El COGITI ha contado de nuevo con la colaboración del Consejo General de Economistas de España (CGE), cuyo Servicio de Estudios (Cátedra EC-CGE) ha elaborado el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España (2023), incluido en el informe nacional del Barómetro Industrial, que se ha beneficiado una vez más, como en cada edición, de la cooperación de la Fundación Caja de Ingenieros.
El Barómetro Industrial es un estudio sociológico en el que, a través de las respuestas ofrecidas por cerca de 3.000 Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de todos los ámbitos productivos y de toda la geografía española, se valora la situación actual del sector en España y su evolución –tanto a nivel nacional como regional–, así como una serie de temas de actualidad relacionados con el sector energético, la nueva Ley de Industria, la Inteligencia Artificial, la ciberseguridad, la “España vaciada”, la adaptación tecnológica y energética de las empresas del sector industrial para la descarbonización de la industria, el conflicto palestino-israelí, las inversiones extranjeras en las industrias de sectores energéticos de nuestro país, la inflación y la subida de los tipos de interés o la sostenibilidad, entre otros.
Por su parte, el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España (2023), analiza la situación de la industria desde un punto de vista económico, a la vez que hace una comparativa de la situación en las distintas comunidades autónomas.
En la presentación han participado representantes de ambas organizaciones. Por parte del COGITI, su presidente, José Antonio Galdón (director, a su vez, de la Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial –UCAM–), y la coordinadora del Barómetro, Mónica Ramírez; y por parte del CGE, su presidente, Valentín Pich, y el director del Servicio de Estudios del CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín. Ha cerrado el acto, el nuevo director general de Estrategia Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria y Turismo, Jordi García Brustenga.
El presidente del COGITI, José Antonio Galdón, ha destacado “la mejora de la percepción por parte de los profesionales, pese a que aprecian problemas estructurales en el sector industrial, que deberían ser afrontados en una nueva Ley de Industria, que, entre otras cuestiones, debería apostar por la autonomía estratégica y considerar las zonas despobladas como eje del nuevo desarrollo industrial que dé soporte a la transición energética y la descarbonización de la economía”.
Por su parte, el presidente del CGE, Valentín Pich, ha señalado que “la recuperación de la industria española está siendo más débil de lo que se podría esperar, incluso muestra señales de ralentización, pues los últimos datos disponibles muestran que en 2022 aún no se había llegado a recuperar aún el nivel prepandemia y que somos el cuarto país de la UE que menos ha crecido desde 2015”.
Según Pich, “el Valor Añadido Bruto de nuestra industria ha aumentado un 14,49% y también el número de empresas del sector (un 1,24%), pero en ambos aspectos lo hemos hecho por debajo de la media de la UE”. Por último, el presidente de los economistas considera que la puesta en marcha de la nueva Ley de Industria “no se puede dilatar más en el tiempo, pues es necesario contar con un nuevo marco normativo que recoja la situación actual de la industria en España”.
Por otra parte, el director del Servicio de Estudios CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín, ha centrado su intervención en destacar que “la contribución de cada comunidad autónoma en la producción del total del sector industrial muestra que es Cataluña la comunidad autónoma que más contribuye al total de la industria nacional con un 21,68%, seguida de un grupo de comunidades autónomas formadas por Madrid, Andalucía y Valencia con una contribución de alrededor del 11-12%. En el extremo inferior aparece un grupo formado por seis comunidades autónomas: Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias, Extremadura y Rioja, con una contribución inferior al 2,5%”.
Principales conclusiones del V Barómetro Industrial
Situación actual de la industria en España y medidas de la Administración para desarrollar el sector
Con respecto a la situación actual de la industria en España, la respuesta mayoritaria corresponde a la escala intermedia, con un 50,94%, mientras que el 29,20% considera que es mala o muy mala, y el 19,87 opina que es buena o muy buena. Estas respuestas son algo más positivas que en 2022, cuando el 31,60% consideraba la situación mala o muy mala, y el 16,8% opinaba que era buena o muy buena. Por su parte, la opción intermedia se situó en el 51,60%. En 2021 las respuestas fueron todavía más negativas: el 40% consideraba la situación mala o muy mala, y el 11% opinaba que era buena o muy buena.
