FEIQUE

El sector químico estima cerrar 2023 con un descenso del 6,8% en la cifra de negocios

El sector químico español (CNAEs 20 y 21) estima cerrar el ejercicio 2023 con una significativa caída de la cifra de negocios del 6,8% hasta los 83.799 millones de euros (6.000 millones menos que en 2022), un retroceso concentrado fundamentalmente en la química básica, la más intensiva en consumo de gas y electricidad, según argumenta la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique). Con un crecimiento de la producción de 0,8%, el sector se ha visto afectado por los altos costes energéticos y la caída de los precios por la ralentización de la demanda. Así lo ha explicado la presidenta de Feique, Teresa Rasero, en el marco de la Asamblea General de la federación.

Esta evolución del sector químico español, según la citada patronal, está alineada con la debilidad que está mostrando la industria europea en su conjunto, que inició una desaceleración en el segundo semestre del pasado año y que ha continuado en el actual sufriendo ya descensos productivos. Así, la previsión del sector es culminar 2023 con un crecimiento mínimo del 0,8%, que se espera llegue al 1,2% el próximo año.

Desde el segundo trimestre de 2022, la química básica, caracterizada por su mayor consumo energético y de materias primas, ha venido experimentando un descenso productivo que, aunque ha revertido su tendencia desde abril, cerrará 2023 con una caída de casi 12 puntos. Los dos factores determinantes son los altos costes energéticos y la debilidad de la demanda. En la química básica el precio del gas y la electricidad es uno de los principales factores de coste y, por tanto, uno de los que en mayor medida determinan la competitividad de las empresas.

En cuanto a la cifra de negocios, y a diferencia de lo ocurrido el pasado año, desde Feique se estima que el sector químico cerrará 2023 con una importante reducción del 6,8% para finalizar el año con un valor de 83.799 millones de euros, como resultado del escaso crecimiento de la producción, junto con la caída de precios de los productos químicos motivada por la retracción de la demanda. Esta caída se traduce en 6.000 millones € menos que en 2022.

En 2021 y 2022, se han experimentado periodos de altos costes energéticos, incluso superiores a los
actuales, pero la diferencia con respecto a aquellos ejercicios es que estaban compensados con una
fuerte demanda capaz de absorber una parte sustancial del incremento de costes. Actualmente, la
situación es muy diferente, ya que la demanda inició su descenso en el segundo semestre de 2022,
agudizándose con las sucesivas medidas para contener la inflación y, particularmente, con la elevación de los tipos de interés, que han limitado el acceso al crédito y la financiación. Esta circunstancia no ha permitido estimular a sectores tractores vinculados a bienes duraderos como la construcción o el automóvil, que son fundamentales para la economía española.

Con todo ello, desde 2019, la cifra de negocios acumulará un crecimiento del 30,1% hasta 2024. Sin
embargo, este crecimiento no estará vinculado a la mejora de los niveles y capacidades productivas,
sino fundamentalmente a los precios. En el mismo periodo, el incremento de los precios de los
productos químicos se sitúa en el 28,4%.

En cuanto al comportamiento en el mercado internacional, la industria química mantiene un alto grado de competitividad apoyado, actualmente, en la mayor debilidad de economías muy exportadoras como la de Alemania o Países Bajos. A su vez, el sector continúa creciendo en otras áreas donde la química de consumo y salud sigue comportándose con notable resiliencia.

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