Desde la Alianza de la Competitividad Industrial han valorado de forma positiva la iniciativa y han recordado a través de un comunicado que “las industrias que conforman la Alianza se plantean la descarbonización como un objetivo incuestionable, pero para este objetivo el sector necesita apoyos como el anunciado por el Gobierno”.
Así, Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, ha declarado para industry TALKS que “doblar estas ayudas es un apoyo oportuno y necesario por parte del Gobierno. Las industrias europeas tienen que afrontar los costes adicionales que suponen cumplir con los objetivos de descarbonización”.
“Objetivos incuestionables, por otro lado, pero a los que no se enfrentan otros países fuera del marco de la UE, como pueden ser China o Estados Unidos, lo que nos resta competitividad frente a ellos”, ha añadido.
De esta forma, la Alianza valora la medida como un “buen arranque” de la política industrial activa que promete enmarcarse en la nueva Ley de Industria, que comenzará en breve su trámite parlamentario. A este respecto, también considera determinante que “se incorporen medidas de competitividad en el ámbito energético que minoren el coste para los consumidores industriales” y valora la medida anunciada hoy como “un primer paso positivo”.
El alto coste de la energía, un freno para la competitividad
Según la Alianza, la transición energética requiere cuantiosas inversiones que deben ser acompañadas desde el sector público para evitar la pérdida de competitividad.
Asimismo, Reinoso ha explicado que “respecto a nuestra competitividad frente a la de otros Estados miembro de la UE, tengamos en consideración que este esquema de ayudas emana de la Comisión Europea, y los Estados pueden decidir darlas -total o parcialmente- o no. Si España no opta por darlas, en contraposición de que otros países sí lo hagan, esto también nos situaría en una situación de desventaja competitiva frente a ellos”.
De este modo ha lamentado que “el alto coste de la energía continúa siendo un freno para la competitividad de las empresas de muchos sectores industriales, incluso, en sectores no intensivos. Así, la ayuda anunciada el viernes por el ministro, sin duda, contribuirá a evitar la pérdida de competitividad. Sin embargo, sí le encontramos un ‘pero’… Estas ayudas están limitadas a una serie de sectores industriales que cualifican a los criterios definidos, por lo que son necesarios esquemas adicionales que lleguen a todos los sectores de la industria”.
De este modo, Reinoso ha dejado claro que “es necesario que se incorporen más medidas de competitividad en el ámbito energético que minoren el coste para los consumidores industriales, por lo que esperamos que esta sea la primera de otras medidas necesarias orientadas a alcanzar una industria descarbonizada, sí, pero también, competitiva”.
La industria siderúrgica
La industria siderúrgica es el principal consumidor de electricidad. Por ello, Andrés Barceló, director general de UNESID, en nombre de la compañía, ha comentado para industry TALKS que “agradece que el gobierno aumente la compensación por sobrecostes eléctricos indirectos derivados de la aplicación del comercio de emisiones hasta 600 millones de euros”, aunque ha lamentado que “la cifra dista todavía del máximo permitido por la regulación europea (el 25% de los ingresos provenientes de las subastas de derechos de emisión)”.
“La siderurgia es el principal sector que recibe esas compensaciones (aproximadamente el 32% del total). Lógico, si se tiene en cuenta que la industria siderúrgica es el principal sector industrial consumidor de electricidad”, ha añadido.
Además de estas ayudas, Barceló ha comentado que están a la espera de que el gobierno “adopte decisiones pendientes que afectan muy seriamente a la competitividad de las industrias electrointensivas españolas, como son los peajes y cargos del sistema y la eliminación definitiva del impuesto a la producción de electricidad. De esta manera podríamos trabajar en igualdad de condicione regulatorias que nuestros competidores franceses y alemanes”.
La industria papelera
Manuel Domínguez, director general de ASPAPEL ha recalcado a industry TALKS que la finalidad de las ayudas por costes de emisiones indirectas de CO2 es “compensar a aquellos sectores industriales en riesgo de deslocalización, que ya están soportando los costes asociados a las emisiones de sus propias actividades industriales por los aumentos de precios de la electricidad que conlleva la internalización de los costes de las emisiones de gases de efecto invernadero de los generadores eléctricos”.
“Se trata, en definitiva, de una medida de apoyo a la competitividad autorizada por la Comisión Europea, que intenta compensar lo que supone a todos los efectos una doble carga para las industrias por un mismo concepto, buscando en lo posible evitar el traslado de su actividad productiva a terceros países que no están sujetos al RCDE ni a la normativa climática de la Unión Europea, y que debe también contribuir a la descarbonización de la actividad industrial europea”, ha añadido.
Por ello, Manuel Domínguez ha destacado que “es fundamental alcanzar un equilibrio entre los aspectos tecnológicos, ambientales y económicos para garantizar nuestra competitividad y aprovechar las oportunidades que surjan del proceso de descarbonización. En este sentido, estas ayudas son también un respaldo para nuestras industrias, que están realizando importantes inversiones en su transición hacia el objetivo compartido por todos de descarbonizar nuestra economía”.
Por ello, desde ASPAPEL han valorado “muy positivamente el anuncio reciente del Ministerio de duplicar las ayudas a la industria para compensar los costes indirectos por emisiones de gases de efecto invernadero. El incremento efectivo del presupuesto destinado a compensación de costes indirectos permitirá tanto apoyar nuestra descarbonización como reducir el diferencial competitivo con respecto a las ayudas percibidas por industrias competidoras de otros Estados Miembros con mayores capacidades presupuestarias”.
Por último, Domínguez ha señalado que “de manera complementaria a este anuncio de incremento de presupuesto, desde ASPAPEL solicitamos la prórroga de la reducción de peajes eléctricos en un 80% más allá del 31 de diciembre de este año para aquellas instalaciones que cualifiquen como electrointensivas. La adopción combinada de ambas medidas posibilitaría la reducción de la desventaja competitiva que nuestras industrias sufren frente a terceros países”.
