El envasado es uno de los mayores generadores de residuos en la industria alimentaria, especialmente con el uso de plásticos no reciclables o de un solo uso. Ante esta problemática, muchas empresas han comenzado a adoptar soluciones basadas en el ecodiseño, un enfoque que prioriza el diseño de envases desde una perspectiva medioambiental. Esto implica utilizar materiales reciclables, biodegradables o de origen renovable, reducir el uso de materiales innecesarios y optimizar el peso y volumen de los envases para minimizar la huella de carbono durante su transporte.
Y es que, según el VII Plan Empresarial de Prevención (2018-2020) de Ecoembes, 2.193 empresas europeas (52% pymes) han aplicado hasta 9.380 medidas de ecodiseño para minimizar el impacto ambiental de sus envases durante este periodo de tiempo. De las cuales, 4.470 (el 48%) se destinaron a reducir o eliminar el uso de plástico y otros materiales empleados en su fabricación, permitiendo un importante ahorro de materias primas en el trienio. Algunas de las medidas que cada vez son más adoptadas por las empresas son las relacionadas con fomentar la circularidadde los envases (1 de cada 5).
Material reciclado
Uno de los ejemplos más destacados de ecodiseño en el sector es el uso de plásticos biodegradables o compostables derivados de fuentes naturales. Además, se están desarrollando envases reutilizables o sistemas de envasado a granel que permiten reducir la generación de residuos. Algunas empresas están incorporando también innovaciones como los envases con tecnologías activas que extienden la vida útil de los productos alimenticios, reduciendo el desperdicio de alimentos.
De este modo, Luis Cediel, director general de ANAIP ha comentado para industry TALKS que “las innovaciones abarcan diversas áreas clave, como la investigación y desarrollo de materias primas alternativas que incorporen un mayor porcentaje de material reciclado o provengan de fuentes renovables. También incluyen el diseño de procesos más eficientes que optimicen el uso de los recursos y favorezcan la reciclabilidad de los productos”.

Por ello, ha hecho hincapié en la importancia del ecodiseño dentro de la industria alimentaria: “Juega un papel central al permitir que los bienes introducidos en el mercado sean más fáciles de reparar, requieran menos materia prima en su fabricación y ofrezcan una mayor reciclabilidad”.
“Además, se impulsa activamente la cultura del reciclaje, involucrando a todos los agentes en la reducción del abandono de residuos, la promoción de la separación y la recogida selectiva, así como el tratamiento de estos para convertirlos en nuevas materias primas”, ha añadido.
Cediel ha puesto en valor la importancia que tiene la sostenibilidad en la industria alimentaria: “El sector está trabajando en soluciones innovadoras que enriquecen la familia de los plásticos», ha señalado Luis Cediel.
«Estas iniciativas se centran en el desarrollo de materiales más circulares, menos dependientes de recursos fósiles y provenientes del reciclaje, ya sea mediante métodos mecánicos o químicos, de fuentes biológicas renovables o incluso a través de la captura de CO2», ha concluido.
Pero el ecodiseño no se limita al cambio de materiales. En la industria alimentaria, también implica un replanteamiento integral de los procesos de producción y distribución. La eficiencia energética durante la fabricación de los envases, la reducción de los químicos utilizados en los procesos de impresión y el fomento de sistemas de reciclaje post-consumo son prácticas clave dentro del ecodiseño.

Adoptar el ecodiseño en la industria alimentaria no solo tiene beneficios medioambientales, sino también económicos. Al reducir la cantidad de material utilizado y fomentar la reutilización y el reciclaje, las empresas pueden disminuir sus costos operativos y mejorar su competitividad. Además, esta tendencia responde a una creciente demanda de los consumidores, que buscan productos que respeten el medio ambiente y contribuyan a un futuro más sostenible.
Por eso, Ion Olaeta, presidente de Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) ha comentado a industry TALKS que “las industrias alimentarias están apostando por el ecodiseño, utilizando materias primas recicladas y promoviendo el reciclaje desde el diseño y la compra de envases monomateriales, que simplifican el proceso de reciclado”.
Gracias a ello, “han reducido considerablemente el uso de plásticos innecesarios, optando por envases más ligeros, eliminando capas superfluas y evitando envases que sean complejos de descomponer para su posterior reutilización y/o reciclado”, ha añadido Olaeta.
Además, Olaeta ha puesto en valor el desarrollo de las tecnologías para mejorar la calidad de plásticos reciclados de cara a reincorporarlos en el ciclo productivo, “reduciendo así el uso de materias primas y la generación de nuevos residuos”.
Por otro lado, “se están implementando envases reutilizables; por ejemplo, en algunos supermercados los consumidores ya pueden llevar su propio recipiente para acceder a zumos recién exprimidos”, ha declarado.
Envases comestibles
“En términos de innovación, existen nuevos desarrollos como los envases comestibles y las películas biodegradables para proteger alimentos frescos. Pueden estar hechos de diversos materiales naturales o sintéticos, como proteínas, polisacáridos, lípidos, ceras o películas. Algunos de los ejemplos más comunes son las algas, el almidón, la gelatina, la caseína, la celulosa o el alginato”, ha concluido.
Por lo tanto, el ecodiseño está transformando el envasado en la industria alimentaria, brindando soluciones innovadoras que benefician tanto al medio ambiente como a las empresas y a los consumidores. A medida que las tecnologías avanzan y la conciencia sobre la sostenibilidad sigue creciendo, el ecodiseño será sin duda una pieza clave en la construcción de un sistema alimentario más responsable y respetuoso con el planeta.