REPORTAJE

El SAF, una oportunidad industrial para España al frente de la descarbonización de la aviación

El sector aeronáutico es un importante motor para la economía española. Pero también es verdad que es el responsable de entre el 2% y el 3% de las emisiones de CO2 globales, según los últimos datos que la PwC ha publicado en su informe '¿Es posible lograr la descarbonización en el sector de la aviación?'. Gracias al SAF, el Combustible Sostenible para la Aviación, por sus siglas en inglés, se abre la puerta a que, efectivamente, sea factible.

Este combustible supone una de las formas más rápidas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los vuelos de corto, medio y largo radio, ya que puede llegar a disminuir entre un 60% y un 100% las emisiones de dióxido de carbono al medioambiente, a lo largo de todo su ciclo de vida. Además, permite utilizarse sin la necesidad de modificar ningún mecanismo de los aviones ni de las infraestructuras de los aeropuertos, lo que facilitaría su implantación.

Por todo ello, este nuevo combustible sostenible supone una gran oportunidad industrial para nuestro país. Javier Arnaldo, representante nacional de Sostenibilidad y Medioambiente de Airbus en España, ha dejado claro en declaraciones para industry TALKS que “la capacidad de la industria aeroespacial para crecer en el futuro está vinculada a su compromiso con la sostenibilidad”, y ha asegurado que “en Airbus queremos ser pioneros de un sector aeroespacial sostenible para un mundo seguro y unido”.

Por ello, Arnaldo ha explicado la implicación de Airbus con el medio ambiente: “Nuestros esfuerzos en desarrollos tecnológicos se centran en tres líneas de actuación. Por un lado, una nueva generación de aviones. Trabajamos de forma constante en la mejora de nuestros aviones. Desde la primera generación, la reducción de emisiones de CO2 ha sido del 80%, de los óxidos de nitrógeno ha sido del 90% y del ruido de un 75%. Nuestra última generación de aviones, como el A320neo, ya ofrece un ahorro de combustible de entre el 20 y el 40% en comparación con la generación anterior”.

En segundo lugar, el combustible SAF. “Estamos centrados en el uso de Combustible de Aviación Sostenible, que es el que va a permitir reducir de manera sustancial y, sobre todo, rápida, las emisiones de CO2. De ahí que sea clave extender todo lo posible su uso en el transporte aéreo. Para ello, es esencial que todo del ecosistema aéreo trabaje unido y en la misma dirección. En esta línea, en abril de este año, se puso en marcha la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo (AST), de la que Airbus forma parte y uno de cuyos objetivos principales es favorecer la producción a gran escala de SAF en España, además de promover el desarrollo de iniciativas que garanticen la circularidad de los residuos generados por el sector”, continúa Arnaldo.

Y, por último, “el hidrógeno. Esta tercera línea de actuación que tenemos en Airbus es la más revolucionaria y es el uso del hidrógeno verde, un combustible que evita la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera”. Y es que, gracias a este tipo de líneas de actuación, nació ZEROe, “un proyecto que plantea el desarrollo de un avión impulsado con hidrógeno -combustión o pila- que entrará en servicio en 2035”.

Por otro lado, Arnaldo ha manifestado que en España se dan las circunstancias para poder producir este tipo de combustibles de una manera más eficiente que en otros países “por las condiciones naturales, que favorecen el despliegue de energía renovables limpias y por la capacidad de refino existente que puede adaptarse para la producción de SAF”. “Nuestro país puede pasar de ser dependiente energéticamente a ser un exportador para este tipo de combustibles, que son claves para la descarbonización de la aviación”, ha añadido.

Actualmente, todos los aviones comerciales, helicópteros y aviones militares de Airbus pueden volar con una mezcla de combustible SAF de hasta el 50%: “Estamos trabajando para incrementar su uso hasta el 100%. Uno de los principales retos es escalar la producción de SAF para que haya disponibilidad suficiente a un precio justo y que la aviación se siga democratizando siendo accesible a más personas”.

“El SAF puede reducir las emisiones netas de CO2 hasta en un 80% de media a lo largo de su ciclo de vida”, ha recalcado. Desde Airbus ya se han iniciado ensayos de vuelo con un 100% de SAF en sus aviones de pasillo único, en sus aviones de fuselaje ancho, en sus aviones militares y en sus helicópteros.

La producción de SAF, oportunidad para crear empleo

Otro punto positivo de la producción de este combustible sostenible es el empleo, tanto directo como indirecto que va a crear, gracias a las plantas de producción: “Puede contribuir significativamente al desarrollo socioeconómico de una nueva industria a nivel nacional con capacidad de exportación y esto tiene que tener un importante reflejo sobre el empleo. Las decisiones que se tomen para incentivar esta industria ahora serán claves para su impacto en los próximos años”, explica el directivo de Airbus.

