El Comité Ejecutivo del Foro, constituido en septiembre de 2021, está presidido por el secretario de Estado de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Raül Blanco, y formado por representantes de los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, la Cámara de Comercio de España, la CEOE y los responsables de cinco asociaciones empresariales que rotan cada año.
Si las bases del Pacto son adoptadas por el Pleno del Foro, como así parece, el siguiente paso será presentar ese documento al Consejo de Ministros para que sea aprobado y también a los distintos grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados para que estos lo examinen y aprueben, formando así parte de la antesala de un nuevo marco legislativo sectorial. Ese ámbito debe concretarse en la nueva Ley de Industria que tiene que sustituir a la vigente que data de 1992. El plan incluye que la normativa sea una realidad vía Decreto-Ley a finales de este año. Como declararon fuentes del sector, el Pacto de Industria supone “poco desgaste y mucho medalleo”.
El Foro de Alto Nivel de la Industria Española se constituyó a finales de diciembre de 2020. Es un órgano consultivo, colegiado y asesor, dotado de plena autonomía funcional, compuesto por 36 organizaciones empresariales y sindicales y marcado por la Estrategia Española de Impulso industrial 2030.
La Estrategia Española de Impulso Industrial 2030 es el Componente 12, incluido en la Palanca número 5 de las 10 políticas palanca que constituyen el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) aprobado por el Gobierno central.
Lo cierto es que las bases del Pacto de Estado por la Industria estaban hace días consensuadas por unanimidad, pero se produjo un bloqueo o parálisis que dio al traste con el calendario previsto. “No entendemos el motivo del bloqueo. Ni el por qué ni el por quién”, indicaron a este diario fuentes del citado Comité Ejecutivo. Esa circunstancia provocó que se mantuviera la movilización convocada por los sindicatos UGT y CCOO para el 21 de junio.
“Valoramos muy positivamente que tanto desde UGT-FICA como desde Comisiones-Industria nos pongan el Pacto de Estado como un elemento necesario para reforzar la autonomía estratégica de nuestro país”, respondió la ministra de Industria, Reyes Maroto, al ser preguntada por la movilización.
El Gobierno de España, desde el primer momento, dijo Maroto, ha favorecido el consenso para que efectivamente los agentes sociales en el Foro de Alto Nivel de la Industria lleguen a unas bases. “Se está terminando de perfilar el texto y espero que muy pronto lo podamos aprobar para que se presente en el que es realmente el foro donde se tiene que aprobar que es el Congreso de los Diputados”, destacó la titular del departamento.
“Nosotros somos muy proactivos; es muy positivo que la industria tenga un Pacto de Estado, afrontar los desafíos que tenemos no sólo los sindicatos sino también el conjunto de patronales sindicales que están comprometidos y desde el Gobierno estamos facilitando que haya este consenso social”, agregó la ministra.
El Pacto suma tanto a las patronales de la Industria como a los sindicatos. De hecho, según declaró Maroto a la prensa, el documento va a reforzar “los elementos de cogobernanza y de concertación social”. “Creemos que el diálogo social es una fortaleza de nuestra democracia y por lo tanto el Pacto va a nacer de un consenso económico-social, donde los sindicatos son una parte muy importante y consustancial de la defensa de una industria que hoy más que nunca se puede ver amenazada primero por la pandemia y ahora por la guerra en Ucrania. Para nosotros es fundamental que las fuerzas políticas escuchen a los agentes sociales y que entiendan cuáles son sus reivindicaciones”, subrayó.
El Ministerio y otros agentes llevan más de dos años trabajando en estas bases de este Pacto de Estado con el Instituto de Ingeniería de España como parte implicada. El texto ya está maduro. Pero, como destacaron fuentes del sector, “lo importante es la complicidad social más que un documento. El mero texto no es impulsor. Es una herramienta, un procedimiento sostenible. Se trata de cambiar toda una cultura. Nos falta complicidad como la que tienen en Suecia, por ejemplo”. Esa complicidad debe abarcar a todos los actores implicados, incluidos los medios de comunicación y las entidades bancarias, agregaron las fuentes.
“Esperamos un decreto ley sobre Industria antes de finales de año y que sea respaldado por los partidos con posibilidades de alcanzar el poder”, es decir, el Partido Popular, subrayaron las citadas fuentes. El objetivo es fijar los criterios industriales para las próximas décadas, dejando atrás las disputas políticas, aplicando el sentido de la responsabilidad y sin perder el tiempo en este asunto de Estado, es decir, que sea ratificado antes de que acabe el curso escolar y empiecen las vacaciones de verano.
El Ministerio, preguntado al respecto por industry TALKS, recordó que “en numerosas ocasiones se ha incidido en que la reindustrialización del país es una prioridad del Gobierno”. El Gobierno, dijo, “está actuando de manera activa y eficaz para reforzar la autonomía estratégica de España desarrollando distintas iniciativas que forman parte del PRTR y suponen una gran oportunidad para acelerar y adaptar nuestra industria a la transformación necesaria hacia la digitalización y hacia una economía baja en carbono. Dentro de esta política se enmarca un Pacto de Estado por la Industria cuyo proceso de aprobación sigue su curso”.
