El Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales (CGCOII) cumple 75 años, ¿qué principales objetivos tenía en ese momento y cómo han evolucionado en estas décadas?
El Consejo General surge al amparo del decreto del 9 de abril de 1949 como “Consejo Superior de Colegios” con el propósito inicial de representar a la profesión a nivel nacional y coordinar las actividades en los Colegios de Ingenieros Industriales en España que verían la luz al año siguiente. En ese momento, los Colegios agrupaban a ingenieros procedentes de las Escuelas de Ingenieros Industriales de Madrid, Barcelona y Bilbao. Desde entonces, la profesión ha experimentado un crecimiento significativo, y hoy en día, cerca de 50 universidades imparten estudios de Ingeniería Industrial en toda España, convirtiendo esta rama en la más numerosa de todas las Ingenierías.
En sus inicios, el Consejo fue establecido con el propósito fundamental de tutelar y garantizar el correcto ejercicio de la profesión de ingeniero industrial, convirtiéndose en una entidad de derecho público con personalidad jurídica propia. Sus objetivos primordiales incluían informar sobre proyectos de ley relacionados con las funciones profesionales, establecer criterios para la ordenación de la profesión y coordinar la información entre los Colegios. A lo largo de las décadas, estos objetivos han evolucionado para adaptarse a las transformaciones socioeconómicas y tecnológicas.
Hoy, el Consejo no solo mantiene su compromiso con el correcto ejercicio profesional, sino que también lidera iniciativas para impulsar la formación continua, fomentar la innovación y mantener la participación de los ingenieros industriales en los distintos sectores de nuestra economía.
¿Qué retos tienen por delante en estos momentos?
El Consejo se enfrenta a retos cruciales en un contexto donde la industria y la profesión experimentan cambios significativos. En la actualidad, nos enfrentamos a desafíos emocionantes y complejos. La rápida evolución tecnológica, la globalización y la creciente conciencia ambiental exigen que abordemos cuestiones como la adaptación a la Industria 4.0, la promoción de la sostenibilidad y la formación continua en habilidades interdisciplinares.
Por un lado, nuestra economía y nuestra industria han sufrido embistes significativos propiciados por la pandemia, las guerras, el encarecimiento de la energía, o el desabastecimiento de materias primas. Y, por el otro, tenemos una oportunidad única de llevar a cabo cambios estructurales en ambas si somos capaces de aprovechar las inversiones que ofrecen los PERTE. Sin embargo, faltan recursos cualificados para abordar los proyectos derivados de dichas inversiones.
La industria no ha logrado hacer atractivo el trabajo en este sector, lo que ha llevado a una disminución en el número de jóvenes que eligen estudiar una ingeniería. Esta situación, combinada con la competencia de otros países y la atracción hacia sectores mejor remunerados, plantea desafíos fundamentales para nuestro crecimiento.
En este contexto, el Consejo se encuentra en un momento clave para liderar iniciativas que revitalicen la atracción hacia la ingeniería industrial, fomenten la retención de talento y aborden los desafíos específicos que enfrenta la industria en la actualidad.
Además, buscamos fortalecer la conexión entre los ingenieros industriales y las nuevas generaciones, asegurando una transición fluida hacia un futuro impulsado por la innovación y la responsabilidad social.
¿Cuáles son las principales iniciativas o hitos que han llevado a cabo en estos 75 años?
La creación del Consejo General en 1949 cuando se autorizó la constitución de los Colegios de Ingenieros Industriales y su coordinación a través del Consejo Superior de Colegios fue un paso significativo para la consolidación de la profesión. A lo largo de los años, el Consejo ha desempeñado un papel esencial en la coordinación y representación de los intereses de los ingenieros industriales a nivel nacional. Además, se ha destacado por impulsar la formación y la capacitación, adaptando a los ingenieros a los avances tecnológicos y las demandas de la industria.
Durante este tiempo, hemos trabajado en fomentar el conocimiento de la profesión, y del aporte de la ingeniería industrial a nuestro país, con la colaboración en actos tan importantes como la celebración del 150 aniversario del Real Decreto que establecía los estudios de ingeniería industrial, o el 125 aniversario de la electrificación en España. Ambos eventos resaltan la contribución de los ingenieros industriales al progreso tecnológico y la transformación del país.
Desde la perspectiva de la formación, la influencia del Proceso de Bolonia y del Espacio Europeo de Educación Superior en la titulación que da acceso a nuestra profesión ha sido un factor clave. Esta legislación ha tenido un impacto significativo en la educación superior y ha requerido adaptaciones por parte de la profesión y de las universidades para ajustarse a los nuevos estándares.
En cuanto a la organización de los colegios, el Real Decreto 1000/2010, de 5 de agosto, sobre visado colegial obligatorio, o la Ley 25/2009, de 22 de diciembre sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio, conocida como “Ley Omnibus”, han supuesto cambios importantes en los procedimientos y requisitos para el ejercicio profesional y la actividad de los Colegios.