En cuanto a la situación de la industria en sus respectivas regiones, el 30,43% la califica como mala o muy mala (frente al 32,57% de 2022), mientras que el 38,30% se decanta por el nivel intermedio (40,49% en 2022), y el 31,28% restante considera que es buena o muy buena (27% en 2022, y 22% en 2021).
Un año más cabe destacar que existe un cierto descontento con las Administraciones nacional y regional, en lo que respecta a las medidas tomadas para desarrollar y fomentar el sector industrial. Un 47,62% considera que los incentivos a la industria promovidos en su región son insuficientes, y alcanza el 53,73% de descontento cuando se traslada esta misma pregunta al ámbito nacional. Estos datos reflejan una desconfianza algo menor que respecto a 2022, que fueron del 51,59% y del 55% respectivamente.
El Barómetro Industrial 2023 del COGITI refleja también la valoración que realizan los trabajadores sobre la empresa donde trabajan. El 80,66% de los trabajadores por cuenta ajena considera que su situación laboral en la empresa donde trabaja es buena o muy buena (en 2022 este porcentaje fue del 70%), frente al 2,33% que la considera mala o muy mala (en 2022 suponía el 7%, 5 puntos más). Por su parte, el 94% ve bastante o muy probable la posibilidad de mantener su puesto de trabajo actual, un porcentaje prácticamente similar al de 2022 (93,19%), y notablemente superior al de 2021 (74%) y 2020 (67,71%), estos últimos en plena pandemia global por el Covid-19.
En el caso de los trabajadores por cuenta propia (empresario o autónomo), casi la mitad, el 47,74%, piensa que la situación económica actual de su empresa es buena o muy buena, lo que supone 7 puntos más que en 2022 (40,75%), y 10 puntos más que en 2021 (37,55%); un porcentaje considerablemente superior a los que la consideran mala o muy mala, en concreto el 8,29%, y casi cuatro puntos porcentuales menos que en 2022 (12%). Por su parte, la opción intermedia se sitúa en el 44%, ligeramente inferior a la del 2022 (47%).
En cuanto a la evolución económica de su empresa en los próximos años, casi la mitad, el 49%, opina que será buena o muy buena, el 39% la sitúa en una escala intermedia, y el 10,55% considera que será mala o muy mala. Estos datos mejoran con respecto a los de 2022: 45% para la opción de buena o muy buena, 39,81% para la escala intermedia, y el 14,52% en las opciones de mala o muy mala.
Temas de actualidad
El Barómetro Industrial cuenta también con un bloque de preguntas dedicadas a diferentes temas de actualidad, cuyas conclusiones son especialmente relevantes y significativas en el contexto económico y productivo actual.
- Amenaza de “desaceleración intensa de la industria” en la eurozona
Sin duda, uno de los asuntos que más preocupa es la amenaza de “desaceleración intensa de la industria” en la eurozona, de la que advierten los expertos, y el debilitamiento de la demanda en la industria española, en cuyo caso, casi el 74% de los profesionales del sector considera que se trata de una situación estructural, frente al 26% que opina que se debe a una situación coyuntural.
- Pérdida del peso de la industria en el PIB español
En lo que concierne al tema de la pérdida del peso de la industria en el PIB español, todavía alejado del 20% que la Unión Europea había fijado para 2020, más de la mitad de los encuestados considera que se debe a la pérdida de competitividad de la industria española (53,12%), seguido del 30,26% que cree que se debe a la falta de inversión en el sector industrial (I+D+i).
- Tejido industrial manufacturero
El 81,57% de los ingenieros encuestados piensa que se debería generar un tejido industrial manufacturero en torno al sector energético, y que como primera medida se podría incentivar el acceso a las materias primas necesarias.
