El estudio revela que más de 2,9 millones de personas trabajan directamente en la industria, con un 90% de contratos indefinidos y salarios un 18% superiores al promedio nacional. Sin embargo, solo el 12,7% del alumnado cursa Formación Profesional industrial y apenas el 3,3% de las empresas participan en programas de FP dual, lo que deja más de 100.000 vacantes técnicas sin cubrir.
A nivel territorial, la actividad industrial se concentra en cuatro comunidades autónomas, que generan el 56% de la facturación, y se caracteriza por un tejido empresarial dominado por pymes (99,2%), muchas de ellas familiares.
La encuesta también muestra que el 90% de los españoles considera la industria vital para el desarrollo económico, aunque el turismo sigue siendo percibido como el principal motor del país. En cuanto a competitividad, el 68% cree que España compite bien en Europa, pero solo la mitad la ve fuerte a nivel global.
Entre los principales retos identificados figuran la sostenibilidad y adaptación al cambio climático (31%), la competencia internacional (30%) y la digitalización (17%). Tanto la población como los expertos coinciden en que la falta de apoyo administrativo y las trabas burocráticas son los mayores obstáculos para su crecimiento.
El informe concluye que el futuro del sector pasa por apostar por las energías renovables, la digitalización y una estrategia integral de reindustrialización que combine inversión en I+D, formación técnica y colaboración entre empresas, universidades y administraciones.
