¿Cómo se está adaptando la industria navarra a la transición energética?
Actualmente el sistema es sucio, ineficiente y caro, ya que contaminamos y dependemos tremendamente del exterior. Un 78% de la energía que consumimos de Navarra es de fuentes de origen fósil, hidrocarburo, gas y algo de carbón, un 5% de carbón sobre todo en industrias.
¿Cómo se está adaptando la industria? Aquí llevamos tiempo trabajando en tres ejes: el primero, mayor generación de energía renovable. Ahora mismo estamos impulsado el desarrollo de 82 parques renovables, divididos a la mitad entre fotovoltaicos y eólicos, 82 en menos de 50MW/h ya que eso lo tramita la Comunidad Autónoma. Luego hay una docena aproximadamente que supera esa potencia instalada o atraviesan más de una comunidad autónoma y son tramitados por el Ministerio.
El segundo, autoconsumo: Aquí tenemos un campo muy amplio, pero en cuanto al autoconsumo industrial tenemos la línea de ayudas que viene del real decreto como los Next Generation. En Navarra tenemos algo que nos hace únicos que son las deducciones fiscales para el autoconsumo, tanto en impuesto de sociedades como en IRPF que pueden llegar en su tramo máximo al 30% de la inversión, esto ha sido una gran ayuda para las empresas, ya que este 30% de la inversión es desgravable. Si le sumas a esto las ayudas que estamos teniendo de los Next Generation es un paquete interesante.
Por otro lado, hemos hecho ahora en el decreto ley foral que hemos aprobado como Gobierno alguna medida de agilización de ciertos trámites, almacenamiento, etcétera, pero hay uno de autoconsumo con el cual queremos facilitar a las industrias un máximo de 5 hectáreas en instalación de fuentes renovables, en superficies inferiores a 5 hectáreas puesto que de esta forma los tramites medioambientales se simplifican enormemente, así como los trámites de afectación agraria, con lo cual, aquí entendemos que puede tener un gran potencial sobre todo si cruzamos esto con el debate de comunidades energéticas que es algo que a nivel industrial no se está hablando, pero una comunidad energética no es solo de ciudadanos, puede ser también de empresas.
La tercera columna es la eficiencia energética, en la cual tenemos programas de ayuda directa, no solo térmicas sino también de calor, etcétera e hicimos el año pasado (ya que nos hemos dado cuenta que hay falta de conocimiento) un plan de eficiencia energética de las industrias y nos hemos encontrado con que hay que hacer mucha pedagogía, encuentros de buenas prácticas, de políticas que han ido desarrollando diversas empresas a los años que han conseguido lograr ahorros enormes.
¿Cómo están apoyando la transformación digital en el tejido industrial navarro?
Desde hace 5 años empezamos con el programa de industria 4.0. Es un programa que incluye una información centralizada y una serie de iniciativas, muchas ayudas de financiación pública y otras son iniciativas de dinamización, es decir, tenemos una ayuda de líneas directas, lo que podía ser el Kit Digital o Foral no tienen presupuesto 3.000 millones de euros ni mucho menos, pero sí que esa línea de ayudas existe.
El participar en estas iniciativas de industria 4.0 le da una valoración extra a la oferta que haga la empresa, ya que esto son convocatorias de 20 millones de euros al año no solo para digitalización, puesto que lleva desde el año 2018 teniendo una puntuación superior en caso de que el proyecto de inversión presentado incluya inversiones en este sentido. Llevamos haciendo estudios sobre las necesidades de las empresas en cuanto a eficiencia energética desde el año 2017, y aquí hay un dato curioso y es que en el año 2018 no llegaba al 30% las empresas que consideraban la digitalización como algo fundamental a corto o medio plazo, solo el 26% la consideraban fundamental en Navarra, según la encuesta que habíamos hecho.
En la encuesta de 2021, que presentamos el pasado mes de febrero, ya era un 92% las que consideraban que la digitalización era fundamental para sus procesos. Por lo tanto, se ha cuatriplicado el número de solicitudes de ayudas a la digitalización el año pasado y programas que teníamos como el laboratorio de ciencia de datos, son programas muy específicos limitados a unas 15 empresas en las cuales no sólo hay una formación, sino que hay una interoperabilidad entre ellas.
Estas empresas ya han iniciado procesos de digitalización que comparten y lo van aprendiendo juntas con una monitorización, una tutoría al lado. También tenemos otra serie de líneas de apoyo a la digitalización industrial como la robótica, sensórica, inteligencia artificial. Con todo eso, queremos que al hilo de lo que nos viene diciendo la Unión Europea este coordinado por el llamado polo de innovación digital, como llamamos aquí en Navarra ‘Digital Innovation Hub’ que presentamos la propuesta Europea en la que tenemos 34 agentes de Navarra desde centros tecnológicos, cámaras de comercio, confederación de empresarios, asociaciones industriales metidas en un patronato para ir elaborando conjuntamente las bases de las iniciativas mencionadas anteriormente como diferentes medidas de apoyo.
