¿Cuáles son los puntos principales de su programa electoral en materia de política industrial?
El sector industrial es clave para que Andalucía siga avanzando. La industria es eje de transformación del modelo económico de la comunidad autónoma y mi compromiso pasa por seguir situándola en una posición central de la economía andaluza y consolidarla como referente en innovación y tecnología a nivel internacional.
Entre otras propuestas, impulsaremos la Alianza Andaluza por la Industria, un acuerdo fruto del diálogo con todos los agentes económicos y sociales de la comunidad, en el que se fijen los objetivos de futuro y las líneas básicas de una estrategia para poder alcanzarlos. Con el propio sector, también consensuaremos la elaboración del Plan Industrial de Andalucía 2023-2027.
Otro de nuestros objetivos es facilitar la unión de empresas industriales para ganar cuota de mercado e impulsar el desarrollo de polígonos y áreas industriales, en línea con las nuevas tecnologías, la sostenibilidad y la máxima eficiencia energética. Asimismo, continuaremos avanzando y preparando al sector industrial, apoyando la innovación en todos los ámbitos, impulsado en Andalucía la Industria 5.0 hacia un sistema industrial más sostenible, centrado en las personas y en la I+D+i.
Seguiremos avanzando en el diseño de la Estrategia para una minería sostenible en Andalucía 2030 (EMSA 2030) y continuaremos articulando medidas para avanzar hacia una minería responsable, en conexión con las nuevas políticas industriales europea y andaluza, y dentro de nuestra Revolución verde, entre otras muchas acciones.
Usted dijo que la industria debe ser el motor del nuevo modelo productivo en Andalucía y particularmente la industria fomentada en la innovación y las nuevas tecnologías… ¿Qué medidas son necesarias para cumplir ese objetivo?
Andalucía necesita diversificar su oferta económica. A la fortaleza de sectores tradicionales, como la agricultura o el turismo, debe unirse, sin duda ninguna, la industria. Está demostrado que los territorios con un mayor peso industrial son los que mejor soportan épocas de crisis.
Pero no podemos apostar por cualquier industria. Ha de ser del siglo XXI y con capacidad de solvencia para el futuro. Necesitamos trabajar por una industria capaz de generar productos de alto valor añadido, que tengan el foco puesto en la innovación y que sepa, a través de la tecnología, adelantarse a las nuevas necesidades del mercado.
Andalucía ha puesto en marcha ya una nueva política industrial, en la que ha trabajado con los agentes sociales para promover su transformación mediante la diferenciación como región industrial, así como el crecimiento de su industria en solvencia, dimensión, calidad y valor para la sociedad. La mejora, consolidación e impulso de la industria andaluza es una política estratégica de este Gobierno.
Estamos inmersos en el desarrollo del Plan de Acción CRECE Industria, una nueva política industrial de Andalucía que se alinea con los objetivos apuntados en la nueva Estrategia Industrial Europea presentada por la Comisión para el horizonte 2030.
El Plan CRECE Industria sitúa a Andalucía en el camino hacia una industria pujante y sostenible. Este plan aspira a movilizar 5.100 millones de euros en inversión público-privada en los próximos años en Andalucía, con un empleo total asociado de 12.700 trabajadores. La nueva política industrial es directa, ambiciosa, reconocible y proactiva, y busca crear un entorno de confianza para la inversión y el desarrollo de las actividades industriales.
Las 32 cadenas de valor industriales identificadas en esta herramienta estratégica son el foco de las actuaciones que consideramos esenciales. Su circularidad, oportunidades de digitalización e integración en cadenas globales hacen que sean la diana para obtener un mayor impacto en la cohesión social y territorial por su productividad, capacidad de generar empleo, por el aprovechamiento de los recursos naturales de Andalucía y por el desarrollo de mercados de bienes y servicios industriales.
Creemos en la industria y creemos que Andalucía cuenta con todos los recursos para que su industria crezca. El principal reto de la industria andaluza es la mejora de su productividad. Con este plan queremos corregir esta debilidad.
Es necesario aprovechar, de una manera ágil y eficaz, los extraordinarios recursos con que cuenta Andalucía, sus fortalezas. Entre estos puntos fuertes destaca su capital humano, su tejido empresarial, la riqueza en materias primas y recursos naturales, los servicios avanzados en ingeniería, innovación y conocimiento, así como el gran mercado interior de bienes y servicios industriales y su proyección en los mercados globales.
