“Si no aceleramos nuestros procesos de transición energética y apostamos por la eficiencia y por las renovables, podemos volver a vivir cuellos de botella como los que se están sufriendo en este momento o, incluso, desgraciadamente, regresiones puntuales que nos hacen pensar de nuevo en el retorno a los combustibles fósiles más pesados, más intensivos de CO2”, dijo.
Ribera, ejerciendo la Presidencia de la 12ª Asamblea de IRENA, celebrada en Abu Dabi, intervino de forma telemática por las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia. La vicepresidenta valoró que, a pesar de las difíciles circunstancias, “hemos vivido con enorme satisfacción el hecho de que la presencia de energías renovables, fotovoltaica y eólica, no haya dejado de crecer”. En 2020, último ejercicio con datos, la instalación global de renovables creció un 50%, con unos 260 GW.
La vicepresidenta aludió a los problemas para la recuperación económica de la pandemia: “Hemos vivido los efectos de una recuperación en la que, en muy poco tiempo, grandes economías del mundo pedían simultáneamente las mismas materias primas, los mismos recursos para poder recuperar ese provecho industrial”, concretando su impacto sobre los precios: “Ese pulso económico ha generado tensiones en algunos de los mercados de materias primas más relevantes, como puede ser el del gas”, agregó.
Como consecuencia de ello, “es ocasión, por tanto, de hacer un llamamiento al despliegue masivo, generalizado, ágil, rápido, por encima incluso de lo que teníamos programado en materia de transición energética, en materia de penetración de energías renovables”, ha remachado Ribera.
En este sentido, apuntó que “el interés, el apetito inversor de grandes y pequeños, la participación a través de comunidades energéticas locales, del despliegue masivo de techos solares o de soluciones renovables asociadas a la penetración creciente de la movilidad eléctrica son algunas de las claves que no nos deben dejar llevar por otros derroteros en este momento”.
Y añadió que “la solidaridad internacional al respecto, la participación y la colaboración para el despliegue y la innovación en aquellas tecnologías que no estando todavía maduras serán las que nos den las respuestas de mañana y pasado mañana”.
Ribera puso en valor la labor de los 167 estados miembro de IRENA, de su compromiso con la aceleración de la transición energética y de su influencia en la lucha internacional contra el calentamiento global. “Me gustaría señalar lo impresionada que estoy por todos los logros alcanzados por la Agencia y los miembros de IRENA a pesar de los retos a los que nos seguimos enfrentando”.
“Como miembros de IRENA –añadió–, tenemos la ventaja de ir un paso por delante en la toma de conciencia de los retos que tenemos por delante, y de comprender lo que hay que hacer para cumplir con nuestros imperativos y encaminarnos hacia la sostenibilidad y la resiliencia”, y ha animado a perseverar: “Sigamos estando un paso por delante y demos un salto hacia la senda de los 1,5 grados”, aludiendo al objetivo del Acuerdo de París.
“Cuento con todos vosotros para que juntos podamos seguir avanzando y las energías renovables cambien la geopolítica a un mundo de paz, estabilidad, de progreso y de desarrollo”, concluyó.