El lema de la movilización sindical promovida por UGT y CCOO hablaba de “Pacto de Estado por la Industria. Construir futuro, hacer país”. Esas diez palabras aparecían en la pancarta de arranque de la marcha que recorrió, en la mañana del martes 21 de junio, el centro de Madrid, desde Atocha hasta el Congreso de los Diputados. Los convocantes cifraron en más de 10.000 los trabajadores reunidos en el Paseo del Prado, aunque fuentes del Ayuntamiento madrileño rebajaron ese número a 3.000 personas.
“La industria española no puede seguir esperando una solución que caiga del cielo”, insistió la secretaria de Acción Sindical de UGT FICA, Patricia Ruiz. “Estamos pidiendo a nuestra clase política valentía para tener futuro”, señaló Ruiz, porque “no podemos permitirnos el lujo de perder más trenes para salvar nuestra industria”, y ha llegado el momento de “demostrar la voluntad política”.
En los últimos años, la industria, en opinión de la dirigente sindicalista de UGT, ha ido perdiendo competitividad, ha perdido peso en el PIB, y se han destruido cientos de empresas y miles de puestos de trabajo, “sin que a nuestra clase política se le haya ocurrido hacer otra cosa que poner parches a conveniencia de sus intereses partidistas”.
No es normal, aseguró Ruiz, que mientras la industria de los países vecinos crece, España haya pasado de un PIB industrial que en 2000 representaba el 19%, a un 15% en 2021, y de una ocupación de más del 17% de trabajadores industriales a un 13,7%. Es más, en los últimos años, la industria española ha perdido cerca de 16.000 empresas, dijo.
“Hace seis años que el sindicato está planteando la necesidad de este pacto”, consideró el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. “La llegada de los fondos de reconstrucción, la situación del país con la COVID y la guerra en Ucrania hacen necesario un proceso para consensuar un gran acuerdo por la industria, que incluya a las fuerzas políticas. No podemos depender del gobierno de turno para impulsar unas políticas u otras. Necesitamos que vaya más allá de la política concreta de un gobierno. Solo los países que han hecho proyectos industriales a largo plazo son los más desarrollados”.
Álvarez destacó que este “gran pacto” tiene que ser “un acuerdo verde, que fomente las nuevas tecnologías”, para hacer de la industria un sector “compatible con el medioambiente”. Por ello, reclamó un cambio hacia “una industria verde y más sostenible. Si no somos capaces de acordar un acuerdo que resuelva los problemas que tiene el sistema energético, difícilmente podremos abordar los problemas de los servicios, las empresas y las personas consumidoras”.
En este sentido, el secretario general de la UGT afirmó que “hay recursos para abordarlo. La digitalización está entrando de manera importante en la economía. Hay que impulsar un acuerdo desde el consenso y el entendimiento”.
También al pie de la manifestación, su homólogo de Comisiones Obreras, Unai Sordo, quiso destacar la necesidad de que se desarrolle un potente sector industrial porque “es fundamental para crear empleo, empleo de calidad, y para equilibrar la economía de un país” porque “un país sin sector industrial es un país condenado a endeudarse exteriormente y a pasar por crisis recurrentes”.
Sordo instó al Gobierno a aprovechar los fondos de recuperación europeos para condicionar las decisiones estratégicas de inversión de las empresas, “para recuperar el sector industrial que España perdió en las últimas décadas y para recuperar autonomía en la producción industrial”. “Los trabajadores, las trabajadoras y las organizaciones sindicales estamos porque el marco del diálogo social, que tan buenos rendimientos ha dado en los últimos dos años, también juegue un papel determinante en este pacto industrial. Y lo queremos decir desde la calle, hoy desde una manifestación”.
“Pedimos una ley industrial y un gran pacto por la industria que tiene que contar con los agentes sociales y con el conjunto de las instituciones. Esta no es una medida temporal, para un año o dos, hablamos de una medida estratégica de país y los sindicatos queremos jugar un papel determinante a la hora de concertar esas políticas industriales”, señaló.
El secretario general de CCOO estimó que “la participación de los sindicatos en los PERTE debe ser manifiestamente mejorable” y demandó al Ejecutivo de Pedro Sánchez “mejorar los cauces de participación en su desarrollo”.
Por su parte, la secretaria general de CCOO de Industria, Garbiñe Espejo, declaró que desde el 16 de mayo hasta el 9 de junio estuvieron socializado con los trabajadores de la industria para elaborar los contenidos mínimos del Pacto que, en sus palabras, deben incluir tres ejes fundamentales: un compromiso interministerial para el desarrollo del Pacto, garantías de espacio de concertación para su planificación y seguimiento, y la cogobernanza del Pacto y de la futura Ley de Industria.
Este Pacto de Estado, en opinión de Espejo, debe contar con el mayor consenso posible del Parlamento porque así “gobierne quien gobierne, la industria podrá defenderse e impulsarse en el futuro”. “La industria del futuro debe asegurarse con políticas estratégicas, debe planificarse con hechos y no con palabras. Queremos industria con derechos, con participación sindical, que contemple el mapa de riesgos que tendremos, fruto de la transición energética y ecológica, y de los PERTE”, insistió.
La líder sindical reprochó la “osadía” de la ministra Maroto. “Esto no funciona así. Los acuerdos se trabajan, se consensúan”, recalcó Espejo.