¿Cómo están gestionando los fondos Next Generation en la Comunidad foral?
A nivel energético se están gestionando muy bien, debo reconocer que los fondos llegaron muy pronto. Lo que fue el refuerzo del Plan Renove en Navarra llegó en junio del año pasado y ya los estábamos implementando. Todas estas líneas de autoconsumo que para Navarra ha supuesto una inyección extra de 12 millones de euros ha funcionado muy bien. Parte del dinero ha ido bien en lo que es transición energética, en lo que es turismos estamos en ello, ya que esto es una de las industrias que tenemos en especialización inteligente y tenemos que desarrollar, puesto que no es comparable con las industrias turísticas de otras comunidades autónomas, pero tenemos un paquete interesante para fomentarlo, también para la digitalización y ese turismo sostenible.
Al final es un paquete importante para Navarra de 61 millones de euros, llegó la transferencia hace poco más de un mes y estamos ahora implementando diferentes proyectos. Hay otros en los que sí es verdad que no ha habido territorialización como se refiere el Ministerio, nuestra labor es más de dinamización y de apoyo a las empresas, es decir, todos los Next Generation de digitalización como el llamado Kit digital con esos 3.000 millones de euros, los agentes de cambio digital o las acelera pymes son convocatorias centralizadas en las cuales nuestro papel es dinamizar, pero como Administración hemos echado en falta ese protagonismo a la hora de la gestión.
En cuanto a los PERTES, el PERTE VEC en sí mismo lo valoramos de una manera extremadamente positiva, puesto que ha apalancado la transición del sector a nivel industrial y vemos que toda la industria se ha puesto manos a la obra a la hora de decidir esa transición al vehículo eléctrico que ahora nos parece normal, pero que hace dos años se veía como algo a muy largo plazo. Por otro lado, los grandes operadores mundiales han apostado por Navarra a la hora de hacer sus potenciales inversiones, por lo que hay que reconocer que el PERTE VEC ha tenido un efecto imán muy importante.
En cuanto al PERTE ERHA, ahora mismo estamos como Gobierno apoyando la presentación en diferentes convocatorias, pero en hidrógeno sí que está siendo muy positivo ya que ha abierto muchas posibilidades para poder invertir en este asunto. En comunidades energéticas también hemos tenido propuestas muy interesantes, pero donde vemos que el PERTE se ha quedado con menos ambición de lo que se había prometido es en el de cadena alimentaria, donde gran parte del mismo va dirigido vía prestamos, con lo cual hace que la ayuda directa de esa inyección que estábamos esperando para apoyar en la digitalización, en la economía circular de las empresas agroalimentarias se está quedando un poco más limitado de lo que habíamos pensado en un principio.
¿Qué políticas están impulsando en Navarra para fomentar el crecimiento de pymes industriales o la creación de UTEs que puedan participar en proyectos de gran envergadura?
Uno de los retos al que nos enfrentamos es que somos una región con un nivel industrial muy alto. Presentamos la propuesta del Plan Industrial de Navarra 21-25. Actualmente, en nuestro tejido industrial representa el 31% del PIB, es un porcentaje muy alto que duplica la media del conjunto del Estado y en empleo engloba a 72.000 personas, obviamente ese 86% hablamos de pequeñas o medianas empresas, especialmente de pequeñas, en este sentido nos encontramos muchas veces con que el sector tecnológico de Navarra está muy atomizado.
Todo eso lo conjugamos con medidas de emprendimiento, aquí tenemos diferentes medidas como el centro europeo de innovación que es el CEIM, dedicado desde hace años al fomento del emprendimiento en diferentes programas, todos ellos alineados en la estrategia de especialización inteligente, con sectores básicos para Navarra como automoción, energía verde, salud y cadena alimentaria. Además, tenemos diferentes programas de apoyo como los Digitec o Lagrotec, programas en los que primero se hace una formación y luego una tutorización, seguidamente se incluye a programas de internacionalización y al final contamos con todas las herramientas de desarrollo de Navarra con sus diferentes instrumentos de apoyo o de participación. Mecanismos financieros que puedan permitir a una empresa consolidarse.
En 2020 tuvimos el sello de la Unión Europea de región emprendedora europea, aunque no fue el año más lustroso para poder lucirlo debido a la COVID-19. Emprendemos la mitad que la media europea, pero el nivel de existo de las empresas a la hora de consolidarse es el doble que la Unión Europea.
¿Cuáles son las demandas ante la Administración Central en materia de industria?
Pediríamos una mayor descentralización en ciertas políticas o, por lo menos, una mayor coordinación en todo lo que son los retos de digitalización de las empresas. A nivel de internacionalización la coordinación debería ser mucho mayor, ya que aquí es obvio que si nos ponemos en una situación de mirada al mundo es mucha información, muchos contactos en todo lo que es canalización e información.
