¿Qué es NODDO y qué misión tiene?
NODDO es una red que conecta los nueve centros tecnológicos de Castilla y León, como principal agente integrador en I+D+i regional para fortalecer a los centros, como catalizadores de innovación que promueven soluciones tecnológicas a los problemas actuales de las empresas y la sociedad. Impulsando la competitividad empresarial mediante la cooperación y transferencia de tecnología.
En NODDO, como entidad privada sin ánimo de lucro, nos dedicamos a facilitar la innovación a las empresas para mejorar su competitividad con el apoyo de los centros tecnológicos. Somos catalizador en el desarrollo tecnológico y la innovación, promoviendo la colaboración entre los centros.
¿Qué tipo de servicios ofrecen a las empresas o cuál es su propuesta de valor?
NODDO es un mosaico de innovación que combina las fortalezas de los nueve centros tecnológicos de Castilla y León, funcionando como una red colaborativa que complementa sus actividades individuales. Esta configuración permite ofrecer respuestas conjuntas e integradas a los desafíos empresariales.
NODDO se establece como un catalizador fundamental en Castilla y León, con tres pilares claros y distintivos: Queremos ser NEXO, núcleo de unión entre los centros tecnológicos de la región, para promover un espacio de colaboración basado en la ética y la sostenibilidad. Queremos facilitar el intercambio y fortalecimiento a través del conocimiento mutuo, elevando el valor que los centros pueden ofrecer, tanto a las empresas como a la sociedad en general.
Queremos ser el MENSAJE de innovación y transferencia tecnológica, haciendo que las capacidades de los centros tecnológicos sean visibles y accesibles. Nos esforzamos por mejorar el entendimiento y apreciación de estos centros entre empresas y otros agentes, consolidando su rol esencial en el ecosistema de I+D+i.
Queremos ser SOLUCIÓN y aspirar a convertirnos en la respuesta a los desafíos tecnológicos contemporáneos enfrentados por empresas y la sociedad. A través de la experiencia acumulada, ofrecer soluciones concretas y efectivas que también apoyen a la administración en la implementación de estrategias y programas de innovación.
¿Qué retos tienen por delante en cuanto a la colaboración público-privada, en el marco de las estrategias regionales de especialización inteligente?
Es uno de los retos que tenemos, pues somos Agente de conexión de las Iniciativas Emblemáticas de la Estrategia de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) de Castilla y León.
La Junta de Castilla y León ha confiado en la Red NODDO y en los centros tecnológicos para impulsar la RIS3, desplegada mediante cinco Iniciativas Emblemáticas en los sectores de Salud, Aeroespacial, Ciberseguridad, Bioeconomía y Hábitat. NODDO actúa como conector transversal entre las iniciativas coordinadas por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICECYL), asegurando una metodología común, identificando oportunidades y sinergias, y enlazando con ICECYL para el seguimiento y gestión global de la estrategia. Mientras que los centros tecnológicos, son responsables de la coordinación técnica.
Los retos que tenemos son los inherentes a la colaboración, porque todo el mundo habla de colaboración, pero colaborar es muy difícil. La ventaja que tiene el marco de especialización inteligente es que marca unas líneas claras y ya en esta edición mete forzosamente que ha de ser un proceso participativo.
Por lo tanto, ya no es una cuestión de la administración regional, sino que es un ejercicio que ha de hacer con el ecosistema incluyendo la cuádruple hélice, incluyendo los agentes de conocimiento que son las universidades, centros tecnológicos, la administración, las asociaciones de pacientes en el caso de salud, que es muy relevante, y evidentemente, las empresas. La RIS3 actual va más a buscar identificar qué cosas tienen absorción y hacia dónde está tirando el mercado para alimentarlo.
Eso requiere un nivel de compromiso, de consistencia y de previsibilidad en el que, desgraciadamente, todavía no está engarzado porque las cuatro patas de la hélice trabajan con tiempos diferentes.
Entonces, en esa colaboración público-privada algo que están hablando recurrentemente las empresas y los centros tecnológicos es el tema de la previsibilidad.
