudar los conceptos y las bases” de las matemáticas, la física y la química para hacerlos digeribles y atractivos: para trasladarlos con ejemplos a la vida cotidiana.

¿Qué mensaje daría a los jóvenes ingenieros que comienzan su carrera en un mundo tan cambiante?

Hoy en día todo crece a una velocidad exponencial muy impulsado por la digitalización y las telecomunicaciones, pensemos que en alcanzar 50 millones de usuarios el teléfono tardó 50 años, la radio 38 años; la TV, 22; internet, 7 años, … pero es tal la aceleración que hemos tenido que cambiar la escala ya que ahora para alcanzar el doble, 100 millones de usuarios, twitter (X) tardó 5 años, Instagram tardó 2 años y medio, Tik-Tok 9 meses y ChatGPT 2 meses. Y al hilo de la inteligencia artificial generativa y la computación cuántica vamos a ver una profunda transformación en todos los procesos, los servicios, los productos y la logística. La ventaja de los jóvenes ingenieros es que han nacido con la digitalización corriendo por sus venas con lo que nos conducirán hacia un futuro de mejor calidad de vida, mayor progreso y confort y más tiempo libre, tal y como ha venido sucediendo tras cada revolución industrial en el pasado. Van a ser protagonistas por tanto de una de las mayores transformaciones tecnológicas de nuestra historia reciente. Su trabajo influirá directamente en áreas como la salud, la energía, el transporte, la industria o la digitalización de servicios.

Usted, además, es conferenciante de referencia. Bajo el título “Jamás rendirse” da una charla motivacional en la que comparte aprendizajes sobre resiliencia, liderazgo y transformación digital, inspirados en su experiencia profesional y en los retos vividos durante la pandemia. No pocos sostienen que al final la experiencia de la pandemia no ha servido para mucho, si tenemos en cuenta nuestro panorama industrial y la alta dependencia para productos básicos de países como China. ¿Cuál es su opinión?

De lo que más se aprende en esta vida es de los errores y de las caídas: todos hemos pasado por etapas de dificultades, y en ellas nos hemos hecho más fuertes. Lo importante es eso: “jamás rendirse”. Lo que España debe hacer, en mi modesta opinión, es un plan estratégico de largo plazo (muy superior a los ciclos electorales) con un consenso político de todo el arco parlamentario sobre hacia dónde queremos ir y qué queremos ser; de hecho, en todos los programas de los partidos hay un 70%-80% de posibles objetivos claros, pues centrémonos en ellos. Y en eso la sociedad civil española debe ser muy exigente con nuestros políticos: focalicemos en lo que nos une para hacer progresar España y que entre como miembro de pleno derecho en el G8.

Total
0
Shares
Previous Post

El Ministerio de Industria adjudica 30,5 millones de euros del Perte Chip a 33 nuevos proyectos de 10 comunidades

Related Posts