Sentimos que como Gobierno de Navarra debería ser más activo, más participativo a la hora de saber qué peticiones, qué posibles inversiones, cómo se mueve el mercado de inversiones en el mundo, cómo podemos vender mejor diferentes potencialidades, que podemos tener como inversión, etcétera, es decir, una mejor coordinación en las políticas de internacionalización.
¿Qué actividades industriales son las más importantes en Navarra y qué otras pueden serlo en un futuro próximo?
Los sectores cada vez están más interconectados. La empresa SKF en el sur de Navarra en Tudela, es una empresa de rodamientos para vehículos y su actividad principal y única en Navarra es la automoción, pero como tenían ciertas necesidades con todo el aceite industrial que utilizaban a nivel de grupo, innovaron una patente que está en Suecia y acaban de inaugurar un negocio de reciclado y reutilización de aceite industrial, digamos que sería una economía circular completa, que es a donde quería llegar con este ejemplo, ya que cuando digo que es transversal es porque una empresa de automoción se ha metido en esa circularidad y crea de ello un modelo de negocio, por lo tanto, tenemos que ir hacia esta circularidad, ya no sólo ser sostenibles, sino encontrar estos nichos de economía circular que son lo que ahora tenemos que conseguir.
En cuanto a transición energética, esto quiere decir que hay mucha transformación a la vista por parte industrial. Además, debemos adaptarnos ya que va a cambiar el concepto de movilidad, el concepto de vehículo, todos nuestros sectores tienen un reto importante. En definitiva, más circularidad y más sostenibilidad.
Con respecto a la necesidad de nuevos profesionales, ¿cómo se está abordando en materia de educación?
Aquí tenemos un reto, ya que cada una de las empresas con las que hablamos es unánime la inquietud que hay con la falta de profesionales, tanto como formación profesional como a nivel universitario. Afecta a todos los sectores, vayamos a donde vayamos siempre hay una carencia y además en toda la cadena de la industria.
Esta digitalización está produciendo cambios considerables a la hora de acometer inversiones, de procesos. Estamos recibiendo con buenos ojos la nueva propuesta de ley de formación profesional, aquí en Navarra lo que es la formación dual ya se estaba poniendo en práctica desde hace muchos años y es indispensable que hablando de la FP el alumno que entre ya tenga esa formación a la vista y ese contacto permanente con la empresa y viceversa.
A nivel universitario siendo extremadamente flexibles, en este sentido contamos con dos universidades una privada y otra pública, la universidad pública participa en todas y cada una de las iniciativas del ecosistema navarro, es decir, participa activamente en todos los grupos de trabajo en donde tenemos nuestra estrategia como plan industrial, plan de digitalización, plan de economía circular, en todos y cada uno de ellos participan las dos universidades, pero desde luego la pública participa activamente con lo cual siempre receptora de cuales van a ser las necesidades de la industria.
La universidad pública navarra sale como la que más ligada está al ecosistema industrial de la región, en este sentido puedo dar fe que se hace ese esfuerzo porque este involucrada en ello. Además, últimamente estamos haciendo muchos ejercicios de lo que es títulos propios de las universidades, títulos que pueden no estar homologados, pero que en este caso como departamento de desarrollo económico detectamos una posible necesidad formativa de las empresas y por ello hablamos con la universidad y organizamos una formación específica, por ejemplo, como estamos haciendo con el tema del hidrógeno.
¿Cómo estará afectado la guerra de Ucrania al tejido industrial de la Comunidad Foral?
Estamos profundamente preocupados, las consecuencias están siendo demoledoras por varios aspectos, no por la actividad directa con que podía tener Navarra con lo que es Rusia, Bielorrusia o Ucrania, ya que no es muy grande en cuanto a términos industriales y no llegaba al 0,6% de nuestras exportaciones, pero nos está pasando lo mismo que a todas las empresas de Europa, es una tensión casi insostenible en cuanto a materias primas y ya no sólo es el aumento de precio, sino que está provocando la falta de previsibilidad en poder adquirir esas materias primas.
Esta situación está tensionando todos los procesos productivos, toda la previsibilidad de muchos empresarios (muchos te comentan que llega el lunes y no saben a qué tipo de semana se enfrentan). Está siendo en materias primas una consecuencia directa o ha agudizado lo que llevamos en la postpandemia. En el segundo trimestre del año pasado, y me atrevo a decir sobre la transición energética que ahora es imperativa, esta dependencia hace que nuestras empresas estén perdiendo una competitividad mundial enorme.
Salía el dato aquí en Navarra de lo que ha sido este IPC, siendo otra de las grandes preocupaciones, pues la energía ha supuesto un aumento de un 37%, casi cuatro veces más que esa subida de casi el 10% siendo una cifra que no es sostenible. Está en nuestra mano, no hacerlo a corto plazo este año en pocos meses, pero sí que tenemos la tecnología y la economía que hacen viables el cambio, vía mayor incrementación, electrificación del sistema con fuentes renovables, autoconsumo y eficiencia.