- España vaciada
Casi el 76% de los encuestados considera que el sector industrial podría ser un eje estratégico en lo que respecta a la “España vaciada”, con la gestión y utilización de los recursos naturales de la zona como primera medida a aplicar. Además, el 80% de los ingenieros considera necesaria una nueva Ley de Industria, que debiera contener programas específicos industriales en “zonas de reto demográfico”, y una mayor homogeneidad en las definiciones, procedimientos y trámites de los diferentes reglamentos de Seguridad Industrial (así lo opina el 83%).
- El reto de la adaptación tecnológica y energética
En relación con el reto de la adaptación tecnológica y energética de las empresas del sector industrial, para la descarbonización de la industria, la mitad de los ingenieros encuestados (50,52%) cree que la “gran industria” está preparada o muy preparada para afrontar este desafío, y esta percepción disminuye hasta el 24% en el caso de las pymes.
- Inteligencia Artificial
También se les pregunta sobre la Inteligencia Artificial, y más de la mitad de los encuestados (56,39%) considera que supondrá un avance para el sector, mientras que un 29% opina que puede conllevar la pérdida de puestos de trabajo.
- Ciberseguridad
En materia de ciberseguridad, el 75% de los ingenieros considera que es un tema importante a la hora de hacer frente a las amenazas de los avances tecnológicos, y casi la mitad de ellos sitúa el nivel de integración actual de la misma en el sector industrial en una opción intermedia (46,35%).
- Momento actual del conflicto palestino-israelí
Sobre el momento actual del conflicto palestino-israelí, más de la mitad de los ingenieros encuestados (55%) cree que supondrá un freno al tejido industrial en España, por la inestabilidad y el alza de precios del sector energético, y el 17,48% considera que conllevará también un freno a las exportaciones globales, frente al 16% que cree que no tendrá efectos, y un 11,58% que piensa que incluso podría ser una oportunidad.
- Inversiones extranjeras en las industrias de sectores estratégicos
Otro asunto sobre el que se les pregunta se refiere a las inversiones extranjeras en las industrias de sectores estratégicos de nuestro país. El 41% piensa que habría que endurecer el control de dichas inversiones, prácticamente un porcentaje similar a los que lo consideran adecuado. Por su parte, el 17,89% cree que es excesivo.
- Inflación y la subida de los tipos de interés
El 42,53% opina que su empresa ha disminuido los márgenes de explotación y los resultados netos a causa de la inflación y la subida de los tipos de interés, y el 43,24% lo sitúa en una opción intermedia. En cuanto al encarecimiento del crédito, el 64% de los ingenieros encuestados considera que afectará negativamente a la situación de su empresa y en el comportamiento y/o crecimiento de la economía española.
- Sostenibilidad
El 70% de los encuestados cree que ha aumentado la concienciación sobre sostenibilidad en su empresa en los últimos años, y este mismo porcentaje afirma que en su empresa se están llevando a cabo prácticas y políticas sostenibles.
La industria en las comunidades autónomas
En el análisis de la situación por comunidades autónomas sobre cuánto aporta el PIB industrial de cada comunidad autónoma a su PIB regional, destacan positivamente las regiones del norte de España, especialmente Navarra, País Vasco y La Rioja, quedándose las dos últimas cercanas a un peso industrial del 25% del PIB, y con Navarra encabezando la lista con un 28%. En el lado opuesto, encontramos los dos archipiélagos españoles, los cuales apenas superan el 5%, y dentro de la península a Madrid y a Andalucía, que rondan el 10%. Estas cuatro, unidas a Extremadura que se encuentra muy próxima a la media, son las únicas comunidades por debajo de la media nacional. Y en lo referente a la aportación del empleo industrial al empleo total de cada comunidad autónoma, destaca el primer puesto de La Rioja.
En el análisis de la aportación del PIB industrial de cada comunidad autónoma al PIB industrial nacional, se muestra que es Cataluña la comunidad autónoma que más contribuye al total de la industria nacional con un 21,68%, seguida de un grupo de comunidades autónomas formadas por Madrid, Andalucía y Valencia con una contribución de alrededor del 11-12%. En el extremo inferior aparece un grupo formado por seis comunidades autónomas: Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias, Extremadura y Rioja, con una contribución inferior al 2,5%.