ENTREVISTA

Carlos Conde, director técnico de Bosch: “Una de las principales características del uso de robots es compartir zona de trabajo sin riesgo para las personas”

El uso de la tecnología en las plantas cada vez es mayor. Alguno de los beneficios que Carlos Conde, director técnico de Bosch en la fábrica de Madrid, destaca sobre el uso de robots en dicha planta es adaptar la ruta a seguir en función de la situación del entorno o liberar a las personas de desempeñar tareas repetitivas.

¿Qué características tiene el robot colaborativo que emplean en su fábrica y qué tareas realizar?

Es un robot formado por un AMR (Autonomus Mobile Robot) y un brazo robótico que lleva integrada una cámara con la cual puede detectar los objetos a manipular.

Una de sus principales características es el poder compartir zona de trabajo con las personas sin poner en riesgo la seguridad de éstas.  Además, puede adaptar la ruta a seguir en función de la situación actual del entorno, cosa muy positiva en un área de producción ‘viva’ como la de nuestra fábrica.

¿Qué supone el uso de este robot?

Libera a las personas de desempeñar tareas repetitivas o que puedan conllevar riesgos de ergonomía, para poder realizar otras que aporten mayor valor añadido.

Otro aspecto para tener en cuenta es como el uso de la robótica para el transporte proporciona flexibilidad y una mayor trazabilidad de materiales dentro de la fábrica.

¿Qué uso industrial pueden tener los sensores?

Considerando que el contenido electrónico está creciendo en los automóviles, los sensores y las aplicaciones donde se emplean están también creciendo. Principalmente en las tradicionales áreas relacionadas con los sistemas de combustión interna, donde los sensores han sido parte importantísima en el desarrollo de las tecnologías de inyección con un control más preciso del consumo de combustible.

Actualmente, también estamos viendo un crecimiento de estos en áreas relacionadas con los sistemas de ayuda a la conducción: la conducción autónoma, los sistemas de frenado y de seguridad, así como en el creciente segmento de los vehículos eléctricos. Los sensores que producimos en Robert Bosch Fábrica Madrid tienen uso en sistemas de seguridad, tales como ADAS, la conducción autónoma del automóvil, así como forman parte fundamental del vehículo eléctrico.

¿Qué tipo de perfiles profesionales requiere en el sector?

Actualmente, además de los perfiles clásicos de ingeniería industrial, mecánica y eléctrica, demandamos que sumen experiencia en el área digital. Estamos inmersos en un mercado cambiante donde los perfiles multifacéticos son los que nos aseguran nuestra adaptación y flexibilidad necesaria. Esto nos hace buscar, no sólo en las ingenierías, sino también en áreas de física y matemáticas.

Entendemos que la diversidad en cuanto a la formación nos enriquece a la hora de enfocar y encontrar soluciones a los retos que se nos presentan desde distintas perspectivas.

Además de la creación de aplicaciones que ayuden a facilitar el manejo de materiales, ¿qué otras necesidades tecnológicas tienen este sector?

Para nuestra fabrica, un catalizador del éxito ha sido el alto nivel de automatización, digitalización y estandarización de nuestra cadena de valor de producción. Hemos logrado una reducción de costes, una mejora de la productividad, la excelencia en la calidad y una rápida reacción a los problemas gracias a la incorporación constante de herramientas basadas tecnología I4.0.  Nos centramos en aquellos proyectos que aporten “valor” a nuestra organización y nos permitan ser más competitivos y estar por delante de la competencia.

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