¿Cómo ha evolucionado la profesión de ingeniero industrial desde que se inauguró el CGCOII?
Desde la creación del Consejo hasta 1957, España estaba inmersa en una etapa de autarquía, con una economía cerrada y controlada por el Estado. Durante la época de la Ley sobre ordenación y defensa de la industria, el ingeniero industrial fue esencial para lograr la autosuficiencia económica y garantizar la viabilidad de las industrias nacionales.
La década de los 60 y principios de los 70 estuvo marcada por el Plan Nacional de Estabilización Económica y el llamado Milagro económico español. En este período, la demanda de ingenieros industriales se centró en impulsar el desarrollo económico y tecnológico, especialmente en sectores como la construcción, la energía y la industria manufacturera – automoción, maquinaria e industria química. Los ingenieros desempeñaron un papel fundamental en la modernización de infraestructuras y en la expansión de la industria, contribuyendo a la consolidación y crecimiento de la estructura empresarial y al crecimiento económico del país.
El período de transición a la democracia y los años 80 estuvieron caracterizados por la reconversión industrial. La demanda de ingenieros industriales evolucionó hacia la adaptación de las empresas a nuevos modelos de producción y a la incorporación de tecnologías emergentes. La modernización y la eficiencia se convirtieron en objetivos clave para afrontar los retos de la globalización y la apertura de mercados.
En las décadas de los 90 y 2000, la industria española se integró en el capitalismo global. Los ingenieros industriales fueron fundamentales en la adopción de tecnologías avanzadas, la mejora de la competitividad y la diversificación de sectores. La ingeniería se orientó hacia la innovación y la sostenibilidad, abordando desafíos ambientales y promoviendo la eficiencia energética.
En la última década, hemos presenciado un nuevo mapa industrial español, donde la digitalización, la Industria 4.0 y la transición hacia una economía más sostenible han sido protagonistas. La demanda de ingenieros industriales se ha centrado en la transformación digital, la gestión eficiente de recursos y la adaptación a los desafíos de una economía cada vez más globalizada.
En resumen, a lo largo de estas décadas, los ingenieros industriales han sido agentes clave en la evolución de la industria española, adaptándose a los cambios económicos, tecnológicos y sociales para impulsar el progreso y la competitividad del país.
¿Cómo ve el futuro de la ingeniería industrial?
El futuro de la ingeniería industrial en España se vislumbra emocionante y desafiante a la vez. En primer lugar, los ingenieros industriales jugarán un papel central en la continua transformación digital de la industria. La adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el internet de las cosas (IoT) y la automatización seguirá siendo un aspecto clave para mejorar la eficiencia y la competitividad de las empresas.
La sostenibilidad será otro pilar fundamental en el futuro de la ingeniería industrial. La urgencia de abordar los desafíos ambientales y promover prácticas industriales más sostenibles requerirá la participación activa de los ingenieros en el desarrollo de soluciones innovadoras. Desde la eficiencia energética hasta la gestión de residuos, la profesión tendrá un papel destacado en la búsqueda de prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
La globalización continuará siendo un factor relevante, y los ingenieros industriales deberán adaptarse a un entorno cada vez más interconectado. La colaboración internacional, la gestión de cadenas de suministro globales y la competencia en un mercado globalizado serán aspectos clave a considerar.
En cuanto a los desafíos, la fuga de talento que hemos comentado anteriormente plantea una preocupación importante. La atracción de profesionales hacia otros sectores y países puede afectar el pool de ingenieros disponibles en la industria española. Es crucial abordar este problema mediante iniciativas que hagan atractiva la carrera de ingeniería industrial y ofrezcan oportunidades de desarrollo profesional.
Por otro lado, la acelerada velocidad de cambio tecnológico también presenta desafíos en términos de mantenerse actualizado. Los ingenieros industriales deberán continuar invirtiendo en su formación y actualización de habilidades para seguir siendo relevantes en un entorno tecnológico en constante evolución.
En resumen, el futuro de la ingeniería industrial en España será moldeado por la innovación, la sostenibilidad y la adaptación a un mundo cada vez más interconectado. La profesión tendrá la oportunidad de liderar la vanguardia de la transformación industrial y contribuir al desarrollo sostenible del país.
¿Qué nos espera este año de celebración por parte del CGCOII?
El año de celebración estará lleno de eventos significativos. Planeamos conferencias y seminarios especializados, destacando temas como energía, ciberseguridad y logística. También honraremos la contribución de polígonos industriales, promoviendo la colaboración sectorial y organizando encuentros para compartir conocimientos entre jóvenes ingenieros. La creación de publicaciones conmemorativas y la digitalización de archivos históricos resaltarán los hitos de estos 75 años.
Además, actividades lúdicas y deportivas fomentarán el compañerismo y la integración entre los profesionales. Este año será un testimonio del legado y la visión futura de la ingeniería industrial en España.