Desde el año 2020, la Comunidad de Madrid aplica el Plan Industrial hasta 2025, ¿continuarán con el desarrollo de este o impondrán otras medidas?
El Plan industrial de Madrid nació ya con escasa ambición y presupuesto (514 millones en 5 años y una media de 100 millones anuales) y el Gobierno regional no ha hecho el más mínimo esfuerzo por intentar siquiera cumplirlo. Piense que se aprobó en enero de 2020 y que ni ese año ni en 2021 el gobierno consiguió aprobar unos presupuestos para Madrid. En 2022, se presupuestaron tan sólo 12 millones y el proyecto de presupuestos para 2023 que presentaron en la Asamblea de Madrid y fueron incapaces de aprobar, preveía tan solo 6,9 millones para política industrial. Son cantidades irrisorias para el impulso que necesita nuestra región.
Nos encontramos ante una coyuntura internacional y nacional muy distinta a la existente cuando se aprobó el Plan Industrial 2020-2025. Creo que su planteamiento se ha visto superado por los acontecimientos como la pandemia y la guerra en Ucrania y se ha demostrado que es necesaria una política industrial más ambiciosa y que se despliegue a mayor velocidad.
Por eso proponemos una estrategia económica para nuestra región, de la mano de todos los agentes que participan en ella, con un Pacto por la Industria que nos permita definir una ambiciosa Estrategia Madrileña para la Industria Verde, Digital y Competitiva con el horizonte puesto en 2030.
Madrid contribuye en un 11% al PIB industrial nacional, ¿cómo valoran esta cifra?
Pues en su contexto, es una aportación escasa fruto de una ambición escasa del Gobierno regional. Hay que tener en cuenta que Madrid supone aproximadamente más del 20% del PIB nacional, pero en materia de industria no aporta en esa misma proporción, sino la mitad, lo que indica que hay margen de acción para desplegar una política industrial que mejore la competitividad y el empleo de calidad en Madrid y contribuya a su vez al crecimiento a nivel nacional.
El peso de la industria en el PIB regional no llega al 10%, cuando el objetivo que nos ha puesto Europa es del 20% del PIB, para contribuir a consolidar una economía más resiliente, más productiva y que sea capaz de sortear mejor los vaivenes de la economía.
Según Javier Fernández-Lasquetty, actual consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, “en el último año, la industria ha experimentado un crecimiento del 4,4%”, ¿qué medidas impulsarán para continuar con esta tendencia?
Nosotros no queremos mantener esa tendencia, queremos acelerarla. Tener una mayor ambición y confianza en el potencial de nuestra región. Aumentar el peso de la industria sobre nuestro PIB regional exige un crecimiento de la industria por encima de nuestro crecimiento regional. El conformismo del gobierno de Ayuso sorprende y es clara muestra de su agotamiento.
Necesitamos un nuevo impulso a la actividad económica de la región, esa mano al sector privado para que juntos podamos dar el salto cualitativo que necesitamos.
En la presentación del Barómetro Industrial, Fernández-Lasquetty, afirmó que, bajo su criterio, los PERTE deberían ser gestionados por las Comunidades, ¿qué opina usted sobre esto?
Estamos hablando de proyectos estratégicos nacionales, no regionales. De hecho, se trata de proyectos estratégicos también para Europa. Esa visión de Fernández-Lasquetty es más propia de los nacionalismos que de alguien con visión global. Lo que sí hay que exigir es la cogobernanza en la definición de los proyectos estratégicos. Y eso lo ha hecho el Gobierno de España, aprobando conferencia sectorial tras conferencia sectorial los distintos repartos de las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Lo que tienen que hacer las CCAA, y en este caso Madrid, es valorar qué pueden aportar a cada PERTE, y cuál es su apuesta de región. Nosotros hemos presentado, en esta línea, un Plan Chip Madrid, dotado de 250 millones de euros que pondremos en marcha para que Madrid lidere la industria de la nanotecnología y los semiconductores, en el marco del PERTE Chip aprobado por el Gobierno de España.
Esto es lo que debemos hacer las regiones, lo están haciendo muchas, y en Madrid vamos tarde.
Según el citado informe, ingenieros madrileños han valorado la situación de la industria en su provincia en una escala siendo 1 muy mala y 5 muy buena, cuyo porcentaje más alto es en el punto 4 con un 37,80%, ¿A qué cree que se debe esta valoración?
Es que Madrid es un cañón y eso es capaz de reconocerlo cualquier profesional que trabaje en nuestra región. El potencial de crecimiento que tiene Madrid es lo que nos debe impulsar para ser ambiciosos y defender una política industrial activa para nuestra región, que permita un mayor empleo de calidad, y un mayor valor añadido.
Siempre digo que no hay lugar en el mundo con mejor posicionamiento para ser líder en captación de talento. La calidad de vida que ofrece Madrid, ser ese punto de encuentro entre distintos continentes, ser una región abierta y con amplio margen de mejora en servicios públicos, mejora en la competitividad de nuestra economía, ofrece un atractivo a la inversión más fuerte que cualquier incentivo fiscal que quiera dar la Comunidad de Madrid.
A principios de año, Madrid aprobó una ayuda por cinco millones de euros para la modernización de los polígonos industriales, ¿incrementarían ustedes este presupuesto?