¿Cómo cree que será el futuro del ecosistema industrial/innovación en Castilla y León? ¿Y en España?
Más nos vale que vaya hacia una reindustrialización, que es algo que se está hablando mucho, pero ha de ser una reindustrialización inteligente. Debe ser una reindustrialización que ha de estar enfocada a una evolución, a una economía del intangible, a una economía del conocimiento. Es decir, tenemos que tener las capacidades industriales, pero tenemos que avanzar a que el valor no se aporta con el tornillo, el valor se aporta con el diseño industrial del tornillo. El valor y el margen que ha de permitir una economía de alto valor añadido es a través de esa economía intangible donde hemos incorporado la innovación como una actividad intrínseca a la actividad industrial. No hace falta hacer grandes megaproyectos, simplemente todas las funciones, en una empresa innovadora, todo el mundo tiene ese chip de innovación. Hay un término que me gusta mucho que es tejido industrial, pero la palabra importante no es tan industrial, es tejido. En el tejido, las hebras están interconectadas y en muchas direcciones.
Ahora que se habla de cadena de suministro, de autonomía estratégica, eso es lo que te da un tejido porque estás conectado con todos los eslabones, eslabones de mayor y de menor tamaño y ahí es donde quizás hay que poner también un poco el énfasis en los pequeños talleres, en las empresas pequeñas, que muchas veces son de las que acaba dependiendo gran parte de la cadena y que son quizás por volumen, no son las más grandes, pero por criticidad sí que pueden serlo y por tanto el aporte de innovación puede ser muy importante a través de ellas.
¿Está orientada la innovación fundamentalmente a los objetivos de sostenibilidad?
Necesariamente sí. La sostenibilidad es uno de los retos sistémicos pero la innovación tiene que ser forzosamente sostenible pero también sostenible financieramente. La transición, ya no solamente la digital, sino hacia una economía sostenible requiere una alta inversión y esta inversión se tiene que pagar. Si para hacer esa transición acaba resultando en que no contaminas porque bajas la persiana, no es el camino al que podemos ir. Entonces, toda la innovación va encaminada a una sostenibilidad, pero una sostenibilidad en términos medioambientales, pero también en términos económicos, en términos de competitividad, y es ahí donde toda la normativa que está viniendo ya de Europa coge el eje de la sostenibilidad enfocado a un factor competitivo y un factor financiero que permita cruzar ese gap.
¿Cuáles son las primeras decisiones en materia de innovación que debe tomar un empresario industrial ante los desafíos actuales?
En primer lugar, decidirse a innovar. Lo siguiente, sobre todo en el sector industrial, es mirar la cuenta resultados y ver dónde te duele. Si donde te duele es la factura de la luz, tendrás que innovar en eficiencia energética, en nuevos sistemas de sensorización para bajar esa factura, si donde te duele es en los márgenes que obtienes al producto, pues a lo mejor tienes que innovar en la estructura de costes del producto, pero también hacer a través de la innovación productos que tengan realmente un valor diferencial.
¿Cuáles son los principales avances científico-tecnológicos que destacaría entre las empresas/CCTT tractores de la innovación?
Los centros tecnológicos van en esa idea del pool de la demanda tecnológica por parte de las empresas. Tienes toda la transición ecológica, toda la transición digital, nuevos materiales, nuevos procesos, Industria 4.0, etc. Incluso la contabilidad del Estado se contabiliza como inversión intangible, pero no puntúan toda la innovación organizativa, toda la innovación en procesos organizativos, toda la innovación en formación y en capacitación.
La misión de los Centros Tecnológicos es trabajar de manera colaborativa y ayudar a que no tiene que hacer todo la empresa. No tienes que saber de todo que en esta vida. Lo más razonable es dedicarte a lo que se te da bien y lo que sabes hacer y rodearte de gente que sabe mucho más y mucho mejor de lo que tú llegarás a saber nunca del resto de cosas. Entonces, si somos capaces de avanzar hacia ese tipo de colaboración de manera recurrente e intensa, eso será una innovación de primer nivel porque nos colocará a un nivel superior y competitivo también con otras economías que ya saben hacerlo.