El plan CRECE Industria promueve 20 medidas a desarrollar hasta 2023, lo que permite aprovechar al máximo las oportunidades que representan los fondos Next Generation.
En paralelo, trabajamos con instrumentos básicos para tener una guía efectiva en distintas actuaciones sectoriales. De ahí, por ejemplo, la Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2021-27, aprobada por el Consejo de Gobierno en marzo de 2021.
¿Cómo puede contribuir su gobierno a la captación de inversión para Andalucía y el desarrollo de la innovación en el actual contexto de transformación digital? ¿Qué hace a Andalucía más atractiva que otras comunidades autónomas?
Es innegable que en los últimos años la comunidad internacional ha puesto el foco en Andalucía. La continua llegada de grandes compañías se ha convertido en una buena noticia recurrente.
Desde 2019 se han captado 2.604 millones de euros de inversión extranjera en Andalucía, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Esta cifra casi duplica (86,8% más) la registrada entre 2016 y 2018 (1.394 millones).
Estoy convencido de que el nuevo hub de innovación, constituido por Málaga, Granada y Sevilla, constituyen un triángulo virtuoso que se ha convertido en avanzadilla para esa actividad ‘imán’ de inversiones. Y lo es por la diversificación gradual de sus economías locales, la puesta en marcha de una estrategia integral por esa especialización con la implicación de todos los agentes o la configuración de un ecosistema innovador que sella interrelaciones entre empresas, universidad, centros de investigación y Administración.
Andalucía ha optado por saltarse las viejas recetas del crecimiento y optar por fórmulas más novedosas relacionadas con la inteligencia artificial, el blockchain, la ciberseguridad, el Internet de las cosas o el big data.
El ecosistema innovador andaluz es cada vez más potente. Se ha constituido, sobre todo, en torno a los principales parques tecnológicos (Málaga TechPark, PCT Cartuja y PTS), impulsado por unas universidades volcadas en la transferencia de conocimiento, por unos centros tecnológicos y de I+D+i de excelencia y por un tejido empresarial cada vez más pujante e internacionalizado.
¿Contemplan algún plan tipo RENOVE para apoyar a la industria auxiliar como han hecho ya en el País Vasco o en Madrid?
El Gobierno de Andalucía mantiene una visión de la industria como actividad fundamental para que la región pueda lograr un crecimiento equilibrado y sostenible, ya que su aportación a la economía no se limita solo a la riqueza y al empleo generado por el propio sector, sino que tiene un efecto arrastre en toda la cadena de valor, en la que la industria auxiliar juega un papel fundamental y requiere del apoyo de todas las Administraciones. La difícil coyuntura actual, con una guerra en Europa (Ucrania) y con cuellos de botella de las cadenas de suministro a escala global, está provocando un notable incremento en el precio de los suministros energéticos en España, que compromete la capacidad competitiva de nuestra industria.
Es por ello por lo que acabamos de poner en marcha un instrumento de apoyo dirigido a las pymes de la industria manufacturera, y lo hemos hecho bajo un modelo de colaboración público-privada. Me refiero a una línea de avales de operaciones financieras destinada a facilitar liquidez de pymes y autónomos del sector industrial a través de la Sociedad de Garantía Recíproca Garántia, que abarcará un importe financiero de 15 millones de euros.
Dado el contexto señalado en que actualmente se desenvuelve las pymes y autónomos de la industria y de las estaciones de servicio de distribución de combustibles en Andalucía, resulta clave y urgente disponer de facilidades para el acceso al crédito para que puedan hacer frente a las necesidades de liquidez, siendo la concesión de avales a través de una Sociedad de Garantía Recíproca una forma de intervención pública óptima, que tiene un efecto palanca de los fondos públicos destinados de 30 veces.
El PERTE de sector naval tendrá un fuerte impacto en los astilleros de Navantia en Puerto Real y Cádiz. ¿A qué retos y oportunidades se enfrenta ese sector?
Entre los elementos que fundamentan la puesta en marcha de la nueva política industrial de Andalucía se encuentra la necesidad de aprovechar eficazmente los recursos regionales para impulsar el crecimiento de la industria en Andalucía.