Este año y medio hemos visitado muchos polígonos industriales. Algunos en un estado excelente y otros en una situación de dejadez absoluta durante años. Si queremos ser competitivos, hay que apostar de verdad por una política industrial completa y coherente. La modernización de los polígonos industriales es una medida más, pero ni es la única ni la más importante, que requiere a medio plazo mucho más de cinco millones de euros.
Para el PP, analizando su propuesta de presupuestos para 2023 para la industria de tan solo 6,9 millones, parece que se conforma con poco, y que ese poco lo dedica exclusivamente a la modernización de polígonos industriales.
Fíjese que, en el Plan Industrial del PP, de los 514 millones de euros previstos, sólo 31 millones iban destinados para modernización de polígonos industriales. Ni siquiera esta parte aspiran a cumplirla.
En definitiva, nuestra apuesta industrial es mucho más ambiciosa, e incluirá evidentemente mayor presupuesto para la modernización y digitalización de los polígonos industriales.
¿Qué medidas aplicarán para que las industrias sean sostenibles a la vez que rentables económicamente?
El futuro de nuestro modelo económico pasa inevitablemente por la sostenibilidad. No es una elección. Cuanto antes lo asuman todos los gobiernos antes podremos actuar hacia una transición ecológica justa.
El Pacto por la Industria y la Estrategia Madrileña para la Industria Verde, Digital y Competitiva es la que debe establecer ese marco de acción pública necesaria para conseguir garantizar un crecimiento económico que sea sostenible. Y en este tema tenemos la suerte de contar con un consenso no solo europeo sino internacional. Estamos viendo cómo un país como EEUU está apoyando a su tejido económico, especialmente industrial; estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la UE, que apuesta de forma decidida por una política industrial desde el sector público fuerte, cambiando el marco tradicional de ayudas de Estado para favorecer esta imprescindible transición justa.
Madrid no puede darle la espalda a esta realidad ni a este cambio de paradigma. Al contrario, debe sentir a la UE y al Gobierno de España como aliados. Y apostar por un ambicioso programa de ayudas e incentivos a aquellos sectores que consideremos estratégicos, para facilitar esas inversiones necesarias que lograrán transformar nuestro modelo de crecimiento económico.
¿Qué oportunidades considera que tiene la Comunidad de Madrid en cuanto a energías renovables?
El potencial de nuestra región en este ámbito es enorme. Nosotros queremos comprometernos con desplegar una inversión importante en energías renovables que favorezcan la descarbonización de nuestra región, cosa que no ha hecho con especial ahínco la Comunidad de Madrid hasta ahora.
Nos encontramos ante un momento determinante en el cambio de modelo productivo hacia una economía más sostenible y la apuesta de España, y de Madrid cuando gobernemos, por las energías renovables nos va a permitir ser más competitivos en el medio plazo, a través de una reducción del coste de la energía. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia diseñado por el Gobierno de España ha sabido leer bien esta oportunidad y ha dirigido bien los hitos y las inversiones necesarias.
Madrid tiene que aprovechar todo el potencial para desplegar una inversión potente en materia de energías renovables, aprovechando también los fondos del PRTR.
Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que, según datos aportados por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2022 existían en la Comunidad de Madrid existían un total de 1.699 instalaciones fotovoltaicas conectadasa red y legalizadas, con una potencia total de 64,65 MW. Sin embargo, el potencial es mucho mayor: de 2.092 MW en el escenario objetivo y de hasta 3.323MW en un escenario de alta penetración. Esto significaría multiplicar por 30 la actual potencia instalada de autoconsumo en la comunidad en los próximos ocho años.
En el sector hay una gran necesidad de unión entre formación y profesionales, ¿cómo pretenden abordar esta petición?
Ese es uno de los grandes ejes en los que vengo insistiendo este año y medio. Cada vez que me reúno con una empresa, me comenta que le cuesta contratar trabajadores con las cualificaciones que demandan. Por otro lado, este último año 33.000 jóvenes se han quedado sin plaza pública de FP, que querían cualificarse para tener un futuro mejor y conseguir mayor empleabilidad.
Por eso me he comprometido a un Plan de capacitación de 250.000 jóvenes en 18 meses, para romper con ese triángulo negativo de alto desempleo juvenil, empresas que demandan trabajadores con determinada formación, y trabajadores que quieren formarse en esas competencias para lograr un empleo de calidad.
Asimismo, uno de los ejes de nuestro programa es conseguir que la política activa de empleo de la Comunidad de Madrid se convierta en una auténtica intermediadora, entre empresas que demandan trabajadores con ciertos perfiles, y trabajadores que tienen dichos perfiles o que están dispuestos a formarse en ellos para ser contratados.
¿Cómo ayudarán a las pymes industriales de la región?
Las pymes son un elemento esencial de nuestro tejido productivo, ya que más del 99% de las empresas industriales de nuestra región son pymes. Esta realidad hay que tenerla en cuenta a la hora de elaborar la estrategia madrileña para el futuro de la industria. Es fundamental acompañar a las pymes para favorecer la mejora de la productividad, facilitar su escalado, internacionalización, digitalización, y facilitar estrategias de coordinación y colaboración entre ellas.
También es necesario ser conscientes de la dificultad que tienen las pymes para conocer todo el abanico de ayudas a su disposición, de derechos y de obligaciones frente a la Administración, y en eso es importante reforzar los canales de diálogo, asesoramiento y comunicación.
Por último, es fundamental facilitar unas mejores condiciones de financiación para las pymes industriales, así como poner a su servicio determinadas opciones de formación y asistencia que favorezcan la captación de talento y la mejora de su competitividad.