La asociación considera que se trata de un paso decisivo para garantizar la competitividad, la sostenibilidad y el empleo en la industria siderúrgica española y europea, y urge a su rápida adopción para que entre en vigor a comienzos de 2026.
La medida, plenamente conforme con las normas de la OMC, establece un sistema de contingentes arancelarios que permitirá la entrada de un volumen limitado de acero libre de aranceles, mientras que las importaciones que superen esos contingentes estarán sujetas a un gravamen del 50%.
Además, incorpora la cláusula “melted & poured”, que refuerza la trazabilidad del origen del acero y evita la elusión a través de terceros países. Esta propuesta sustituirá al actual régimen de salvaguardias, que expirará a mediados de 2026, garantizando la continuidad de la protección frente a la sobrecapacidad global.
“La propuesta de la Comisión es ambiciosa y muy necesaria. Restablece un marco de competencia justa, impulsa la utilización de la capacidad productiva y ofrece estabilidad y confianza a las inversiones. Es esencial para asegurar el futuro del acero europeo y de los miles de empleos que dependen de él”, ha afirmado Carola Hermoso, directora general de UNESID.
UNESID subraya la necesidad de ampliar el alcance de la medida a los productos transformados, también expuestos a la competencia desleal y a los aranceles del 50% en Estados Unidos, con el fin de proteger toda la cadena de valor industrial. La asociación seguirá colaborando con las Administraciones española y europea para que la adopción definitiva del instrumento incluya estos productos.
El nuevo marco aporta certidumbre y previsibilidad a un sector estratégico para la autonomía industrial europea y la transición verde, al tiempo que consolida las inversiones en descarbonización, innovación y eficiencia energética.
UNESID considera que esta propuesta responde a una demanda histórica del sector, que viene advirtiendo del impacto de la sobrecapacidad mundial y las importaciones desleales sobre la viabilidad, el empleo y la sostenibilidad industrial.
“Esta medida ofrece la oportunidad de recuperar la competitividad del acero europeo y reforzar su papel como pilar esencial del desarrollo económico, industrial y medioambiental de Europa”, concluye Hermoso.