En el sector naval andaluz se evidencia de manera clara esta necesidad ya que los recursos de los que se dispone proyectan un extraordinario futuro para el mismo, así como para las comarcas en las que se desarrollan sus actividades, si bien su evolución de los últimos años plantea importantes desafíos. Un futuro que requiere avanzar hacia modelos de negocio basados en la digitalización y la sostenibilidad medioambiental, con una mayor integración de los diferentes actores de la cadena de valor, de tal manera que la búsqueda de la neutralidad climática, la economía circular y el compromiso con la biodiversidad y el medio natural sigan siendo ejes vertebradores de las actividades en la construcción naval, reparación y mantenimiento y se refuercen las alianzas con los sectores asociados al naval, como el de energías renovables offshore y el sector de marítimo en general, con objeto de abordar nuevas oportunidades industriales.
Acabamos de poner en marcha nuestro plan para el sector (una importante pata del Plan de Acción CRECE Industria al que me he referido con anterioridad), dotado con 20 millones de euros. El Plan de cadena de valor CRECE Industria del sector naval en Andalucía incluye 10 actuaciones claves y 50 iniciativas que contribuirán a esa estabilidad que necesitan las empresas del sector como base para lograr su crecimiento, así como para potenciar su capital humano en un marco de desarrollo innovador y de alta productividad que permita al sector naval andaluz anticiparse y diferenciarse en un mercado naval muy competitivo y globalizado.
El Plan de Acción para el sector naval establece cuatro objetivos. En primer lugar, la búsqueda de estabilidad en las actividades de las empresas del sector como base para lograr su crecimiento. En segundo, mejorar las competencias laborales para un más fácil acceso y adaptación al mercado de trabajo, para implementar la calidad del empleo y la seguridad en el trabajo, sin olvidar los puntos de vista de igualdad, reducción de brecha salarial y conciliación laboral.
El tercero de los objetivos es anticiparse en un mercado altamente competitivo y globalizado. Hemos de conseguir que la innovación sea una constante para ganar en competitividad y el liderazgo en el mercado, para detectar tendencias futuras y desarrollar soluciones que satisfagan las necesidades de los mercados internacionales.
Por último, buscamos mejorar la productividad a través de la optimización de los procesos, tanto productivos como organizativos y logísticos.
¿Cómo ve el horizonte de Airbus y su factoría en Sevilla en el contexto del PERTE aeroespacial?
Soy optimista. Aunque la pandemia ha afectado muy directamente al sector aeroespacial, los resultados económicos de las compañías tractoras, Airbus en concreto, denotan una rápida recuperación.
Desde la Junta mantenemos una magnífica relación con Airbus, con quien mantenemos reuniones periódicas. Son conscientes de la apuesta de este Gobierno con el sector aeroespacial, por su crecimiento y consolidación. Prueba de ello es la aprobación de la Estrategia Aeroespacial de Andalucía.
La industria aeronáutica en Sevilla es centenaria. Disponemos actualmente de una joya como es la FAL del A400M, un avión que, precisamente por la tragedia del COVID, ha podido demostrar su versatilidad. Sevilla está llamada a continuar siendo un referente del sector y estamos seguros de que Airbus también está convencido de ello.
Respecto al PERTE Aeroespacial, he de decir que, en principio, se alinea con nuestra Estrategia Aeroespacial, si bien hemos echado de menos que para su elaboración se contara con las comunidades autónomas de mayor peso en el sector. Regiones como la andaluza son las que verdaderamente conocen la capacidad de la industria aeroespacial y sus necesidades.
De los cerca de 4.533 millones de euros que prevé movilizar este PERTE entre 2021 y 2025, corresponderá al sector público alrededor de 2.193 millones de euros (y una inversión privada de cerca de 2.340 millones). Reclamamos que llegue a Andalucía un porcentaje de esta financiación que esté en consonancia con el alto peso que tiene la industria aeronáutica andaluza en el conjunto del país. Para muestra, un botón: en lo que llevamos de año, Andalucía ha facturado casi la mitad que en el total nacional alcanzando los 389 millones de euros (46% del total nacional, que sumó 853 millones).
¿Cómo cree que se están gestionando los fondos europeos?
En nuestra opinión, la gestión que el Gobierno central está realizando de los fondos europeos adolece de dos factores que consideramos indispensables.
El primero, la cogobernanza, para que su distribución se haga teniendo en cuenta las necesidades de cada territorio. El Gobierno central decide el destino de estos fondos y deja a las comunidades autónomas una capacidad prácticamente nula. Nos impone las convocatorias, los plazos… No somos meros gestores administrativos, queremos participar en el ‘cómo’ vamos a afrontar la recuperación de Andalucía.
