Ante más de 150 invitados, entre ellos el presidente de Navantia, Ricardo Dominguez, el de Tecniberia, Joan Franco, la presidenta de Fortia Energía, Blanca Losada, el presidente de Talgo, Carlos De Palacio, el presidente de IDOM, Luis Rodríguez, consejero delegado de ENISA, Borja Cabezón; la presidenta de Enagas Renovables, Marta Margarit, los CEOs de Sisteplant e Idea Ingeniería, Ana Santiago y Emilio Sánchez, respectivamente.
Al acto también han asistido el consejero delegado de NEDGIA, Raúl Suárez; el presidente de AMETIC, Pedro Mier, el presidente de Zabala Innovation, José María Zabala, el presidente de Leadair, Francisco Cal; la presidenta de la Asociación Española para la Calidad, Beatriz López, la presidenta de ASINDUS, Raquel Alonso, el vicepresidente de UNE, Luis Rodulfo; el presidente de APPA Renovables, Santiago Gómez o la presidenta de Electra Energy, Miriam Rodríguez.
Además de los decanos de los 21 Colegios oficiales de ingenieros industriales de toda España, han asistido así como personalidades del mundo de la ingeniería, instituciones y representantes de la Administración central, regional y local.
Al acto han asistido también, Miguel Ángel Carrillo, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Manuel Hesse, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España o Pilar Tejo, decana del Colegio de Ingenieros Navales y Oceánicos.
Franco ha destacado en su intervención que “celebramos 75 años de historia, pero también miramos hacia el futuro con la misma ilusión con la que comenzamos nuestro camino. A lo largo de estas siete décadas, los Colegios de Ingenieros Industriales han sido pilares fundamentales en la transformación tecnológica, la innovación y el desarrollo industrial de nuestro país. Somos testigos del impacto profundo que ha tenido nuestra profesión en sectores tan importantes como la energía, la automoción, la química, y más recientemente, en la sostenibilidad y la Industria 4.0.”
César Franco ha desgranado en su intervención retos y oportunidades de la industria española como la transformación digital, la inteligencia artificial, Internet de las Cosas, la ciberseguridad, la cadena de suministro o la robótica. “Hoy en día, solo un 10% de las empresas industriales en Europa han implementado inteligencia artificial en sus procesos”, ha explicado Franco.
“Nuestro deber como ingenieros es asegurar que la industria española reduzca su huella ambiental y adopte prácticas más eficientes. Por ejemplo, la adopción de energías renovables y la construcción sostenible con materiales de bajo impacto ambiental son áreas clave donde los ingenieros industriales lideran el cambio”, ha puesto de manifiesto Franco.
Como viene siendo habitual en los foros de economía, el reciente Informe Draghi ha sido también protagonista. Franco ha recalcado algunos de los puntos que el informe destaca: “para que Europa mantenga su competitividad, el informe sugiere movilizar entre 750.000 y 800.000 millones de euros anuales mediante financiación conjunta y deuda común. Esto permitirá financiar proyectos de infraestructura, digitalización y transición energética, y así impulsar la capacidad de innovación y el crecimiento a largo plazo”.
El presidente de los ingenieros industriales españoles que puesto en valor que “la nueva Ley de Industria es un paso fundamental para consolidar nuestra reindustrialización y fortalecer la autonomía estratégica. Esta ley busca garantizar un mayor peso de la industria en nuestra economía, promoviendo la colaboración público-privada y facilitando la creación de ecosistemas industriales que fomenten la digitalización y la sostenibilidad.
Por su parte, Rebeca Torró, Secretaria de Estado de Industria ha resaltado que “la Ley de Industria es una prioridad para el Gobierno de España y un hito a cumplir con la Comisión Europea. Adaptada a los nuevos tiempos, nos permitirá sentar las bases de un modelo de éxito, basado en la colaboración público-privada, que estamos comprobando que funciona.
Un texto que debe salir adelante desde el máximo consenso social y político, para lo cual, como sabéis, ha pasado por el proceso de exposición pública, con la posibilidad de presentar las alegaciones correspondientes, para trabajarlo y mejorarlo entre todos.” Torró cree que “la Ley de Industria permitirá adaptar el marco legislativo a la realidad industrial, ya que la ley actual es de 1992. Es vital actualizar el texto, introducir o desarrollar en profundidad conceptos tan importantes como la digitalización, la resiliencia, la descarbonización o la autonomía estratégica y ser capaces de dar forma a una norma que perviva en el tiempo. También nos permitirá articular nuevos procedimientos para agilizar y ser más atractivos de cara a la atracción de proyectos estratégicos y asentar el futuro post Next Generation”.
