¿En qué consiste el proyecto integral que ha realizado su empresa en el Hospital Universitario Severo Ochoa?
Fernando: El proyecto lo promovió el Hospital como un expediente de servicios energéticos en el que se empezó a trabajar en 2014. En Madrid y en hospitales hay muy pocos expedientes de este tipo, cuatro quizás. Y en otras comunidades autónomas también muy pocos, porque administrativamente son muy complejos. Este es a largo plazo, 15 años. Se publicó el expediente en 2016 y tras varios recursos, arrancó el contrato en 2018, donde nosotros fuimos los adjudicatarios.
¿Cuáles eran los requisitos fundamentales del proyecto?
Javier: Los requisitos fundamentales del proyecto se basaron en una estrategia de desarrollo flexible y sostenible, por lo que se contemplaron las siguientes prestaciones del contrato a realizar por el adjudicatario: el sSuministro eléctrico y térmico, que tenía como objetivo un ahorro mínimo estimado de un 15% de la producción al finalizar el periodo de vigencia del contrato; el mantenimiento y garantía de todas las instalaciones y equipos objeto del contrato; las inversiones iniciales imprescindibles para la ejecución del proyecto que consistieron en la sustitución de las calderas de gasoil a gas natural, la sustitución de las torres de refrigeración, optimizando el funcionamiento de las enfriadoras, la sustitución de luminarias altamente contaminantes por iluminación LED, la sustitución de ventanas por otras con rotura de puente térmico y vidrio doble, así como un sistema que garantizase el control integral del edificio, instalaciones y equipos.
Fernando: Todo ello obligaba a una serie de hitos de ahorro graduales cada cinco años. Los primeros cinco años teníamos que conseguir un 5% de ahorro, un 10% a los 10 años y un 15% a los 15. El expediente también ha permitido al adjudicatario, en este caso la empresa Asime, del Grupo Empresarial Electromédico, adoptar acciones que repercutan en el ahorro. Se estudió la posibilidad de montar una instalación fotovoltaica que se ha instalado en la cubierta del Hospital, de 1,7 MW pico; actualmente es la más grande de España en un hospital. Por otro lado, se ejecutó el proyecto europeo ReUseHeat de reaprovechamiento de calor residual, donde se emplea el calor de las torres de refrigeración, por ejemplo, para introducirlo de nuevo en el circuito y generar así calor. También hemos instalado un sistema de detección de presencia para reducir el consumo de energía.
Al final hemos conseguido una reducción del consumo de energía primaria no renovable de un 21% y una bajada de las emisiones de CO2 de un 70%.
El grueso de las actuaciones comenzó en 2018 y la instalación fotovoltaica en 2021 en paralelo con los otros sistemas.
¿Cuánto costó el proyecto?
Fernando: En total hemos gastado más de cuatro millones de euros. El contrato es de 33 millones de euros a 15 años, lo que incluye todo el mantenimiento integral del Hospital.
¿Qué pasará cuando se alcance el plazo del contrato?
Fernando: En 2033, que es cuando se cumplen los 15 años, cualquier actuación realizada pasará a ser propiedad de Hospital, incluida la instalación fotovoltaica.
¿Cuáles fueron las razones para lanzar un contrato mixto tan ambicioso como este?
Javier: La principal motivación se centró en establecer un nuevo modelo de gestión, una nueva idea en la contratación administrativa, que garantizase un contrato con un horizonte temporal de 15 años y diera respuesta a la renovación de los equipos e instalaciones energéticas con un alto grado de obsolescencia, y todo ello, con criterios de sostenibilidad y eficiencia aplicados a la emergencia climática.
¿Cuáles han sido las trabas que se han encontrado en la ejecución del proyecto?
Javier: En el proceso de contratación surgieron múltiples problemas por los órganos administrativos que intervienen en el proceso, entre otros, la Asesoría Jurídica del Servicio Madrileño de Salud, la Intervención de la Comunidad de Madrid, la Dirección General de Presupuestos de Hacienda y los tribunales administrativos.
En la fase de ejecución del contrato, y debido a su flexibilidad, se encontraron más soluciones que problemas, que han permitido realizar nuevas inversiones, entre las que destaca la instalación de una planta solar fotovoltaica para autoconsumo.
¿Por qué son tan escasos estos proyectos integrales dentro de la Administración?
Javier: Estos proyectos integrales deben basarse en un modelo que debe ser aprobado por todos los citados órganos intervinientes; por tanto, requiere de iniciativa, consenso y liderazgo.
¿Qué es lo que tiene de especial este proyecto en concreto?
Fernando: Es un modelo administrativo casi sin precedentes, por la duración del contrato a 15 años. Son contratos mixtos que tienen varias explotaciones: la ejecución de la obra inicial, el suministro de energía y el servicio de mantenimiento. No suelen existir contratos tan complejos con la Administración. Suelen ser de obra o de suministro o de mantenimiento. El gran mérito de haberlo sacado es del Hospital. De este estilo de contrato no habrá más de 15 en toda España.
La parte más positiva de este contrato, lo que está en su espíritu, es que el ahorro beneficia a todas las partes, porque, si lo hay, nosotros tenemos una especie de tarifa plana de cobro. Es un aliciente. Si no ahorramos nosotros tenemos un problema presupuestario.
¿Cómo son de importantes para usted y el Hospital Universitario Severo Ochoa que usted representa la sostenibilidad en general y la eficiencia energética en particular?
Javier: La sostenibilidad en la Administración Pública tiene un alto grado de importancia, tanto la sostenibilidad económica, financiera, social… y, en particular, la eficiencia energética, por lo que tiene de implicación con el medioambiente y el cambio climático.