El segundo, es la agilización administrativa, que elimine la burocracia y acelere los procesos, para que la financiación europea sea capaz de eliminar problemas y no lleguen demasiado tarde, cuando no haya solución posible.
Además, hay una falta de coordinación en materia de control, se toman decisiones que no tienen en cuenta la distinta organización administrativa de las comunidades autónomas. También nos gustaría que nos respondan a la consulta formal que hemos hecho sobre el IVA, que nos diesen información sobre cómo evolucionan los PERTEs en el ámbito autonómico y que la aplicación informática fuese eficaz para tener una visión global de lo que sucede en la comunidad.
Hay que ser muy eficaces en este ámbito, ya que la inyección de recursos que hace Bruselas nos da la oportunidad de transformar y en eso no hay derechas ni izquierdas: están los de abajo y los que quieren llegar arriba. Tenemos el talento: que alguien me diga qué le falta a Andalucía para estar en los más alto.
Andalucía, por sus características, representa una enorme fuente de electricidad fotovoltaica. ¿Qué propuestas tiene para fomentar esta energía renovable?
En Andalucía, el 38,8% del total de potencia renovable instalada procede de la fotovoltaica. El sol es nuestra gran fuente energética, nuestro combustible. Con más de 3.000 horas de sol al año en muchas zonas de nuestra región es, como usted comenta, una enorme fuente de electricidad renovable que debemos aprovechar. Tenemos el gran reto de hacer más cercano al ciudadano el sistema energético para que la ciudadanía pueda participar en él y producir su propia energía, no sólo para obtener un importante ahorro económico y energético –algo que, sin duda, en las actuales circunstancias de precios alcistas en las que nos encontramos no es baladí–, sino también para contribuir a la generación distribuida, beneficiar a todo el sistema eléctrico y aumentar nuestra independencia energética.
Por eso, vamos a seguir trabajando en diferentes ámbitos para fomentar las energías renovables a nivel global y la solar fotovoltaica en particular, poniendo especial énfasis en el autoconsumo. Nuestra labor como Gobierno será la de dinamizar el mercado y crear los elementos que den confianza a los agentes que intervienen en el desarrollo de proyectos e inversiones de sostenibilidad energética con energías renovables, como la solar fotovoltaica.
Para ello, continuaremos impulsando la simplificación administrativa, para dar una respuesta más ágil a los empresarios que quieran apostar por esta tierra, siempre con el cumplimiento escrupuloso de la normativa y con el respeto al medio ambiente, al tiempo que reforzamos la actividad económica e industrial asociada al sector.
También con apoyo financiero, mediante incentivos económicos que faciliten la instalación de tecnología fotovoltaica a ciudadanos, empresas y entidades. Sin olvidarnos de la propia sensibilización y difusión de las ventajas que suponen estas tecnologías o la formación de profesionales en estos ámbitos.
Las energías renovables serán el foco de la próxima planificación energética de la Comunidad Autónoma, para consolidar el sistema de generación y consumo de energía verde en nuestra región.
¿Qué pide Andalucía a la Administración central en materia de industria?
En primer lugar, y en un corto plazo, nos sumamos a las diferentes patronales industriales desde las que se viene instando al Gobierno de España a tomar medidas eficaces y urgentes que reviertan, o al menos contengan, la escalada de precios de la electricidad y el gas, en una situación que se ha denominado de ‘emergencia industrial’. Asimismo, en este plano del corto plazo, es urgente que se haga una gestión más transparente y ágil en la articulación de los fondos Next Generation.
En diciembre de 2020 se trasladó desde el Gobierno andaluz a la Administración central una enorme cantidad de propuestas que han quedado, hasta el momento, sin ser atendidas. Fueron 151 proyectos que conllevaban una inversión de más de 35.000 millones de euros para el fondo Next Generation, entre los que se incluyeron los proyectos de ámbito industrial, suponiendo estos un 18% del total de inversión. Muchas oportunidades por aprovechar, por tanto.
A medio y largo plazo vemos la necesidad de que se impulse desde el Gobierno central una política industrial clara y reconocible. Una política industrial proactiva que sea capaz de generar confianza para que las inversiones industriales crezcan. Y una política que nazca desde el conocimiento del territorio y desde la colaboración y lealtad institucional.
En Andalucía estamos impulsando esa política de crecimiento industrial desde un marco orientado a la acción, aterrizándola en los diferentes subsectores industriales, para que además sea cercana a la realidad de los diferentes territorios.