En la misma línea, Franc Sanmartí, director de Sostenibilidad de Vueling considera que “el impulso a la industria del SAF abre interesantes oportunidades para la economía circular, ya que supone también una solución al creciente problema de la gestión de residuos. Esto es así porque puede ser orgánico, es decir, producido a partir de aceites vegetales, grasas animales, biomasas u otros residuos como los agrícolas; o puede ser sintético, que se genera a partir de captura de CO2 mediante el empleo de hidrógeno verde”.

Por ello, “la puesta en funcionamiento de entre 30 y 40 plantas de producción de SAF generaría 270.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2050, si tenemos en cuenta la fase de construcción y la de producción. Si nos fijamos en Cataluña, el impacto global de la construcción y puesta en funcionamiento de cuatro plantas llegaría a generar 10.640 millones de euros al PIB y se traduciría en la creación de 41.619 nuevos puestos de trabajo, de acuerdo con un informe de PwC elaborado para Vueling”.

Escasa producción de SAF

Por otra parte, Sanmartí ha explicado qué supone la puesta en marcha en España de esta nueva industria de producción de SAF para el sector de la aviación: “Supone una gran oportunidad para generar riqueza y crear nuevos empleos. IAG, el grupo al que pertenece Vueling, se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF en 2030. Esa cantidad es prácticamente el doble de la requerida por la regulación nacional e internacional para ese año, lo que ayudará a impulsar el mercado de SAF en España. Según un estudio realizado por PwC, si se implantaran por todo el país entre 30 y 40 plantas de producción de SAF, España sería capaz de cubrir toda su demanda nacional. Esto implicaría un impacto total (entre la construcción y la producción) en el PIB de 56.000 millones de euros hasta 2050 y la creación de 270.000 nuevos puestos de trabajo”.

Aunque, Sanmartí ha dejado claro que “actualmente la producción de SAF es escasa e insuficiente en comparación con la demanda de combustible de aviación. Con las actuales infraestructuras solo se conseguiría cubrir un 0,1% de la demanda global de dicho combustible, por lo que es esencial el desarrollo su producción a gran escala” y que supondría una buena oportunidad para la exportación: “Dado que el potencial de producción es muy superior a la demanda local, con la instalación de más plantas se podrían exportar grandes volúmenes al mercado internacional”.

Así, Sanmartí ha explicado cómo se produce SAF y por qué España tiene la capacidad de convertirse en el líder de producción de este combustible: “El SAF es un combustible alternativo a los fósiles que se ha posicionado como el mejor instrumento para descarbonizar el sector aéreo, que actualmente supone entre el 2% y el 3%de las emisiones globales de CO2. Como mencionamos anteriormente, la producción de SAF supone una gran oportunidad para generar riqueza y nuevos empleos en nuestro país. El SAF es la respuesta más inmediata al reto de aminorar las emisiones de gases de efecto invernadero en los vuelos de corto, medio y largo radio. Además, ya podemos utilizarlo en las aeronaves actuales. Su uso reduce entre un 70% y un 100% las emisiones de CO2 del combustible, en términos de ciclo de vida (desde su producción hasta su consumo). Muchas de estas plantas se ubicarían en zonas rurales donde están las mayores fuentes de los residuos que se emplean como materias primas para la producción del biocombustible.  Además, la proyección de España como gran productora de hidrógeno verde ayudaría a la generación masiva de SAF sintético”.

Y es que el SAF es fundamental para avanzar en la descarbonización en la aviación al poderse utilizar en las aeronaves actuales, “de hecho, ya se usa porque para ello no es necesario modificar ningún mecanismo de los aviones ni de las infraestructuras de los aeropuertos”.

Sin embargo, se hace necesario incrementar su producción para satisfacer la demanda de la industria: “Aquí tenemos una gran oportunidad para encabezar la producción de SAF a nivel europeo, aunque requiere de un esfuerzo colectivo de todos los actores para incentivar su producción. Según el estudio, será necesario invertir alrededor de 22.000 millones de euros hasta 2050 para el desarrollo del conjunto de las plantas. Actualmente la producción de SAF es escasa en comparación con la demanda de combustible de aviación. Cabe recordar, además, que a pesar de que se espera un incremento en la demanda de vuelos del 125%, entre 2023 y 2050, las emisiones no seguirán el mismo ritmo gracias a las mejoras tecnológicas y la eficiencia operacional. Si a ello le sumamos el SAF, conseguiríamos reducir las emisiones de manera muy significativa”.

Por último, IAG, el grupo al que pertenece Vueling, se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF en 2030. “Esa cantidad es prácticamente el doble de la requerida por la regulación nacional e internacional para ese año, lo que ayudará a impulsar el mercado de SAF en España. La compañía apuesta decididamente por tres ejes clave para reducir sus emisiones: la eficiencia de la flota, la optimización de las trayectorias de vuelo y el uso de combustibles sostenibles. Precisamente, Vueling ha sido la primera aerolínea low cost en ofrecer a sus clientes combustible sostenible para la aviación y la única en suministrarlo diariamente en el aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat”.

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