Entre las medidas que establece se encuentra el nuevo impuesto a los envases de plástico no reutilizables, con la finalidad de incentivar la economía circular, reducir la generación de residuos y mejorar la gestión de aquellos residuos cuya generación no se pueda evitar.
Este impuesto se aplica sobre el peso del plástico virgen, incentivando así el uso de plásticos reciclados en aquellos casos en que esto sea posible. Pero ¿cómo impacta esta medida sobre la investigación que la industria de los plásticos ya lleva a cabo? Pues bien, puede afectar positivamente impulsando el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclado que permitan su uso en envases en los que actualmente no se suele utilizar, como es en envases en contacto con alimentos o envases en los que no se había planteado la posibilidad de incorporar plástico reciclado. Otro punto positivo podría darse a través de la innovación, en el desarrollo de diseños de envases con el menor peso posible, sin perder funcionalidad, para minorar el impacto económico que pudiera tener la aplicación del impuesto.
Debemos tener presente que esta medida no solo requiere del esfuerzo de la industria y que para que se obtengan los resultados esperados es importante la colaboración tanto de la administración como de la sociedad. En este sentido, debería ir acompañada de campañas de recogida selectiva de materiales que permitan obtener residuos plásticos de calidad como “materia prima” para los procesos de reciclado.
Pero no hay que olvidar que la creación de un nuevo tributo exclusivo sobre un material podría provocar solamente una sustitución de los materiales usados para la fabricación de los envases no reutilizables por otros. Sin la realización de análisis de clico de vida que garanticen una mejora de la sostenibilidad correríamos el riesgo de estar generando una gran cantidad de residuo de otros materiales que pueden ser igual o incluso más difíciles de gestionar.
Por último, la misma Ley establece que serán las autoridades competentes las obligadas a usar instrumentos económicos y otras medidas de apoyo a la investigación y la innovación en el diseño y desarrollo de productos para que tengan en cuenta todo el ciclo de vida de forma que sean reciclables, reparables, reutilizables y actualizables, y de tecnologías y procesos que minimicen la producción de residuos; así como en tecnologías de reciclado avanzadas y refabricación, por lo que confiamos en que se propongan nuevas vías de soporte a la I+D+i.