FORO TRANSFIERE

La industria de la Defensa coincide en el papel clave de la innovación y la colaboración público-privada en el futuro del sector

La mesa redonda "Defensa y Seguridad" ha reunido en el Foro Transfiere a destacados expertos del sector para debatir sobre la necesidad de innovación y transferencia tecnológica en la industria de defensa. Moderada por María Nieves Valenzuela Romero, directora general de Fomento de la Innovación en la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, la sesión ha puesto en valor la importancia de la colaboración entre empresas, centros tecnológicos, universidades y administraciones públicas para impulsar el ecosistema de defensa.

Fernando Chacón, vicepresidente de Seguridad, Defensa y Emergencias en la Fundación IRV, ha destacado que «tenemos que apoyar ese ecosistema. El sector de la industria de defensa es pequeño y, para impulsarlo, es clave la identificación de oportunidades reales en función de las capacidades de las empresas, el apoyo en el desarrollo de tecnologías, la búsqueda de financiación y la colaboración público-privada». Asimismo, ha subrayado que «lo importante es la transferencia de tecnología del ámbito civil al ámbito militar», poniendo el foco en las tecnologías emergentes como la microelectrónica, la computación cuántica y el big data. «El reto está en la interoperabilidad, en cómo adaptar esas tecnologías a las necesidades de defensa», ha señalado.

Por su parte, Juan Carlos Southwood Carrasco, Head of Business Development en FIDAMC, ha resaltado el papel fundamental de los centros tecnológicos en la transferencia de conocimiento. «Los centros tecnológicos tenemos que creer que somos los catalizadores tanto de la innovación como del desarrollo tecnológico», ha afirmado. Además, ha explicado que «somos los agitadores del ecosistema, tenemos la conexión con la industria y con los centros de investigación y universidades, lo que nos permite ver el desarrollo de la cadena de valor».

En este contexto, ha defendido la importancia de la colaboración público-privada: «Trabajamos con universidades públicas y con industrias privadas. A la hora de afrontar retos, lo relevante no es si el centro es público o privado, sino el objetivo común». También ha mencionado que «el sector va a demandar perfiles técnicos, de ingeniería y formación profesional, lo que abre una oportunidad para especializar algunas ramas de FP en defensa».

Miguel Ángel Ortega Expósito, jefe de programa CETEDEX en INTA, ha insistido en la necesidad de innovación en el ámbito de la defensa, especialmente en un contexto de cambio de paradigma debido a los conflictos actuales. «La revolución tecnológica es en la que nos apoyamos y en la que debemos seguir apoyándonos para conseguir esa ventaja competitiva», ha señalado. Ortega ha hecho referencia a la guerra de Ucrania como ejemplo de cómo la innovación puede generar desequilibrios estratégicos: «Se están consiguiendo capacidades donde hay una gran diferencia de escalas. Un dron de 1.000 euros puede batir a un objetivo de un millón de euros».

Ante este panorama, ha remarcado que «la clave está en la agilidad y en la adaptación de tecnologías duales con pequeñas modificaciones».

En el ámbito internacional, Ortega ha destacado la creciente preocupación por incorporar la innovación tecnológica en defensa. «A nivel OTAN se ha creado el fondo de inversión de innovación, el primer capital riesgo directamente relacionado con la defensa. También se ha desarrollado la red DIANA, con aceleradoras para favorecer la creación de startups en el sector, así como centros tecnológicos de ensayos y experimentación». En el contexto de la Unión Europea, ha mencionado los fondos de defensa europeos y, a nivel nacional, la Estrategia de Tecnología e Innovación de la Defensa y la reciente creación de una dirección general dentro del Ministerio de Defensa centrada en la estrategia e innovación del sector.

Respecto a CETEDEX, Ortega ha explicado que «surge con la idea de desarrollar capacidades tecnológicas en áreas clave como los vehículos autónomos, la inteligencia artificial y la lucha contra sistemas de drones, ámbitos en los que existía una carencia». Además, ha advertido sobre la creciente demanda de ingenieros en distintas especialidades, lo que podría beneficiar a los jóvenes españoles: «Las empresas del sector están captando talento de unas a otras. Puede ser una oportunidad para que nuestros jóvenes no tengan que emigrar».

En definitiva, la mesa redonda ha puesto de manifiesto el papel clave de la innovación y la colaboración en el futuro de la industria de defensa, un sector que, según los expertos, está en expansión y movilizará una gran inversión en los próximos años.

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